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Carrasco: “Marco ha perdido la oportunidad de demostrar que respeta la participación ciudadana, no desistirá de la reforma en la avenida de Ldón”

Carrasco: “Marco ha perdido la oportunidad de demostrar que respeta la participación ciudadana, no desistirá de la reforma en la avenida de Ldón”
  • Begoña Carrasco lamenta que la alcaldesa Amparo Marco dé la espalda a los vecinos siguiendo adelante con una reforma en la Avenida de Lidón que nadie quiere, que nadie ha pedido y que va a traer más problemas que beneficios

  • “Ni siquiera viendo y escuchando el vídeo que los vecinos han grabado evidenciando su posición en contra le ha hecho desistir en su empecinamiento”

La portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, lamenta que la alcaldesa Amparo Marco haya perdido la oportunidad de demostrar que respeta y acata las decisiones surgidas de los procesos de participación ciudadana. “Procesos de los que tanto presume, pero que no son más que una pantomima para el gobierno municipal de izquierdas y el ejemplo lo tenemos con inexistente incorporación de las peticiones vecinales respecto a la reforma de la Avenida de Lidón, empezando por no cumplir lo primero que pedían los vecinos, que era que no se eliminara el carril de entrada a la ciudad desde la Rotonda de Tombatossals a María Agustina”, señala.

El gobierno municipal de PSOE, Compromís y Podemos ha rechazado en el Pleno la iniciativa de los Populares que pedía desistir del proyecto de reforma de la Avenida de Lidón, que va a costar 3,3 millones de euros “que nadie quiere, que nadie ha pedido y que como dice una gran mayoría de vecinos, no mejora la calidad de vida de los castellonenses sino que les va a traer más problemas que beneficios”, señala Carrasco. Ni siquiera la reproducción de un vídeo elaborado por los propios vecinos y comerciants de la zona exponiendo los motivos de su rechazo a la obra, que ha mostrado la portavoz del PP desde su tablet, ha servido para que la alcaldesa diera su brazo a torcer.

“El prometido proceso de participación ciudadana, mientras por detrás agilizaba la tramitación y los plazos de licitación, no ha sido más que un teatro para que Marco pudiera decir que el 90% de las propuestas de los vecinos se habían tenido en cuenta en el proyecto. El informe que hace mención al proceso participativo en ningún momento alude a ese 90% ficticio. Solo ha servido para dar 17.000 euros a una empresa amiga de la izquierda para que les elaboren un documento que ponga por escrito lo que el gobierno municipal quería oír”, denuncia Carrasco.

Los documentos técnicos admiten que el proyecto no da solución a las 1.200 familias que llevan a sus hijos a la Consolación. Y convertirá en un embudo la avenida María Rosa Molás y el Camí la Plana. El último tramo hasta la basílica será únicamente peatonal por lo que dejan aislada la basílica de Lledó y el asilo, además de impedir cruzar la avenida transversalmente en el tramo más urbano.

Los Populares han pedido, sin éxito, la paralización definitiva del proyecto tal y como está, “les pedimos que escuchen las necesidades reales de los vecinos, que son fácilmente asumibles y más baratas que su propuesta, y dediquen esos 3,3 millones a inversiones en barrios que tienen necesidades más acuciantes”, ha reiterado Carrasco.

‘No’ a 300 vecinos de Marjalería

Los Populares no han conseguido sacar adelante otras dos iniciativas, pese a ser reivindicaciones de los propios castellonenses, que ante el ninguneo del gobierno municipal por la falta de respuestas, los concejales del PP han forzado debatir en el pleno. “Una vez más se demuestra que la alcaldesa ni escucha a los vecinos de Lledó, ni a los 300 vecinos de la Marjalería afectados por inundaciones desde hace dos años, ni a los hosteleros de Campoamor que solo piden trabajar para continuar abiertos. El ‘No’ rotundo a todas nuestras propuestas es un ‘No’ rotundo a necesidades ciudadanas”, añade Carrasco.

