Poética pura en la inauguración de Mendoza & Heca
La exposición puede visitarse en Galería Real hasta el día 30
El público que se acercó anoche a la inauguración de la exposición conjunta de F.F. Mendoza y Vicente Heca en la Galería Real de Castellón (plaza Real, 3) disfrutó de ese ‘Tiempo pausado/Pause in time. Encuentro de dos poéticas visuales’, tal y como reza el título de la muestra. Heca sí quiso estar presente en la sala y departir con los espectadores, pero Mendoza excuso su asistencia por residir en estos momentos en Australia. La presencia de numerosos artistas de la capital de La Plana puso de manifiesto la expectación que este proyecto ha despertado en la ciudad. La exposición podrá visitarse hasta el próximo 30 de mayo. El horario de visitas de la Galería Real es de 10.00 a 13.30 y de 17.00 a 20.00 horas. Los viernes y sábados de 10.00 a 13.30 y de 17.30 a 21.00.
Aunque se conocen desde hace años y han colaborado en numerosos proyectos colectivos, tanto en España como fuera de nuestras fronteras, ésta será la primera vez que podamos ver juntos a estos dos artistas. La obra del primero se enmarca en el ámbito del arte digital. Mendoza realiza composiciones digitales impresas sobre lienzo y, posteriormente, intervenidas a mano logrando que cada obra sea una pieza única. Todo dentro de una estética surrealista y poética. Su compañero, el valenciano Vicente Heca, presenta una retrospectiva del trabajo de sus últimos años a modo de epílogo. “Es como cerrar un capítulo para empezar una nueva etapa”, explica el artista. Considerado uno de los mejores pintores hiperrealistas actuales, Heca ofrece un rico universo donde el epicentro se transforma en una canica de cristal, metáfora del ser humano por su multiplicidad de caras.
En palabras de sus autores, se trata de una exposición donde “dos sentidos atemporales de la poética visual se encuentran en un mismo espacio”. “Por primera vez dos artistas que con persistencia recrean un libro de reivindicación del lado poético con tanta frecuencia oculto en las cosas más simples. Una parte del poemario visual de ambos se encuentra a las antípodas de toda idea hecha o prefabricada sobre el transcurrir del tiempo, y por ende al valor que ponemos de manera muy definitiva a las cosas. Cada uno de nosotros recrea en sus imágenes un mundo propio pero que da acogida a un indefinido número de otros; De idealismos, y simbolismo. La metáfora final pasará de la imagen a la mirada del que se atreve a tomar una pausa en el ajetreo ciudadano del hoy y de esa manera el mirar se convierte en dialogo interior del alma que observa y quiere ver mas allá de las apariencias”, señalan.