El Colegio de Médicos de Castellón organiza hoy un debate sobre políticas sanitarias

El salón de plenos del Colegio de Médicos de Castellón acogió ayer un debate sobre las políticas sanitarias, moderado por el presidente de la institución colegial, José Antonio Herranz, y en el que participaron representantes del PP, PSPV, Compromís, EU, Ciudadanos y Podemos. Todos partieron de una línea básica, al coincidir en la defensa de una sanidad pública, universal y de calidad, aunque cada partido añadió sus matices. Sostuvieron la necesidad del impulso y dotación de recursos a los médicos de Atención Primaria, como pilar de la sanidad, al tiempo que reclamaron mayor formación para estos profesionales, que repercutirá en la calidad de la atención al paciente, que todos ponen como eje sobre el que debe pivotar la prestación de los servicios.

Las discrepancias surgieron al abordar la gestión hospitalaria, puesto que los conciertos público-privados y la "privatización" de la sanidad de la Comunitat Valenciana sigue separando a los partidos políticos. Así, el representante del PP, el director-gerente del Hospital de La Magdalena, Ramón Jiménez, defendió y enumeró los resultados de la gestión sanitaria de su partido en la Comunitat y destacó la valoración muy positiva que tienen los ciudadanos de la atención que reciben en hospitales y centros de salud.

Por su lado, Ignacio Subías, portavoz de sanidad del PSPV en les Corts Valencianes, insistió en que los socialistas buscan "garantizar un sistema público basado en la universalidad, solidaridad, equidad y gestión y financiación públicas", con tres líneas de actuación básicas: conseguir la recuperación de derechos, teniendo en cuenta "la universalización de la prestación sanitaria asistencial y la eliminación del copago", la recuperación del sistema sanitario público, a través de "las concesiones administrativas, la gestión de la alta tecnología y el control más exhaustivo de los servicios externalizados" y, finalmente, la democratización del sistema. Al tiempo que recordó que es preciso eliminar el copago a los dependientes y a los pensionistas que cobren menos de 1.000 euros.

Desde la perspectiva de Esquerra Unida, el coordinador del área de Sanidad, Francisco Valero, subrayó que la salud es un derecho y que "no puede ser jamás una mercancía" y por ello, el Sistema Nacional de Salud (SNS) tiene que estar financiado por los presupuestos generales, ser integral, de calidad, solidario y centrado en la Atención Primaria (AP) y la prevención. Al tiempo que, como sus compañeros de mesa, salvo el PP, apostó por derogar el real decreto que regula el acceso a la atención sanitaria por considerarlo excluyente, o suprimir las tasas y copagos por injustos.

En esta línea, Enrique de Ochoa, de Ciudadanos subrayó la importancia de mantener y garantizar un sistema sanitario público y universal que garantice el acceso a la atención a todos españoles y dejó en manos de la UE el determinar qué pasa con aquellos ciudadanos en situación irregular. De Ochoa sostuvo la necesidad de aprovechar los recursos materiales existentes, "evitando las desigualdades" y considerando que "una única central de compra" para todos los sistemas de salud españoles podría conllevar "un ahorro de casi el 20 por ciento del gasto farmacéutico". Entre sus propuestas, la necesidad de la equiparación al alza de los sueldos de los profesionales, a los que se debe facilitar la formación y el poder investigar, para lo que reclamó a la Administración una mayor inversión.

Desde Podemos, Carlos Navarro, médico y miembro del Círculo de Sanidad de Castellón, mostró su desacuerdo con "las privatizaciones" y afirmó que su formación quiere "un servicio sanitario público, financiado con impuestos, de cobertura universal y que sea accesible a todos los ciudadanos", incluso para los emigrantes. Un sistema que garantice, dijo, más cercano a los ciudadanos, en el que "debe primar la transparencia". Añadió que el nuevo modelo debe consensuarse con los agentes implicados, entre los que se encuentran los Colegios de Médicos.

