Un estudio asocia la adicción a los videojuegos de los adolescentes con la baja afectividad y comunicación con sus padres
Investigadores de los Departamentos de Educación y Salud de la CEU UCH y del Área de Salud Mental del Hospital Provincial de Castellón analizan la socialización parental y los rasgos de personalidad en la adolescencia
El estudio transversal, que acaba de publicar la revista científica Frontiers in Psycology, se ha realizado entre 397 adolescentes de 3º y 4º de la ESO de 6 institutos, de los cuales el 6,8% presentaba adicción a videojuegos
El perfil principal del adolescente con adicción a videojuegos es varón, con inestabilidad emocional y con una relación paterno-filial con escaso afecto y comunicación
El trastorno por uso de videojuegos o gaming disorder está incluido en la última edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS, de 2018. Desde ese año, la adicción a los videojuegos entre los adolescentes españoles ha aumentado del 6.1% al 7.1% en 2021, según la Encuesta sobre el Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), que realiza la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
En este contexto, el Grupo de Investigación TXP de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) de Castellón, que lidera el profesor Gonzalo Haro, responsable del Programa de Patología Dual Grave del Hospital Provincial de Castellón, acaba de publicar los resultados de su estudio para detectar qué estilos de socialización parental y qué rasgos de personalidad en la adolescencia predisponen a desarrollar adicción a los videojuegos. Sus conclusiones, publicadas en la revista científica Frontiers in Psychology, revelan que el estilo parental con baja afectividad y comunicación se relaciona directamente con la adicción a videojuegos, así como indirectamente en sujetos varones con inestabilidad emocional.
Los investigadores, pertenecientes a los Departamentos de Educación y Salud de la CEU UCH y al Área de Salud Mental del Hospital Provincial de Castellón, realizaron un estudio transversal entre 397 adolescentes de 3º y 4º de la ESO de 6 institutos, de los cuales el 6.8% presentaba adicción a videojuegos. Según destaca el profesor de la CEU UCH, Gonzalo Haro, “los objetivos del estudio han sido evaluar los estilos de socialización parental relacionados con la adicción a videojuegos en adolescentes e identificar diferencias en las prácticas de crianza recibidas por adolescentes sin adicción a videojuegos, con un uso excesivo y con adicción a los videojuegos”.
También se ha estudiado la relación entre la adicción a videojuegos y los rasgos de personalidad del adolescente, la psicopatología y los problemas de conducta, a la vez que el papel del género en esta relación. “Los resultados indican que el perfil principal de adolescente con adicción a videojuegos es varón, con inestabilidad emocional y con una relación paterno-filial con escaso afecto y comunicación”, señala el investigador.
Estilos de socialización parental
En cuanto a los estilos de socialización parental, se consideran dos dimensiones principales: el afecto-comunicación, relacionado con el tono emocional y el comportamiento de los padres hacia sus hijos, por el cual los niños se sienten amados y aceptados como individuos dentro de la familia; y el control-estructura de los padres, relacionado con el grado de intensidad o tipo de influencia que los padres ejercen sobre el comportamiento de sus hijos. Para ello, se emplearon dos cuestionarios para identificar los estilos de crianza: el cuestionario TXP de Socialización Parental, que identifica los factores de control-estructura, afecto-comunicación -tanto desde la perspectiva del adolescente, como desde la de los padres- y los valores prosociales, así como la Escala de Socialización Parental (ESPA-29), que evalúa la percepción del adolescente sobre la forma de actuar de sus padres en 29 situaciones diferentes.
El psiquiatra del Hospital Provincial de Castellón, Francesc Rodríguez Ruiz, que desarrolla su tesis doctoral en la Escuela CEINDO del CEU sobre esta materia, señala: “Nuestro estudio refleja dos patrones de uso patológico de videojuegos: uno con un perfil de juego excesivo, sin llegar a constituir criterios de adicción, en el cual no influye el estilo de crianza ni los rasgos de personalidad; y otro, con un perfil de adicción a videojuegos que presentan mayores problemas a nivel paterno-filial, de personalidad y psicopatológico”.
Rasgos de personalidad
En el estudio se ha empleado el cuestionario de personalidad ‘Big Five’ para niños y adolescentes, que evalúa cinco dimensiones relacionadas con rasgos de personalidad: la conciencia, relativa a la autonomía, orden, precisión, perseverancia y cumplimiento de normas y compromisos; la apertura, que incluye factores intelectuales, creatividad e intereses culturales; la extraversión, vinculada con la sociabilidad, actividad, entusiasmo, asertividad y autoconfianza; la amabilidad, como tendencia al altruismo, prosociabilidad y grado de cooperación y sensibilidad hacia los otros y sus necesidades; y el neuroticismo o tendencia a ser neurótico y sentirse incómodo, con cambios de humor, ansiedad, depresión, descontento e irritabilidad. “Estos resultados pueden contribuir a diseñar programas de prevención específicos para este tipo de adicción conductual en los institutos”, destaca Francesc Rodríguez Ruiz.
Equipo investigador
El estudio “Relationship of Gaming Disorder with parenting based on low affection-communication and personality trait of neuroticism in adolescents”, publicado en la revista Frontiers in Psychology, ha sido dirigido por el doctor Gonzalo Haro Cortés, profesor de Salud Mental en el Grado en Medicina de la CEU UCH, investigador principal del Grupo TXP y responsable del Programa de Patología Dual Grave del Hospital Provincial de Castellón. Los investigadores del Grupo TXP participantes en este trabajo son Francesc Rodríguez Ruiz, psiquiatra del Departamento de Salud Mental del Hospital Provincial de Castellón y doctorando de la Escuela CEU-CEINDO; María Isabel Marí y Francisca Castellano, profesoras del Departamento de Ciencias de la Educación de la CEU UCH de Castellón; Isabel Almodóvar, doctora por la CEU UCH y profesora de Enfermería en la UJI; Ana Benito, de la Unidad de Salud Mental de Torrente; y Marta Sánchez Llorens, psiquiatra del Hospital de Manises.