Inauguración del nuevo edificio Sol de Ripollés en el Grao
Alberto Fabra destaca que se trata de la escultura más grande de España adosada a un edificio
Así, Alberto Fabra ha participado en este acto junto al artista Ripollés; Francisco Molina, de Azahar y promotor del edificio; el presidente de la Diputación Provincial, Carlos Fabra; el presidente de la Autoridad Portuaria, Juan José Monzones; la tenienta de alcalde del Grao, Marta Gallén; los concejales Joaquín Torres y Gonzalo Romero; y las reinas de las fiestas del Grao, Marta Cambronero y Laia Salvador.
Así, el primer edil ha destacado que el Grao cuenta con diversas esculturas de este autor castellonense y ha mostrado su satisfacción por la participación de los vecinos y el espíritu colaborador de los vecinos para hacer crecer la ciudad como es el caso de Molina. El Alcalde ha dicho que la ciudad está creciendo en todos los sentidos, también en cuestiones sociales y culturales y ha destacado los nuevos materiales que ha utilizado Ripollés en esta escultura y que hace posible que ésta luzca en Castellón.
Alberto Fabra ha dicho en su intervención que Ripollés es “como José Tomás, que se arrima a la cultura, que genera sentimiento entre la gente con su arte y su obra, que a nadie deja indiferente y que deja su obra para la historia de Castellón”.
Por su parte, Ripollés ha destacado que este nuevo trabajo “será un referente en la arquitectura de la ciudad porque ha utilizado por primera vez una nueva piel realizada con cristal de Murano molido y cocido a 1.300 grados”. Un proyecto, que según Ripollés, ha tardado dos años en hacerse realidad.
La creación de Ripollés para este edificio se compone de una cara así como de siete brazos equivalentes a los rayos que recorren todo el exterior de la finca de pisos y es una obra artística que supera las seis toneladas de peso, entre base y brazos, distribuidos entre el hierro, la fibra de vidrio, la resina y el cristal.
He llegado a esta noticia con unos años de retraso. Acabo de ver una información sobre el aeropuerto de Castellón (20 millones de euros en publicidad) y he descubierto que el impulsor de esa obra, Fabra, ha hecho erigir allí una escultura en su honor; una escultura antropomórfica que me ha recordado al propio Fabra y que ha despertado mi curiosidad por el autor, un tal Ripollés, que se ha convertido en poco menos que el artista de la corte en la Comunidad Valenciana. En busca de otras obras de este genio me he topado con el edificio El Sol, en el que con el beneplácito (y el apoyo económico, sin duda) de las autoridades, el artista ha plantado, nada menos que en un edificio de viviendas, un espantoso pegote que pretende ser el Sol. Para hacer la ocurrencia más evocadora, han pintado el edificio de azul, con objeto de representar... ¡el mar!. Es difícil encontrar juntas, en sociedades cultas, una arquitectura tan corriente y un acto de singularización artística tan pueril.