CHIVA | SOCIEDAD

Una gasolinera, una mujer en silla de ruedas, un buceo en casa y la aparición de un gato: la historia de una pareja que sobrevivió a la DANA

ELPERIODIC.COM - 08/11/2024

Conoce esta historia de supervivencia de esta pareja y de algunos de sus conocidos con final feliz

Una usuaria de la red social 'X' cuenta cómo una jornada laboral aparentemente normal se transformó en una experiencia de supervivencia ante el temporal. El 29 de octubre, ya una fecha en la memoria de todos los valencianos, salió a trabajar a Valencia por la mañana con una lluvia bastante fuerte, pero sin esperar la gravedad de lo que sucedería. Su pareja, que trabajaba en el polígono de Cheste, le envió un mensaje en la tarde para informarle sobre la fuerte tormenta que les afectaba allí y anunciarle que iría a recogerla a Valencia. Ella, preocupada por su seguridad, le aconsejó que no se arriesgara y que mejor se dirigiera a su hogar; sin embargo, él insistió en ir por ella, mostrándole su apoyo a pesar de las advertencias.

Un trayecto lleno de tensión y el peligro del barranco del Pollo

El trayecto de regreso hacia Chiva se volvió tenso rápidamente, con una lluvia cada vez más fuerte que dificultaba la visibilidad y el control del vehículo. Cuando llegaron al barranco del Pollo, se dieron cuenta de que la situación era más peligrosa de lo que imaginaban: quedaron atascados en la carretera durante 30 minutos, mientras la fuerza del viento sacudía el coche.

El agua comenzó a subir y, a su derecha, observaron cómo el nivel crecía de manera alarmante, una visión que generó temor y ansiedad. En medio del caos, lograron dar la vuelta en el carril junto a otros vehículos, intentando regresar a Valencia, aunque solo pudieron avanzar un corto tramo antes de quedar atrapados de nuevo en el tráfico.

Refugio en una gasolinera y momentos de solidaridad

Finalmente, la pareja decidió abandonar el coche al ver que el agua continuaba subiendo, desplazándose a pie hacia una gasolinera cercana junto con otras personas atrapadas. 

Allí, se encontraron con alrededor de 200 personas en situación similar, atrapadas y en estado de shock. La escena era angustiante: había bebés, personas mayores, mujeres embarazadas y niños, todos mojados, agotados y con el miedo latente. Los bomberos presentes les aconsejaron subir a los camiones más altos para resguardarse mientras el agua comenzaba a ceder.

Un camionero recogió a varios niños y los metió en la cabina a dormir, aunque esta usuaria relata que ella no pudo conseguir conciliar el sueño de ninguna de las maneras.

Así pues, después de 12 largas horas amaneció y vieron el desastre que califican de "simplemente desolador". Su coche se había salvado, aunque valoraban que lo más importante era su vida y habían conseguido sobrevivir.

Viendo que allí no venía nadie, decidieron sacar los coches desmontando los guarda raíles para llegar a casa lo antes posible. Afirman que hasta jugaron al Tetris durante 2 horas, puesto que habían dueños de coches que no volvieron a por él.

La devastación revelada al amanecer

Tras pasar la noche en el improvisado refugio de la gasolinera, al amanecer pudieron ver el alcance del desastre. La autopista A-3 estaba seriamente dañada y los vehículos abandonados, cubiertos de barro y agua, evidenciaban la magnitud de la tormenta. A pesar de la dura experiencia, la usuaria expresó su alivio por haber salido ilesa junto a su pareja, pues para ella, la vida y la salud eran lo único verdaderamente importante. Después de más de 24 horas fuera de casa, emprendieron el regreso a Chiva, encontrándose con escenas de devastación en su propia localidad y en los pueblos cercanos, que también habían sufrido el embate de la DANA.

Tras días de inundaciones, la usuaria de Twitter y su pareja recorrieron su pueblo devastado por el agua. Entre las muchas historias que escucharon, una en particular quedó grabada en su memoria: la del mejor amigo de la pareja y su abuela, una mujer en silla de ruedas atrapada en su casa, donde el agua había alcanzado los dos metros de altura. Su hija, mostrando un coraje extraordinario, la subió a una cama elevada, esperando que el nivel del agua descendiera. Sin embargo, al ver que la situación empeoraba, la hija decidió arriesgarlo todo: buceó a través de la casa hasta alcanzar la escalera que llevaba al primer piso. Una vez arriba, logró pedir auxilio. Justo en ese momento, dos jóvenes pasaban cerca y decidieron romper la puerta de la vivienda, accediendo al interior y rescatando a la abuela, a quien llevaron a un lugar seguro en el primer piso.

La usuaria describió el casco antiguo del pueblo, donde las aguas habían causado los mayores destrozos, convirtiendo calles enteras en un paisaje de barro y escombros. Durante la mañana, junto a su pareja y otros voluntarios, se dedicaron a retirar barro y limpiar las calles y viviendas afectadas, una labor extenuante que parecía interminable. La falta de agua y luz complicaba aún más las labores de limpieza, pero la solidaridad de los vecinos hacía más llevadero el trabajo en ese panorama desolador.

Al día siguiente, fueron a ayudar a otro amigo que había perdido gran parte de su almacén de ferretería. El agua no había entrado por la puerta principal; en cambio, reventó una pared y se infiltró con una fuerza tan violenta que dañó seriamente las instalaciones. Estimaron que el agua había alcanzado unos 30 centímetros, lo suficiente para arruinar pilas de material que retiraron una tras otra. 

Un símbolo de esperanza en medio de la tragedia

Al regresar a casa después de la difícil experiencia, la pareja encontró algo inesperado: un gato, que temblaba de frío y parecía perdido, se había refugiado en su entrada. Decidieron adoptarlo y lo llamaron Dante, convirtiéndose en un símbolo de esperanza en medio de la tragedia que habían vivido. La usuaria comenta cómo este pequeño acto de bondad le proporcionó consuelo y alivio emocional tras las horas de angustia, simbolizando una luz de esperanza dentro de la oscuridad que dejó la tormenta a su paso.