Carrasco pide ayudas para el comercio y la hostelería de Castellón para no perder tejido productivo y empleo
"Los establecimientos de proximidad están atravesando su peor momento sin ayudas de ningún tipo. Son muchos los obstáculos y muy poca o nula la empatía que muestra el gobierno municipal"
"Necesitan ayudas económicas y campañas eficaces, no más palos en la rueda como los que suponen las decisiones políticas que acaban haciendo un centro inaccesible"
La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, insta al gobierno municipal a ayudar al comercio y la hostelería de Castellón antes de tener que lamentar más pérdida de tejido productivo y empleo.
El balance con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) no arroja resultados positivos, sino el cierre definitivo del 13% de los establecimientos comerciales de proximidad que no volverán a abrir en nuestra provincia, en su mayoría ubicados en la capital. “Los establecimientos de proximidad están atravesando su peor momento sin ayudas de ningún tipo. Son muchos los obstáculos y muy poca o nula la empatía que muestra el gobierno municipal, la administración más cercana, que cuando se quiera dar cuenta será tarde”, explica la portavoz Popular.
Las propias asociaciones de comerciantes llevan alertando de los pronósticos negativos sobre la continuidad de estos locales desde hace años. Cabe tener en cuenta que muchos no han superado la pandemia y los que los que sí, ha sido a costa de asumir importantes pérdidas por la caída de ingresos, arrastrando la pérdida de puestos de trabajo. “La inflación disparada, que ha hecho hoy estemos pagando los productos de la cesta de la compra un 40% más caros que hace un año tampoco ayuda. Todo son trabas, un suma y sigue sin verse compensados de ninguna manera”, lamenta.
Y añade: “Lo que necesitan son ayudas económicas y campañas promocionales eficaces. No más palos en la rueda como los que suponen las decisiones políticas que acaban haciendo un centro inaccesible. Como ya pasa con el cierre de la avenida de Lidón y en breve con las obras de la plaza de la Paz. También con el sistema sancionador de cámaras, que se extenderá a toda la almendra del ‘Castellón Central’, que supone cerrar al tráfico 750.000 metros cuadrados de zona urbana. Sumado ahora a la obligatoriedad de adaptarse al decreto de eficiencia energética, con el desembolso extra y no menor que supone invertir en el cierre automatizado de las puertas para mantener los 27 grados de temperatura”.
Carrasco denuncia que la imposición del Decreto de ahorro energético que, “de manera improvisada, sin tiempo de asimilación y sin diálogo ni consenso alguno con los sectores afectados, supone un obstáculo más en la deriva de estos establecimientos. Nadie está en contra de la eficiencia energética. Sí al ahorro de energía, pero no a costa de ponérselo difícil a quienes llevan soportando una pandemia y una crisis estoicamente, pese a los bajos ingresos. Los castellonenses agradecerían más política municipal útil y menos ideología y enfrentamientos entre socios de gobierno, que están más preocupados por las elecciones que por el interés general”.