La prevención puede reducir hasta un 90% el riesgo de cáncer de mama y ovario hereditario

Las medidas de prevención pueden reducir hasta un 90 por ciento el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario hereditario, según ha puesto hoy de manifiesto el doctor Eduardo Martínez de Dueñas, responsable de la Unidad de Consejo Genético del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón.

De Dueñas, quien ha pronunciado la conferencia “¿Podemos anticiparnos al cáncer?” durante el curso de verano sobre avances en oncología y cirugía organizado por la Universitat Jaume I (UJI) y el Consorcio, ha explicado que el cáncer de mama y ovario hereditario supone entre el 5 y el 10 por ciento de los tumores de este tipo que se diagnostican.

Las Unidades de Consejo Genético, que en la Comunidad Valenciana funcionan desde el año 2005, se dedican a detectar y asesorar a personas que por su historia familiar puedan presentar susceptibilidad a padecer determinados tipos de cáncer.

El asesoramiento que se realiza desde estas unidades intenta determinar el riesgo que los miembros de una familia presentan de padecer cáncer, así como las posibilidades de transmitirlo a sus descendientes. Además, los especialistas establecen las medidas necesarias para reducir el riesgo o proceder a una detección lo más precoz posible de los tumores.

Para ello, “se realizan estudios genéticos que permiten identificar a aquellos individuos con riesgo de desarrollar un cáncer hereditario”, según ha explicado el doctor de Dueñas, quien ha agregado que “los tumores hereditarios presentan mutaciones en genes específicos de susceptibilidad al cáncer predisponiendo a estos individuos a un mayor riesgo de desarrollar una neoplasia a lo largo de su vida”. La probabilidad de estos individuos de transmitir estas mutaciones a sus descendientes es del 50 por ciento, puntualiza el doctor Martínez.

Por ello, el objetivo primordial es reducir la incidencia del cáncer y su mortalidad y, para conseguirlo, se realiza una vigilancia intensiva para detectar precozmente tumores entre las personas con riesgo a padecer cáncer hereditario y, en determinados casos, se proponen medidas de prevención quirúrgicas o con medicamentos. “Los estudios genéticos consiguen mejorar el pronóstico para aquellos casos positivos, al tiempo que suponen una tranquilidad para los que resultan negativos absolutos”, ha manifestado el doctor.

La Unidad de Consejo Genético del Consorcio está constituida por un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud especializados y entrenados en esta área como un oncólogo, una enfermera y un psicólogo que ofrece apoyo ante el impacto emocional que sufre una persona que sabe que tiene un riesgo de sufrir cáncer bastante más elevado que la población general de su edad.

Los médicos especialistas y de Atención Primaria pueden remitir a la Unidad a las personas que cumplen criterios de selección muy definidos como el que tres o más miembros de una misma familia presenten el mismo tipo de tumor o la edad precoz en el diagnóstico.

Unidad de tumores cutáneos
En el citado curso también se ha presentado la Unidad de tumores cutáneos puesta en marcha recientemente en el Consorcio y que aglutina a médicos de las distintas especialidades implicadas en el diagnóstico y tratamiento de estos tumores como dermatólogos, oncólogos médicos, radioterapeutas, cirujanos, anatomopatólogos, facultativos de Radiodiagnóstico y de Medicina Nuclear.

El doctor Juan Pablo Aracil, responsable de la Unidad, ha señalado que se ha creado un comité de especialistas que se reúnen periódicamente para analizar aquellos casos que presentan mayor interés o alguna dificultad y adoptar así una decisión colegiada sobre las pautas que se deben seguir para el tratamiento.

Los tumores cutáneos más frecuentes son las lesiones derivadas de la edad de la piel y las provocadas por las radiaciones solares. El carcinoma basocelular es el tumor cutáneo maligno más frecuente y supone el 60 por ciento de los tumores de piel. Su incidencia aumenta con la edad y se estima que el 80 por ciento de los pacientes tienen más de 50 años.

Pese a que se trata de un tumor maligno, sólo metastatiza excepcionalmente, lo que le confiere un carácter más benigno en relación con otros cánceres cutáneos en los que la metástasis sí es más frecuentes, como ocurre con el carcinoma epidermoide y el melanoma.

De hecho, El Consorcio cuenta con un programa de cribado del melanoma con el fin de diagnosticar de forma precoz esta enfermedad y actuar lo más rápidamente posible, ya que a pesar de que el melanoma es un tumor poco frecuente (entre 3 y 6 casos por cada 100.000 personas) presenta elevadas tasas de morbimortalidad.

Su peligro estriba en que tiene una gran capacidad de metástasis, puesto que las células tumorales pueden invadir los vasos sanguíneos y linfáticos y alcanzar cualquier órgano, principalmente los ganglios, el cerebro, pulmones e hígado.