Redondo alerta de los problemas de accesibilidad que la reforma de la Avenida de Lidón va a generar en los accesos a la Basílica de la Lledonera
“Desde el PP pensamos que esta reforma innecesaria, que rechaza una mayoría de castellonenses, va a tener un alto coste para quienes accedan al templo, bien sea a través de autobuses turísticos o para los asistentes a las bodas que allí se ofician"
Los concejales del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón Juan Carlos Redondo y Vicent Sales se han reunido con el Prior de la Basílica de Lledó, Josep Miquel Francés, para entregarle la información disponible hasta la fecha referente a la reforma de la Avenida de Lidón, la cual que suprime todo acceso de vehículos hasta la basílica. El Prior se ha comprometido a dar traslado al Obispado para analizar el impacto que pueda tener en la actividad religiosa.
“Desde el Partido Popular pensamos que esta reforma innecesaria, que rechaza una mayoría de castellonenses, va a tener un alto coste para quienes accedan al templo, bien sea a través de autobuses turísticos, ya que es parada obligatoria para visitar la imagen de la patrona de la ciudad o para los asistentes a las bodas que allí se ofician”, explica Juan Carlos Redondo.
Al proyectarse únicamente peatonal el último tramo de la Avenida de Lidón hasta la basílica, impidiendo todo acceso de vehículos que no sean de emergencias, la única alternativa es desviar el tráfico desde la rotonda de la castellonera por el Camí La Plana. “Obligatoriamente se desviará a todos los vehículos por el Camí La Plana y en la primera rotonda, de diminutas dimensiones, deberán efectuar el giro los autobuses y otros vehículos para tomar la dirección hasta la explanada de Lledó. Un acceso ridículo incapaz de asumir la cantidad de tráfico que se va a desviar”, apunta el concejal Popular.
Y añade: “El acceso que en la actualidad es en línea recta para los vehículos, sin que haya conflicto con las bicicletas o los peatones que tienen su espacio por el paseo central, dejará de ser así. Un despropósito más de esta reforma que nadie quiere, que nadie ha pedido y que nos va a costar a todos los castellonenses 3,3 millones de euros por el empecinamiento de la alcaldesa Amparo Marco, que se niega a escuchar la opinión mayoritaria de los castellonenses que rechaza la obra”.
Además, “esta obsesión por demonizar a los vehículos cuando en este punto concreto de la ciudad, con una avenida muy amplia, no existe conflicto entre vehículos y peatones, va a generar un problema donde no lo hay, porque no todos los castellonenses se desplazan a pie, por distintos motivos, o en bicicleta”, añade.
Y concluye: “Desde el PP decimos No a la reforma de la Avenida de Lidón, sumándonos a muchos vecinos, comerciantes, pymes y autónomos que ven en esta reforma más problemas que beneficios. Amparo Marco tuvo la oportunidad de demostrar en el Pleno de abril que respeta y acata la opinión mayoritaria surgida de un proceso de participación ciudadana, porque así se lo pedimos en una moción, pero desperdició esta oportunidad. No está dispuesta a renunciar a su reforma, esa que sólo ella y su equipo de gobierno quieren”.