La Calòrica ofrece su crítica sobre la precariedad laboral en clave de humor al Paraninfo de la UJI
El Paraninfo de la Universitat Jaume I presenta Sobre el fenomen de les feines de merda, una obra con la que La Calòrica se acerca cómicamente a una realidad tan omnipresente en las sociedades occidentales, por no decir capitalistas, como perpetuamente ignorada: la mediocridad de los trabajos. La representación, dirigida por Israel Solà, se podrá ver el viernes 29 de enero de 2016, a las20 horas. Las entradas a un precio de 10 euros, y de 8 euros en el caso de las tarifas reducidas, se pueden adquirir en la web www.paranimf.uji.es o en taquilla dos horas antes del espectáculo.
Desde La Calòrica se plantean si esta época de crisis económica pero también social nos habrá enseñado algo «ahora que nos prometen el regreso a las épocas de las vacas gordas en las que todos volveremos a tener trabajo para dar y vender». Así, se preguntan «si volveremos a aceptar trabajos denigrantes hacia nosotros y hacia los otros; si nos dejaremos seducir por unas falsas creaciones laborales organizadas por ayuntamientos y diputaciones con dinero europeo e intenciones puramente electoralistas; si aceptaremos trabajos que un papelito enganchado a la puerta de entrada harían más efectivamente que nosotros…». Y estos tres ejemplos no son aleatorios sino que son algunos de los que muestra La Calòrica combinando teatro con narración, dejando que cada miembro del grupo coja el micrófono (literalmente) y explique a la audiencia cuál ha sido su trabajo de mierda.
Cada uno de los cinco actores explica una anécdota de su vida laboral mientras el espectador la ve por detrás representada y, sobre todo, muy bien coreografiada. No importa si se trata de experiencias reales suyas o si son creaciones ficticias, su veracidad es tan grande, la identificación de los espectadores es tan inmediata y absoluta, que la verdad del tema acontece superflua. Ya la tiene, la verdad: cuando una historia está bien explicada, muy ligada y acontece dinámica y entretenida, su autenticidad deja de tener importancia. Lo único que importa es que durante 75 minutos el espectador puede relajarse y reírse de las desgracias de los otros, de los trabajos de mierda de los otros y, puntualmente, plantearse si está mucho mejor.
El trabajo parte de un artículo del antropólogo y activista norteamericano David Graeber, donde hace una radiografía del actual sistema laboral poniendo más énfasis en la mirada existencial que en la política. Habla sobre todo de la sensación que provoca ir cada día a trabajar y saber que, si un día no vas, no pasa nada o todavía es mejor para el mundo. Pero este tan sólo fue el detonante: «Hemos querido hablar de trabajos concretos o situaciones en las que todo el mundo se sienta identificado en un momento u otro, que nos hayan pasado a nosotros o a gente de nuestro entorno inmediato. Hemos hecho un vaciado de historias, las hemos compartido y las hemos trabajado dramatúrgicament. Todas tienen un componente real», ha explicado Joan Yago, responsable de dramaturgia. El director, Israel Solà, explica que se encuentran «muy contentos porque hemos provocado un punto de teatro del absurdo con los ejemplos que se ponen. No es una obra llorica, es cañera, crítica y tiene mucho de humor».