Castelló valora el ‘modelo Maestría’ para calmar el tráfico

La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, y el concejal de Ordenación del Territorio, Rafa Simó, han pulsado la opinión vecinal sobre la reforma integral del entorno de Maestría entre quienes residen en el barrio en una visita en la que también han estado técnicos municipales de Urbanismo. Vecinos y vecinas valoran en general la transformación urbana, trasladan propuestas de mejora y aplauden la reducción del paso de vehículos propiciada por la implantación de la ‘supermanzana’, que ha supuesto un descenso a la mitad del tráfico y, por consiguiente, una mejora de la calidad de vida de las familias residentes en uno de los barrios más emblemáticos de Castelló.

“El cambio urbano que se ha registrado en esta zona se percibe de forma generalizada y la gran mayoría de las personas que viven aquí aprecian las mejoras urbanísticas que se han impulsado”, esgrime la alcaldesa. “Ha sido una reforma integral concebida para hacer un barrio más saludable, con más protagonismo para el peatón, menos contaminación ambiental y acústica, y mucha más seguridad, en especial para las niñas y los niños que acuden a clase al colegio Ejército”.

Marco ha apuntado la importancia de reducir el tráfico en un barrio caracterizado por la existencia de calles estrechas, con lo que se avanza hacia una ciudad más amigable y con mayor calidad de vida, donde se gana accesibilidad y se aumenta la seguridad vial al reducir la velocidad máxima a 20 kilómetros por hora”. El Ayuntamiento de Castelló ha invertido 1,5 millones de euros en una actuación que también ha contemplado la renovación de redes subterráneas de servicios, de aceras y asfaltado.

El concejal de Ordenación del Territorio y Movilidad, Rafa Simó, también ha valorado la reducción del tráfico de paso, que se estima en una media de 2.000 vehículos menos al día. “Esta doble transformación, urbana y de movilidad, ha logrado su principal objetivo de reducir el tráfico que soportaban estos viales, pero todavía requiere tiempo para asentarse”, indica.

Además de los sentidos concurrentes y la reducción de la velocidad, también se han ubicado las plazas de aparcamiento alternativamente en los tramos de una misma calle para “reforzar la sensación de que no son viales de paso y conseguir reducir la velocidad”. Otra de las mejoras implantadas ha sido la utilización de asfalto fonoabsorbente para minimizar el ruido.

No obstante, Simó ha recordado que se trata de la primera experiencia en este nuevo modelo urbanístico, se están estudiando las demandas de la asociación de vecinos para ganar en sensación de seguridad vial. Coincidiendo con una de las reflexiones vecinales de mejora planteadas por el barrio, Urbanismo –en colaboración con el área de Seguridad Pública– está estudiando la colocación de elementos de protección en esquinas sin que ello impida el paso de vehículos de emergencias.

Simó también ha avanzado que, antes de que acabe el periodo de garantía de las obras, se subsanarán las deficiencias detectadas en rigolas, el cambio de algunos imbornales, el relleno de alcorques y la modificación de la pendiente de un tramo de acera. En este sentido, el concejal ha apuntado que se está consensuando con los vecinos cuál es la mejor opción para minimizar la pendiente sin que suponga un problema de accesibilidad.