Cultura expone las obras y el talento de los artistas de las ‘Beques Hàbitat Artístic Castelló’
El Menador acoge desde esta tarde y hasta el 27 de marzo los trabajos de cinco de los becados de la 10ª convocatoria
Los y las artistas castellonenses Cristina Santos (Vila-real, 1990), Nacho Rosel (Salamanca, 1979, - actual residente en Castelló), Gerard Bomboí (Castelló, 1994), Lara Ordóñez (Castelló, 1995) y Ana Beltrán (Alcora, 1986) expondrán sus trabajos realizados durante las ‘Beques Hàbitat Artístic Castelló’ a partir de esta tarde, y hasta el 27 de marzo, en el Menador Espacio Cultural. Ellas y ellos son los beneficiarios de la décima convocatoria y desarrollaron sus obras en la Rectoria de Sant Pere de Vilamajor (Barcelona) o en la residencia GlogauAir Artist in Residence Program (Berlín) al llarg del 2021.
El programa, impulsado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Castelló que encabeza la edil Verònica Ruiz, permite exportar el arte de Castelló a Europa y otras capitales importantes del Estado y supone un aprendizaje extra y experiencia única para los artistas de Castelló. Ahora, Cultura recupera esta experiencia y trabajo y lo expone en el Menador.
La concejala Ruiz ha querido poner de relieve “la oportunidad que suponen estos programas para jóvenes talentos emergentes y otros ya con gran bagaje” para añadir que ”las Becas Hàbitat Artístic que este año volveremos a convocar refuerzan el compromiso de este gobierno con el sector cultural y nuestros artistas”.
Cabe señalar que a estos cinco artistas se suma, dentro de la 10ª convocatoria de las becas Hàbitat Artístic Castelló, la propuesta ‘El muro invisible’ del fotógrafo castellonense Paco Poyato, que ya se expuso el pasado septiembre en el Menador.
Más sobre las exposiciones
‘Limit 40 Minutos, 1h 9m. Daily Average, 1h 54m’ de Cristina Santos
En su trabajo, Cristina Santos analiza la relación cotidiana con la producción visual en el contexto de internet, los smartphones y las redes sociales. Su práctica artística puede utilizar fotografía y video, pero está profundamente arraigada a la pintura. A través de sus piezas la artista muestra el vacío implícito en el exceso de producción y consumo de la imagen. La economía de plataformas se beneficia de las limitaciones de nuestra mente y transforma nuestros impulsos en malos hábitos. Esto se traduce en un consumo visual sin pausa, donde el lenguaje se adelgaza, pierde sentido y tiende a la abstracción.
‘El que importa és el viatge’ de Nacho Rosel
En esta serie se presentan imágenes a través de dípticos y trípticos, que están unidas por su valor estético, sensorial y expresivo. La relación entre las fotografías expresan la interpretación de temas vitales, que, a su parecer, han definido nuestro siglo, como la religión, el consumismo, las redes sociales o las relaciones de pareja…
‘Filo’ de Gerard Bomboí
La arena acumulada en los zapatos, el estado del suelo antes y después de las fiestas del pueblo, los alrededores de la residencia, los paseos por el paisaje del macizo del Montseny, los pliegos de un fotolibro, el frío y las oscuras tardes del invierno son las experiencias que determinan el color y la forma de estas pinturas que, más que contener una imagen, irradian un ambiente o configuran una nueva matriz a partir del cual puede seguir pintando el artista.
‘Aixovar d’espai’ de Lara Ordóñez
Este trabajo busca establecer diálogos a partir de fragmentos, espacios y objetos del lugar habitado, mediante asociaciones con la memoria y la identidad, tanto propia como colectiva. Así, es posible estudiar la capacidad de comunicación de la materia. El poder narrativo del tejido y de los objetos permite generar diálogos entre sus propiedades, usos y simbología. De este modo, se genera un ajuar de objetos y conocimientos heredados, dándoles la oportunidad de ser leídos, estableciendo conexiones entre la memoria individual y memoria colectiva.
‘Per bruixa’ de Ana Beltrán
Estas obras forman parte de “Per bruixa”, una serie sobre los estereotipos y los sistemas de poder entre sexos que se establecen por medio de las diferencias generadas por los roles de género. En las diferentes piezas, la artista hace alusión a las estructuras, a las diferentes visiones de la mujer en distintas épocas, al imaginario de la mujer como bruja. Desde la expresión creada investigando el material y sus formas, Beltrán genera unas obras que toman bastante en la textura y los volúmenes. En estas obras monocromas predomina el claroscuro y se reflexiona sobre nuestra capacidad de modificar el contexto, de su maleabilidad si tomamos conciencia de nuestro poder.