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Los vecinos vuelven a manifestarse este jueves contra la reforma de la avenida de Lidón de Castelló

Los vecinos vuelven a manifestarse este jueves contra la reforma de la avenida de Lidón de Castelló
  • Esperan que en las próximas semanas la Unión Europea dictamine la conveniencia de las obras

  • “No queremos que Rafalafena se convierta en una carretera”, denuncian desde la plataforma vecinal

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Los vecinos vuelven a manifestarse este jueves contra la reforma de la avenida de Lidón de Castelló - (foto 2)

Los vecinos del barrio de Rafalafena de Castelló siguen a la espera de que la Unión Europea se pronuncie sobre la idoneidad de la reforma de la avenida de Lidón, unas obras cofinanciadas con fondos comunitarios. Mientras, las obras siguen, aunque “muy poco a poco”, como comentan con extrañeza desde la Asociación de Vecinos.

Por ello, este jueves a las 20 horas vuelven a convocar una manifestación que recorrerá el centro desde la plaza Maria Agustina y hasta la plaza Mayor para pedir al Ayuntamiento que paralice las obras.

Entre sus quejas se encuentra la eliminación de las plazas de aparcamiento y de los dos carriles de circulación en el tramo final de la avenida, lo que consideran que trasladará todo el flujo de tráfico a la avenida Rafalafena. “No queremos que Rafalafena se convierta en una carretera”, denuncian desde la plataforma vecinal.

Aun así, explican que como las obran avanzan a un ritmo lento, ya que solo se han retocado los bordillos, las aceras y se ha renovado la canalizaciones, no habría que deshacer lo ya construido, y además aceptan que se construya un carril bici y que se planten nuevos árboles en la zona más próxima a la basílica.

El conflicto tuvo uno de sus últimos episodios en el último pleno municipal, cuando algunos vecinos intentaron acceder al salón de plenos y se produjo una disputa por el número de asientos reservados.

Sin embargo, donde los vecinos tienen puestas sus esperanzas es en la futura resolución del Comité de Peticiones del  Parlameto Europeo, que resolverá próximamente la queja presentada por la asociación de Rafalafena.

El Comité admitió a trámite la queja el pasado enero y pidió a la Comisión Europea que elaborase un informe preliminar, por lo que los vecinos esperan que en las próximas semanas el Comité delibere sobre su petición.

Desde la asociación explican que “un dictamen negativo sería vinculante porque las obras están cofinanciadas con fondos europeos” por lo que “afectaría al pago de la financiación comunitaria”.

Así, si la Unión Europea decidiese retirar su participación del proyecto, el Ayuntamiento debería costearlo íntegramente, haciéndose cargo de la suma de 3’3 millones de euros con la que está presupuestado.

Y es que los vecinos alegan en su queja que el proyecto “no cumple con los requisitos que exige la Unión Europea, como es tener en cuenta la participación ciudadana y la voluntad de los vecinos”.

Otros frentes

Las obras de la avenida de Lidón se topan también con otros problemas, además del encontronazo vecinal. Uno de ellos es el encarecimiento de las materias primas. Y es que la espiral inflacionaria está aumentando el coste de los productos, lo podría obligar a la UTE Becsa-Telecso, que desarrolla el proyecto, a pedir una revisión de los precios del contrato.

Otro problema es el contencioso iniciado por Colegio de Ingenieros, que pide ante la justicia la anulación del contrato al considerar que los criterios de valoración para los proyectos presentados incumplen la legislación en la materia.

Además, los vecinos han pedido a la Generalitat que inicie catas arqueológicas en la zona para comprobar si bajo el suelo se encuentran vestigios de interés, una posibilidad a la que apuntan los vecinos, especialmente en la zona de la estatua de Perot de Granyana.

Unas complicaciones que podrían llevar a paralizar temporalmente las obras y que no se pudiesen ejecutar en plazo, ya que hay que recordar que, al financiarse al 50% por los Fondos Europeos deben de realizarse antes de que acabe el año 2022.

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