Carrasco traslada al Obispo su oposición a que se retire la Cruz del Parque Ribalta "porque no es una prioridad"

La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, y el concejal de su equipo Vicent Sales han mantenido una reunión de trabajo con el Obispo de la Diócesis Segorbe-Castellón, D. Casimiro López Llorente, con el fin de mantener un encuentro de trabajo y analizar cuestiones de actualidad vinculadas con la capital.

Durante la misma se abordó la inminente eliminación, por parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castellón, de la cruz cristiana que compone el monumento a las víctimas de toda la violencia del Parque Ribalta. Una decisión que cuenta con la oposición del Partido Popular. “Es un monumento resignificado hace 43 años que rinde homenaje a todas las víctimas de la violencia sin distinción y en medio de una crisis económica como en la que estamos no es una prioridad a la hora de ayudar a los castellonenses”, señala Carrasco.

“Si hace 43 años los grupos políticos que formaron parte de la corporación municipal fueron capaces de llegar a un entendimiento, precisamente para no ahondar en la división de la sociedad, no hay motivo para revivir el pasado”, insiste.

Desde el Partido Popular se aboga por un Castellón de todos y para todos, sin decisiones que atiendan al sectarismo político de unos pocos y sin la persecución a un monumento con simbología cristiana. “Es una decisión innecesaria desde el punto de vista urbanístico, social y económico”, explica la portavoz Popular.

En este sentido no deja de pensar en las dificultades que tienen las familias para llegar a fin de mes, “con todo más caro, la luz, la gasolina, el pan, el encarecimiento de la vida en general, lo que preocupa y ocupa al gobierno es destinar 80.000 euros a sacar la Cruz del Parque Ribalta. Si preguntaran a los castellonenses les dirían donde estaría mejor invertido ese dinero, el problema es que no escuchan”.

Cabe recordar que los Populares presentaron alegaciones a la eliminación de la Cruz del Parque Ribalta basándose en argumentos históricos y jurídicos que demuestran que la Cruz del Ribalta es un símbolo cultural, que nada tiene que ver con un punto de concentración de exaltación a la dictadura como se empeñan en hacer creer los socios de gobierno, es más, en los últimos 40 años no se puede considerar que haya sido foco de concentraciones de ningún tipo.