Cultura tramita la declaración de BIC inmaterial de las "Normas de Castellón"
Cultura presentará mañana en el pleno del Consell la incoación del expediente de la declaración de Bien de Interés Cultural Inmaterial a favor de las Normas de Castellón. «Esta tramitación permanecía archivada y ahora se ha reactivado dada la relevancia de un patrimonio cultural y lingüístico como son las Normas de Castellón, porque es de justicia, porque son un referente de la normalización de nuestra lengua y de su regularización, y porque este expediente es fruto de un acuerdo con el Ayuntamiento de Castellón que hacía años que estaba guardado en un cajón y que nosotros por fin lo hemos sacado para dignificar nuestra lengua y lo que significó esa firma de las Normas de Castellón», ha explicado el conseller Marzà.
Las Normas de Castellón, también conocidas como Normas del 32, nacieron del consenso de literatos, gramáticos y lingüistas para afrontar todos los cambios que estaba experimentando la lengua en una sociedad cambiante y, así, garantizar su uso social, administrativo y académico. Es por eso que la normativa que genera actualmente la máxima institución en materia lingüística, la Acadèmia Valenciana de la Llengua, se basa en las Normas de Castellón.
En este sentido, Enric Nomdedéu, vicealcalde de Castellón de la Plana, recuerda que «ya en 2010 pedí la declaración BIC de las Normas de Castellón. Esta moción fue apoyada por todos los grupos políticos del consistorio, la Universitat Jaume I y la Acadèmia Valenciana de la Llengua pero nunca fue aprobada por el anterior Consell valenciano; incluso después de ser recomendado por la Diputación de Castellón, que también votó a favor por unanimidad».
Este reconocimiento, ochenta-tres años más tarde, es un trámite necesario para que los hablantes tomen conciencia de la necesidad de seguir una normativa y para alcanzar el pleno apoyo institucional mediante su uso y promoción.
Además de las Normas de Castellón, la resolución de incoación incluye también las instrucciones para protegerlas, a través de las competencias de la Generalitat Valenciana para su normal desarrollo y pervivencia y la conservación de sus valores.