El PP denuncia que los históricos ‘masets’ de Castelló peligran con el nuevo Plan General

La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, reclama al gobierno municipal de Castellón que “rectifique sus planes urbanísticos y no arrase una cita de valor histórico, cultural, artístico y patrimonial de nuestra ciudad como es el barrio de Crèmor, donde todavía se conservan muchas de las construcciones de verano de principios del siglo pasado, y que son una muestra viva de nuestra historia que debe preservarse”.

Begoña Carrasco ha hecho estas declaraciones después de reunirse con los representantes de los vecinos de Sant Joan del Riu Sec, la agrupación de residentes que vive en la cuadrícula comprendida entre la estación de ferrocarril de Castellón, el Riu Sec y las avenidas Alcora y Borriol. Lo ha hecho acompañada de Vicent Sales, representante del Partido Popular en la junta de distrito Oeste y después de que la entidad haya firmado uno de los 16 recursos que se han presentado contra el Plan General Estructural de Castellón.

“Los vecinos se lo advirtieron, pero el gobierno de Amparo Marco no escucha, no atiende, no hace. Los planes del gobierno socialista, responsable del área de Urbanismo, es arrasar el barrio de Crèmor, obviando las construcciones, los tradicionales masets, que en esta zona existen. No entendemos el urbanismo voraz que aplican en este punto de la ciudad, cuando existe un patrimonio que consideramos debería protegerse”, insiste.

Se refiere así a los 15 históricos masets que la Asociación de Vecinos de Sant Joan de Riu Sec ha pedido que se protejan, y que son un reflejo de una determinada tipología de viviendas de Castellón que no solo tienen un valor artístico y arquitectónico, sino también cultural y social. “Estamos hablando del Maset Calduch, de 1935; Villa Paquita, de 1885; Maset Pitarch, de 1900; Maset Ripollés, de 1900; Maset de Navarro, de 1931; Villa María Lidón, de 1898; Maset Reverter, de 1920; entre otros. Es contradictorio que el equipo de gobierno de PSPV y Compromís estén creando rutas culturales y turísticas sobre etapas en las que apenas quedan vestigios, y en cambio estén dispuestos a borrar la etapa de la historia de los inicios del siglo pasado en la ciudad”, insiste.

De los 15 vestigios, y tras la alegación de la Asociación de Vecinos de Sant Joan del Riu Sec, el gobierno municipal está dispuesto a excluir de la destrucción a cuatro de ellos. “Vemos con estupefacción que el gobierno de Castellón, y tras la primera alegación de los residentes, reconoce que hay cuatro masets que sí considera que deben preservarse, justo las cuatro que quedan fuera de la zona de desarrollo urbanístico, condenando al resto a ser derribados.  No entendemos cómo unos sí se protegen y otros no, cuando todos tienen la misma tipología. Así lo entienden los vecinos y así lo van a defender en los tribunales, porque Amparo Marco no les ha dejado otra opción que el juzgado”, ha destacado Begoña Carrasco.

En este sentido, la portavoz del PP recuerda que no es la primera vez que la amenaza de los tribunales le paran los pies al gobierno tripartito de Castellón y le obligan a rectificar por la falta de protección al patrimonio municipal, caso de la paralizada reforma de la Pérgola, que atentaba contra la protección del Parque Ribalta de Castellón, BIC de la ciudad. “El propio catálogo de patrimonio del Plan General Estructural ya admite que hay viviendas que merecen y deben protegerse y ya en el año 2018, el Servicio Territorial de Cultura y Deporte hablabama de que había que “estudiar y valorar la protección de toda una serie de masets construidos a finales del siglo XIX y principios del XX para incluirlos en el Catálogo de Protecciones. No entendemos cómo la intención del gobierno de Amparo Marco es derribarlo todo y abrir avenidas de hasta 25 metros de anchura y alzar entere 700 y 1.000 viviendas en una zona que ahora tiene una baja densidad urbana y es un pulmón verde”, ha indicado, al tiempo que recuerda que por este punto pasa una vía pecuaria y que cada día transitan por él 3.000 estudiantes que se dirigen a la UJI.

Begoña Carrasco se compromete a buscar una solución que compatibilice la preservación de las viviendas y el entorno natural de Crèmor, con el desarrollo urbanístico y su integración con el resto de la ciudad, “que en ningún caso pasa por arrasar el barrio”. Una opción que para los vecinos pasa por la puesta en marcha de un instrumento urbanístico como es un Plan de Reforma Interior (PRI).