CASTELLÓN | FIESTAS

Las fiestas de la Magdalena de Castellón serán más cortas: la novedad que trae la celebración este 2025

ELPERIODIC.COM - 08/01/2025

Se verán marcadas este año por una circunstancia que no ocurre todos los años

Este año, las fiestas de la Magdalena de Castellón tendrán un detalle curioso: serán "más cortas" debido al cambio de hora al horario de verano, que tendrá lugar durante la última noche de celebración. Del 22 al 30 de marzo, los castellonenses y visitantes disfrutarán de una semana repleta de tradición, música y fiesta, pero el cambio al horario estival restará una hora al calendario festivo.

Una circunstancia que no ocurre todos los años

La madrugada del sábado 29 al domingo 30 de marzo, coincidiendo con el último día de las fiestas, los relojes se adelantarán una hora. A las 2 de la madrugada serán las 3, reduciendo el tiempo de celebración de esa noche. Esto afectará especialmente a los conciertos y actuaciones programadas en esas horas.

Para muchos, el cambio de hora no solo implica menos tiempo de fiesta, sino que también genera una peculiaridad: las fiestas de la Magdalena, un símbolo de tradición para la ciudad y la provincia, se verán marcadas este año por una circunstancia que no ocurre todos los años.

El calendario de Magdalena 2025

Las fiestas comenzarán oficialmente el sábado 22 de marzo con el tradicional pregón y los actos iniciales que llenarán las calles de Castellón de color y alegría. Durante la festividad, habrá los eventos habituales como la Romeria de les Canyes, desfiles, mascletaes, castillos de fuegos artificiales y conciertos nocturnos.

El domingo 30 de marzo, coincidiendo con el último día de Magdalena, será el momento de clausurar las celebraciones con los actos de cierre, entre los que destacan la traca final y los espectáculos pirotécnicos por el Magdalena Vítol.

A pesar de esta circunstancia, las fiestas de la Magdalena mantienen su esencia como un evento que une tradición, cultura y diversión. Este año, más que nunca, los asistentes tendrán que aprovechar cada minuto para disfrutar de una celebración única que, aunque tendrá una hora menos, promete ser inolvidable.