El PP recoge la preocupación del sector de la hostelería y la restauración ante las inminentes obras en la plaza de la Paz

La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, y la concejala del PP Susana Fabregat siguen preguntando a pie de calle por la obra de 834.000 euros que va a costar levantar la plaza la Paz, escuchando lo que tienen que decir los castellonenses a quienes de entrada, el gobierno de Amparo Marco no les ha preguntado, ni siquiera informado. “El sector de la hostelería y de la restauración nos traslada las dificultades que tienen con el gobierno municipal para el desarrollo de su actividad en asuntos como las terrazas o el perjuicio que está suponiendo el sistema sancionador de las cámaras de control de acceso al centro”, explica la portavoz Popular, Begoña Carrasco.

Y añade: “Si queremos que el corazón de la ciudad sea un reclamo, un polo que atraiga gran afluencia de gente, ni ayudan los proyectos que los castellonenses no piden, como éste, ni ayuda el sistema sancionador de las cámaras de acceso al centro, con un único fin recaudatorio, a razón de 80 euros cada multa. En los dos primeros meses de prueba este sistema supuso 16.400 multas y 3,2 millones de euros en sanciones, lo que provocó la espantada de los consumidores”.

“Las obras en la plaza de la Paz que nadie ha pedido, que no son fruto de la participación ciudadana, igual que tampoco lo son las obras para reformar de la avenida de Lidón van a poner en riesgo la supervivencia de muchos negocios de restauración, además de suponer un nuevo varapalo al maltrecho comercio local. Lo que necesitan estos establecimientos son ayudas y campañas que revitalicen y hagan atractivo el centro, no más palos la rueda por no escuchar el gobierno municipal sus demandas”, añade.

El proyecto anunciado por la propia alcaldesa incluye la desaparición de un carril, de los dos que ahora mismo hay, para acceder a la calle Mayor. “Un malestar que se suma a las pocas ayudas por parte del gobierno municipal de PSOE, Compromís y Podemos para llenar de vida el centro, cuando tanta falta hace. Cada vez son más los locales comerciales vacíos que acrecientan la sensación de dejadez y abandono proyectando una imagen degradada de la ciudad”, insiste Begoña Carrasco.

Por eso, “no entendemos cómo después del baño de realidad que se dio el gobierno de Amparo Marco la semana pasada al plantarse los vecinos contra de la reforma de la Avenida de Lidón, vuelven a anunciar un proyecto urbanístico de tal calibre, como es el de la plaza de la Paz, porque afecta a toda la ciudad, sin contar con los castellonenses cuando sigue habiendo demandas vecinales de los barrios pendientes desde 2017. El gobierno municipal se comprometió a activarlas con cargo a los presupuestos participativos y todavía no lo ha hecho”.

Carrasco concluye: “Estamos ante el gobierno más caro de la historia de la ciudad de Castellón, que recauda mucho en impuestos para acabar invirtiendo el dinero de todos en lo que los castellonenses no piden. Ni piden la reforma de la Avenida de Lidón de 3,3 millones de euros, ni piden la reforma de la plaza La Paz. Lo que sí piden es que se bajen los impuestos. El Partido Popular presentó un plan de rebaja fiscal que comportaba un ahorro en impuestos de 9,7 millones de euros a los castellonenses, que el tripartito rechazó, perdiendo la oportunidad de ser realmente útil a los castellonenses en plena pandemia”.