El representante de Compromís, Enric Nondédeu, apostó por una sistema sanitario universal, público, gratuito y equitativo, añadiendo "de calidad y adecuadamente financiado". Un sistema que "evite los recortes presupuestarios y que apueste por la mejora de la gestión" y rescate las concesiones. Al mismo tiempo que consideró necesario profesionalizar la gestión sanitaria e incentivar la carrera profesional de los médicos.

Mientras, Subías, Valero y Navarro consideraron clave apostar por un sistema sociosanitario en donde existiese una coordinación real de sanidad con bienestar social. En concreto, desde el PSPV-PSOE, sería positivo implementar "un plan de vigencia sociosanitaria 24 horas" y velar por que la figura del médico de AP se sitúe en su lugar correspondiente, "el eje del sistema sanitario", lo que apoyó De Ochoa.

Mejora de las retribuciones

Las retribuciones de los profesionales sanitarios fue uno de los temas que puso sobre la mesa Herranz y que obtuvo diferentes respuestas de los participantes. Los distintos portavoces de las formaciones políticas coincidieron en que los profesionales están mal pagados y que es preciso revisar sus percepciones al alza, incluso equipararlas en todo el Estado. Como coincidentes fueron en que habría que acabar con la precariedad laboral, las interinidades prolongadas y los contratos eventuales. En esa línea Navarro (Podemos) tuvo el apoyo de De Ochoa (Ciudadanos) que pidió "la consolidación de los contratos eventuales", igual que pidió Subías, que abogó por estabilizar a los profesionales. Las discrepancias surgieron acerca de cómo incentivar la productividad de los médicos, poniéndose sobre la mesa que podía ser vía Carrera Profesional o impulsando la investigación.

La situación de la Atención Primaria, la necesidad de aumentar los recursos económicos a ella destinados, así como facilitar y fomentar la formación de los profesionales y hacerla compatible con la investigación fueron motivo de debate por los participantes. Los seis grupos políticos consideran a los médicos de Atención Primaria (AP) como el sostén del sistema, dado que son quienes atienden a diario a los pacientes. Todos coinciden en la falta de recursos y tiempo para dedicarles, por lo que reclaman a la Administración que dote a la AP de un mayor presupuesto. Navarro (Podemos) apuesta porque este área tenga mayores medios porque pueden realizar un buen trabajo para evitar las listas de espera y puso de ejemplo las prácticas cirugía menor. Subías (PSPV) apoya la necesidad de autonomía de gestión y la necesaria coordinación con la Especializada. De Ochoa (Ciudadanos) considera que la AP debe estar integrada. Y Nomdédeu defendió el servicio de calidad que dan los profesionales de Primaria a los pacientes, pero reclamó mayor tiempo de atención.

El futuro del Hospital Provincial de Castellón y el planteado por el PP para la Vall d'Uixó también fue objeto de las intervenciones de los políticos que coincidieron en que el Provincial debe integrarse en la red pública de hospitales de la Comunitat Valenciana y depender de la Conselleria de Sanitat. Jiménez (PP) defendió la postura de su partido de rescatar el Hospital Provincial abandonado en la etapa socialista, apuntó, y apoyó su integración en la red pública. Unánime fue la respuesta afirmativa a la construcción del Hospital de la Vall d'Uixó.

Acerca de la edad de jubilación de los profesionales, los presentes se mostraron favorables a que cada uno pudiera decidir cuándo se jubila y, por ende, favorables a derogar la norma que establece la edad de jubilación. Nomdédeu (Compromís) matizó que debe haber flexibilidad y que se puede facilitar la segunda actividad, fomentar los programas sénior y, en último caso, tener en cuenta la opinión del implicado. De Ochoa (Ciudadanos) considera que se puede ampliar la edad de jubilación a los 67 años.

Entre los asistentes estaba el alcalde de Castellón, médico de profesión, Alfonso Bataller, que pidió turno de palabra para defender la gestión realizada por el PP en la recuperación del Hospital Provincial y matizar las dimensiones del Hospital de la Vall d'Uixó, para lo que recurrió a ratios de ocupación de hospitales cercanos como el de La Plana. Se mostró partidario de hacer un centro funcional, tipo Segorbe.