El impacto del coronavirus en las asociaciones de la ciudad de Castellón

Miles de actividades canceladas, toda la economía relacionada con las actividades de las asociaciones paralizada, fiestas organizadas por el tejido asociativo como la Magdalena o la Semana Santa aplazadas... son solo algunos de los efectos más visibles de la evolución del coronavirus. El impacto económico y social sobre el tejido asociativo de la ciudad de Castellón es muy grande y serán necesarias medidas de apoyo por parte de las administraciones públicas.

Según el Estudio de Evaluación del Impacto del tejido asociativo en la ciudad de Castellón, un informe elaborado conjuntamente por el Ayuntamiento de Castellón y la Fundació Horta Sud en 2019, se demuestra que el tercer sector es una pieza clave en la vida de la ciudad, con miles de actividades organizadas por las asociaciones festivas, deportivas, educativas, musicales, de ocio y tiempo libre, mayores, etc. En base a estos estudios, a continuación, analizamos las consecuencias que la actual crisis generada por el coronavirus puede tener sobre el tejido asociativo de la ciudad de Castellón.

Impacto social

Las asociaciones de la ciudad de Castellón realizan más de 2.000 actividades puntuales al año en las que participan una media de casi 200 personas por actividad, así como unas 4.000 actividades periódicas al año en las que participan una media de poco más de 50 personas. El movimiento asociativo gestiona y dinamiza gran parte de la actividad sociocultural de la ciudad. Organiza las actividades extraescolares, sociales, deportivas, culturales, educativas, musicales, juveniles, etc. Como consecuencia del coronavirus, todas estas actividades han sido canceladas.

Toda esta actividad no se puede hacer mediante el teletrabajo. La interacción directa con las personas y los beneficiarios es una de las características distintivas del tejido asociativo. El impacto social y psicológico es incalculable, las relaciones, las redes afectivas, los cuidados entre las personas, la atención a los colectivos más vulnerables, la autoestima, las fiestas, el sentimiento de pertenencia a un grupo social y, otras muchas dimensiones, se verán gravemente afectadas.

2.300 puestos de trabajo en peligro

Como consecuencia de la cancelación de las actividades y la pérdida de ingresos, otro aspecto fundamental que se verá afectado son los puestos de trabajo. En la ciudad de Castellón las asociaciones generan aproximadamente 2.300 puestos de trabajo directo, de los cuales el 63% son contratos a tiempo parcial (profesorado de talleres, de clases de música, entrenadoras y entrenadores deportivos, etc.). Un 37% de los puestos de trabajo están a tiempo completo. Y esto sin tener en cuenta todos los puestos de trabajo indirectos, como los relacionados con empresas de espectáculos, las floristerías, la restauración u otras empresas que prestan servicios contratados por las asociaciones.

Las asociaciones y entidades no lucrativas no podrán mantener la mayoría de estos puestos de trabajo, muchas personas no podrán hacer teletrabajo y tendrán que afrontar ERES o ERTES. Esperamos que las administraciones públicas también piensen en el tercer sector.

Impacto económico

Según el último Estudio de Evaluación del Impacto del tejido asociativo en la ciudad de Castellón, en 2019 se estimaban unos ingresos generados por las asociaciones superiores a los 51 millones de euros. El 76% de los ingresos derivan de subvenciones, el 9% por la prestación de servicios propios, el 8% por cuotas de las personas asociadas, el 3% por donativos, el 2% por patrocinios de empresas privadas y un 2% por la explotación de los recursos propios. Los ingresos por subvenciones provienen en un 76% de la Generalitat Valenciana, el 9% del Ayuntamiento de Castellón, el 6% de la Diputación de Castellón y un 9% que se distribuye entre el Estado y la Unión Europea. Como los ingresos por prestación de servicios se verán irremediablemente afectados, esperamos que los otros se mantengan.

La Fundació Horta Sud pide que las administraciones públicas sean sensibles a la situación actual, que se mantengan todos los convenios, subvenciones y contratos, que se publique una convocatoria de ayudas en la contratación de personal para reforzar las estructuras de las asociaciones y, por último, que se publique una convocatoria de ayudas para que las asociaciones se adecuen a la transformación digital de las entidades y para la adquisición de nuevos equipos informáticos. Este último es un punto débil presente en muchas asociaciones, si bien la administración pública todavía no lo está teniendo en cuenta.

Las asociaciones tendremos que hacer un esfuerzo para adecuarnos a la nueva situación, desarrollar fórmulas innovadoras que nos ayuden a mantener nuestra actividad. La sociedad también nos necesita en estos momentos difíciles y tendremos que darle respuesta. Cuando todo haya pasado tendremos que reforzar la comunidad, reconstruir las redes afectivas y de cuidados entre personas, el comercio local, la sanidad pública, la vitalidad de nuestros barrios... porque las asociaciones son el corazón de nuestras ciudades y las necesitamos más fuertes que nunca.