En el caso de los vecinos de la Marjalería, el concejal Sergio Toledo ha puesto voz a los más de 300 vecinos de las partidas Bovar, la Molinera y Senillar, en la Marjalería, que llevan dos años sufriendo inundaciones a causa de la rotura del colector central de aguas, impidiendo a vecinos entrar en sus propiedades desde hace dos años por tenerlas completamente anegadas y “sin ninguna intención por parte del gobierno municipal de darles una solución como ha quedado demostrado, pese a que pagar sus impuestos, como otros vecinos de otras zonas de Castellón. La reparación de la tubería cuesta 200.000 euros, menos de la mitad de los que el gobierno se ha gastado en reformar sus despachos en el Ayuntamiento”, ha explicado.

Desgraciadamente, “la Marjalería no entra en los proyectos de remodelación del Acord de Fadrell, es una de esas zonas olvidadas por el tripartito y con promesas electorales que nunca se cumplirán”, añade Toledo.

‘No’ a los hosteleros de Campoamor

Por último, con respecto a la iniciativa de los Populares que pedía autorizar a los negocios de hostelería de la calle Campoamor a sacar mesas y illas a la calle, sin obstaculizar el paso de vehículos y viandantes, para ampliar su servicio de comidas y cenas, con la intención de compensar las restricciones de aforo en el interior, también ha sido rechazada por el gobierno tripartito de izquierdas.

La concejala Popular María España ha defendido a los hosteleros en su justa de reivindicación para que “simplemente les dejen trabajar para mantener abiertos sus negocios”. Y ha reprochado la distinta vara de medir que gasta el edil socialista de Vía Pública para autorizar a unos locales a sacar terrazas y a otros no, “calles como Huerto de Mas, Cervantes o Sanchis Albella han conseguido sacar mesas y sillas a la calle tras meses de insistencia de los propietarios y el Partido Popular de su mano”, recuerda.

Y añade: “Lo que no puede ser, es que las concesiones del gobierno municipal sean como una tómbola en la que en condiciones similares, unas veces toca y otras no toca. Las demandas de los hosteleros que operan en zonas como el centro de la ciudad y que le solicitan ayuda para ampliar el espacio de ocupación de vía pública en determinados enclaves con el fin de colocar en la calle mesas y sillas que les permitan dar servicio de comidas y cenas, deben ser atendidas todas de la misma forma porque todos han sufrido por igual las restricciones de esta pandemia”.

“Con el sector viviendo una situación límite, no es tanto lo que piden los hosteleros de Campoamor, sin embargo el gobierno municipal se opone a que saquen mesas y sillas a la calle, mientras dure la pandemia, al menos los fines de semana. Lo que necesitan estos hosteleros es un concejal que se desviva en buscar soluciones excepcionales a situaciones excepcionales. Sin embargo, Amparo Marco sigue sin ser consciente de la necesidad de mantener el tejido empresarial de Castellón dándole alguna válvula de oxígeno, de mantener una ciudad viva, llena, atractiva, para el beneficio no sólo de la hostelería, sino de comercios y otros servicios que se retroalimentan y necesitan unos de otros para evitar que el centro muera”, concluye María España.

Ciberataque

Con respecto a la comparecencia del gobierno municipal por el ciberataque, el concejal del PP Sergio Toledo lamenta que se siga sin conocer el alcance real del delito, “seguimos sin saber el número de afectados a los que según ha dicho el gobierno de izquieradas sólo tienen intención de comunicarles que han sido víctimas de un ciberataque pero nada mas, dejando que sean ellos mismos quienes se defiendan”.

“El Ayuntamiento sigue funcionando a medio gas, servicios, los mínimos, pero el cobro de los impuestos no se retrasa, para esta no hay ciberataque que valga, y a pesar de la situación el gobierno de Amparo Marco tampoco está dando facilidades de pago para aliviar la presión fiscal en plena pandemia impidiendo fraccionar el pago de impuestos como el IBI, por cierto el segundo más caro de España, porque al no poder acceder a consultar expedientes, la única posibilidad es pagarlo todo de una sola vez”, insiste.

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