La ‘Lledonera’, más cerca de su pueblo que nunca
La imagen de la patrona de Castellón fue trasladada ayer desde la basílica del Lledó hasta la concatedral de Santa María para celebrar el I Año Mariano
Como todos los años, la primera semana del mes de mayo se celebran las fiestas en honor a la Mare de Déu del Lledó, patrona de la ciudad de Castellón. Pero este año es especial. La celebración del I Año Mariano de Lledó, proclamado jornadas atrás por el obispo de la diócesis Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, hizo que el sueño del pueblo castellonense se hiciera realidad. La ‘Regina del Cel’ estará más cerca que nunca de su pueblo, quien la venera y siente una gran devoción por ella, ya que hasta el próximo jueves 8 de mayo la patrona podrá ser visitada en la concatedral de Santa María.
Las celebraciones comenzaban ayer bajo un sol de justicia en el onírico enclave de la basílica de la Mare de Déu del Lledó, donde el obispo, Casimiro López, dirigió la misa pontifical que declaraba la apertura del I Año Mariano de Lledó. Tras una emotiva homilía, en la que el obispo destacó el propósito de preservar las raíces cristianas en el siglo XXI, tuvo lugar uno de los momentos álgidos de la jornada de ayer. La Virgen bajaba de su camarín para acercarse al pueblo y disfrutar de la devoción que éste le procesa desde lo alto de su particular peana.
La bajada de la ‘Mareta’ desde su camarín es un momento reservado únicamente para el Perot, figura que en este año 2008 estaba representada por Francisco Rallo. De esta manera, el Perot es el único a quien le está reservado el privilegio de alzar la imagen de la patrona castellonense.
Visca la nostra patrona!
Entre emocionados aplausos y tras una Salve coreada por cientos de fervorosos fieles de la ‘Lledonera’, la imagen se abría paso entre la multitud para abandonar su basílica y comenzar su camino hacia la concatedral de Santa María, donde el pueblo castellonense la esperaba con los brazos abiertos. Mientras, el disparo de 25 salvas conmemoraba el cuarto de siglo desde la declaración basilical del templo que la acoge durante todo el año.
Visca la Mare de Déu del Lledó! Visca la nostra patrona! Visca la Regina del Cel! Visca la nostra Mareta! La venerada imagen avanzaba hacia su encuentro con Castellón entre vítores y aplausos. Unos loores que dejaron paso al silencio en cuanto la patrona llegó a la plaza María Agustina. Fue allí donde se dispararon 21 salvas de ordenanza, la ciudad de Castellón recibía a su patrona como ésta merecía.
Tras esto, la ‘Mareta’ siguió su paso hacia la concatedral acompañada por el Cuerpo Nacional de Policía montado a caballo, dolçainers i tabaleters, el clero, la Germandat dels Cavallers de la Conquesta i Na Violant d’Hongria 2008, Elena Llorens, madrinas de las gaiatas, damas de la ciudad, la Junta de Festes, diferentes cofradías de Castellón, Real Cofradía de la Mare de Déu del Lledó, escuadra de gala la Policía Rural de Castelló y las reinas de las fiestas Laia Bacas y Andrea Palacios.
Además, 50 hombres vivían de una manera especial su participación en la comitiva del traslado procesional de la Virgen. Para dos de ellos, los momentos que vivieron ayer serán irrepetibles. El Perot de 2008, Francisco Rallo y el clavario del I Año Mariano de Lledó, Pablo Garcés recordarán la jornada de ayer con gran emoción. Este último trasladó desde la ermita hasta la plaza Mayor la bandera blanca de la Real Cofradía.
Los otros 48 hombres fueron los que ostentaron el honor de llevar en sus hombros a la imagen de la patrona del pueblo de Castellón, 48 hombres que pertenecen a la Asociación de Barreros de la Mare de Déu del Lledó.
A su llegada a la plaza Mayor, estos hombres captaron la atención del público congregado en la misma. La ‘Mareta’ había llegado a su destino y era el momento de entrar en la concatedral, eso sí, mirando a su pueblo, que la aplaudía y la vitoreaba mientras una lluvia de pétalos caía desde el cielo.
Los aplausos y los Visca! siguieron resonando en el interior de Santa María, donde una multitud acogió a la ‘Regina del Cel’ con las excelsas notas del Te Deum compuesto por Hayden e interpretado ayer por la Coral Vicent Ripollés y la Orquesta Sinfónica de Castellón.
Apoteosis realizada por Blasco de Alagón
Con su entrada en el templo dedicado a Santa María, la Virgen descubrió su regalo. El regalo que la Real Cofradía de la Mare de Déu del Lledó quiso regalarle ayer con motivo de la celebración de su primer Año Mariano: una apoteosis realizada por la Fundación Blasco de Alagón y el equipo de la restauradora Ana Cañizares.
La apoteosis era un diseño del artista castellonense Amat Bellés, y pretendía representar a la Mare de Déu del Lledó como la ‘mujer vestida de sol’. Un conjunto de rayos dorados y plateados de dos metros de diámetro, que convirtieron a la ‘Mareta’ en el centro de todas las miradas y le otorgaron un aura más celestial si cabe.