CASTELLÓN | SANIDAD Y SALUD

El equipo de investigación de oncología ginecológica del Hospital General y la UJI analizan su trabajo para mejorar los resultados de la cirugía citorreductora

ELPERIODIC.COM - 19/01/2021

Los estudios han contado con el apoyo económico de la Cátedra Medtronic de Formación e Investigación Quirúrgica y una beca de investigación del Instituto de Salud Carlos III-FEDER

La introducción de la cirugía óptima en el tratamiento del cáncer de ovario avanzado (AOC) para conseguir una citorreducción completa ha tenido como principal objetivo aumentar la supervivencia y proporcionar un diagnóstico definitivo a las pacientes que permita la curación de algunos casos. Sin embargo, es altamente agresiva y a menudo presenta complicaciones postoperatorias graves que pueden causar un aumento en la mortalidad de las pacientes y el retraso o imposibilidad de tratamiento oncológico adyuvante.

Investigadores e investigadoras de la Unidad Multidisciplinar de Cirugía Oncológica Abdomino-Pélvica, los servicios de Cirugía y Radiología del Hospital General Universitario de Castelló y de la Unidad Predepartamental de Medicina de la Universitat Jaume I con la colaboración de investigadores de la Fundación del Hospital General Universitario de València, la Universitat de València y la Universidad de Texas, han realizado un estudio retrospectivo de las pacientes tratadas en este centro sanitario sobre una de las complicaciones que causa mayor morbimortalidad, la fístula gastrointestinal (GIF), que ha sido publicado en la revista Cancer Management and Research.

El estudio reseñado en el artículo «Postoperative intestinal fistula in primary advanced ovarian cancer surgery» concluye que «la mejor prevención de la fístula digestiva (y otras complicaciones) consiste en planificar una intervención orientada a conseguir la máxima citorreducción con la menor agresión quirúrgica posible» y que su aparición se deriva de múltiples factores de riesgo, principalmente el sangrado intraoperatorio y la presencia de obstrucción intestinal parcial (que aumenta seis veces el riesgo) u otros altamente correlacionados como son la extensión de la enfermedad en sí y la cormorbididad.

El equipo ha evaluado las características clínico-patológicas de 107 pacientes con cáncer de ovario avanzado que se sometieron a cirugía citorreductora primaria en el Hospital General Universitario de Castelló entre enero de 2013 y enero de 2018, así como datos demográficos, procedimientos quirúrgicos y datos de seguimiento relacionados con la fístula gastrointestinal con el objetivo de abordar los resultados existentes e investigar la relación con la supervivencia de las pacientes que lo experimentaron.

Según los resultados del estudio, dividido en dos grupos (pacientes con fístula y sin fístula), 12 de las 107 pacientes presentaron este tipo de complicación (11%) con una edad media de 62 años (cifra mayor que la edad media del resto) y una duración media de la cirugía superior (510 minutos ante 450 minutos). El equipo también ha observado que existió mayor incidencia de GIF cuando se realizó una citorreducción completa u óptima (12%) que cuando fue subóptima (7%) y que la incidencia de la complicación fue mayor (21%) en presencia de desnutrición preoperatoria que en su ausencia (8%), lo que les permitió asegurar que existe una fuerte correlación entre obstrucción intestinal, sangrado e ICP (índice de carcinomatosis peritoneal) con la presencia de la complicación.

La Unidad Multidisciplinar de Cirugía Oncológica Abdomino-Pélvica (UMCOAP) había implementado desde 2013 un abordaje multidisciplinario que ha permitido aumentar la supervivencia de las pacientes en los últimos años con la creación de un modelo predictivo de complicaciones postquirúrgicas para predecir la morbilidad.

Estándares de calidad

Los investigadores e investigadoras del grupo de trabajo UMCOAP, integrado por personal de la Unidad Multidisciplinar de Cirugía Oncológica Abdomino-Pélvica del Hospital General Universitario de Castelló y de la Unidad Predepartamental de Medicina de la Universitat Jaume I, junto con profesionales de los servicios de Obstetricia y Ginecología, Anestesiología y Cirugía del mismo centro, han elaborado un listado de estándares clínicos de la cirugía de cáncer de ovario avanzado (AOCS) que permite a los profesionales evaluar la calidad del tratamiento, considerar los aspectos que hay que mejorar y comparar su trabajo con los otros equipos.

El trabajo «Outcome quality standards in advanced ovarian cancer surgery», publicado en el World Journal of Surgical Oncology, incluye la revisión de un total de 38 estudios y favorece, dada la complejidad de las cirugías de cáncer de ovario avanzado, que el personal médico y de cirugía cuente con indicadores de calidad adicionales para determinar qué puede considerarse un tratamiento óptimo o subóptimo. Los indicadores se han seleccionado según su relevancia clínica (factores que incidieron claramente en el pronóstico o el curso postoperatorio) y la frecuencia de aparición en los diferentes estudios para asegurar una cantidad de datos suficientes para la evaluación.

El proceso de investigación se llevó a cabo en dos partes. En la primera, se identificaron los indicadores de calidad que tenían relevancia clínica en la cirugía de cáncer de ovario avanzado, con una búsqueda sistemática de guías de práctica clínica, conferencias de consenso y revisiones sobre los resultados y la calidad de AOCS que se publicaron en Medline/PubMed, Embase y Cochrane Biblioteca. La segunda parte incluyó una nueva búsqueda por cada uno de los indicadores identificados en combinación con las palabras clave de Medical Subject Heading de cáncer de ovario avanzado, ovario, cirugía y oncología de los artículos publicados entre enero de 2006 y diciembre de 2018.

Para evaluar la calidad de un servicio o proceso, hay que establecer comparaciones con algún tipo de guía o referencia (estándar) y medirse en sistemas de atención de salud básicos y costumbres sociales similares. En 2016, la Sociedad Europea de Oncología Ginecológica (ESGO) publicó una evaluación de la atención avanzada de cáncer de ovario basada en indicadores de calidad que incluía dos indicadores de calidad. El estudio presentado por los investigadores castellonenses ha usado una metodología estadística diferente que permite controlar la variabilidad inherente en los datos de diferentes instituciones; por eso, los dos estudios pueden considerarse complementarios al cubrir diferentes aspectos de la atención y la metodología de la salud de calidad.

Ambos estudios han contado con el apoyo económico de la Cátedra Medtronic de Formación e Investigación Quirúrgica, dirigida por el profesor Antoni Llueca, y una beca de investigación del Instituto de Salud Carlos III-FEDER.

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