Cirugía para tratar la disfunción sacroilíaca
Las estructuras óseas se presentan como una organización compleja que permiten la realización de diversos movimientos y respuestas por parte del cuerpo humano. Hoy por hoy es bien sabido que los huesos y sus complicaciones forman parte de uno de los principales agentes presentes en los centros de atención médica. Fracturas, malformaciones, ausencia o problemas en la comunicación con otras estructuras; las facultades óseas no han dejado de ser un complejo tema para las ciencias de la salud. Tal es el caso de la disfunción sacroilíaca, una complicación presente en la articulación sacroilíaca.
La articulación sacroilíaca
Existen estructuras óseas que, en conjunto, dan lugar a formaciones complejas que forman nodos de comunicación entre los huesos del cuerpo humano. Tal es el caso de la articulación sacroilíaca, la cual viene formada fundamentalmente por dos estructuras óseas: el sacro y el ilíaco. Por una parte el sacro es un hueso ubicado en la base de la columna vertebral, precisamente por debajo el quinto segmento lumbar. El ilíaco, por su parte, es un músculo que forma parte de los huesos que conforman la pelvis.
De esta manera la conexión entre el sacro y el ilíaco dan lugar a sacroilíaco, una estructura encargada de coordinar las piernas con la espalda. Caminar de forma erguida es posible gracias a la articulación sacroilíaca. Y de ese mismo modo otras funciones relacionadas al movimiento y a la coordinación corporal son debido a la conexión que produce esta articulación.
¿Qué es la disfunción sacroilíaca?
En la actualidad se presentan una gran cantidad de complicaciones relacionadas a la articulación sacroilíaca. Tal es el caso de la llamada disfunción sacroilíaca o síndrome de disfunción sacroilíaca. Se trata de la imposibilidad de la articulación sacroilíaca para llevar a cabo de manera efectiva ciertos movimientos de las caderas y espalda, lo cual da lugar a la hipersensibilidad y al dolor durante los mismos.
Su aparición es una de las principales causas de dolor en el área lumbar, zona ubicada en la mitad inferior de la espalda. Suele presentarse con mayor frecuencia en pacientes que han sido tratados con métodos invasivos en la zona lumbar. Puede afectar tanto a mujeres como a hombres.
No presenta un cuadro clínico específico, dado que puede afectar diferentes zonas adyacentes a la cadera como los glúteos, las piernas, la espalda en el área cervical o cualquiera de estas zonas en conjunto. La cadera es la zona que suele presentar dolores con mayor frecuencia.
La cirugía para la disfunción sacroilíaca
El Dr. Lizón ha desarrollado una serie de métodos de intervención levemente invasivos para tratar la disfunción sacroilíaca. Se trata de una cirugía denominada fusión sacroilíaca, un proceso en el cual se refuerza el enlace funcional que existe entre las dos principales estructuras que conforman el sacroilíaco. La idea de esta cirugía consiste en estabilizar la articulación completa, permitiéndole al paciente recuperar un alto porcentaje de movilidad.
La fusión sacroilíaca es aplicada desde dos principales métodos prácticos:
- Fusión sacroilíaca percutánea: Se presenta como uno de los avances más significativos para la modificación de esta clase de estructuras. Gracias a una serie de implantes es posible modificar la articulación sin tener que realizar intervenciones abiertas.
- Fusión sacroilíaca abierta: Como bien su nombre lo indica consiste en la cicatrización de la zona lumbar con la finalidad de introducir una serie de tornillos que, acompañados de un injerto óseo, permitirán reestablecer la articulación del sacroilíaco de manera efectiva.
Para cualquiera de los casos es importante que el paciente consulte a un especialista de manera que pueda tener presente las posibles complicaciones que se presenten en un escenario postoperatorio. Allí también se considerarán factores como historial, edad y causas de la complicación. La idea consiste en ofrecer el método más pertinente para cada caso, evitando la mayor cantidad de complicaciones posibles.
La fusión sacroilíaca permite que muchos pacientes logren llevar a cabo tareas que, debido a la disfunción sacroilíaca, habrían dejado de realizar producto del dolor y la imposibilidad de realizar movimientos. Se trata de un nuevo método elaborado para intervenir a pacientes que, por diferentes factores, habrían llegado a presentar esta complicación sin percatarse, dado que la disfunción sacroilíaca se presenta en más del 20% la población mundial, de los cuales son apenas diagnosticados un 5%.