Calles exige al alcalde que saque a Castellón de la foto de la corrupción
“La imagen de Alberto Fabra como palmero jefe de Castellón perjudica a toda la ciudad”, afirma el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Castellón
El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Castellón, Juan María Calles, exige al alcalde que “saque a Castellón de la foto de la corrupción”. “La imagen de Alberto Fabra como palmero jefe de Castellón, a la derecha de Camps, perjudica la imagen de la ciudad. Castellón no puede aparecer más ante los ojos de toda España como un baluarte de la corrupción política”.
“Fabra no se da cuenta del daño moral que está haciendo a Castellón con su adhesión inquebrantable a un político que pisotea la ética, que ha mantenido amistades peligrosas con una verdadera mafia empresarial y que ha mentido a la Comunitat Valenciana”, añade el dirigente socialista.
Calles conmina a Fabra a “desmarcarse de la corrupción” y a “defender un proceso de renovación ética en el PP”. “Los ciudadanos de Castellón no podemos consentir que el alcalde actúe como el escudero fiel de Camps y del otro Fabra, el presidente de la Diputación, que representan lo peor de la política con comportamientos indecentes”.
Así mismo, asegura que “el enrocamiento de Camps está repercutiendo de forma negativa en Castellón”. El portavoz socialista recuerda que “la Comunitat Valenciana es la que más incremento del desempleo ha experimentado por culpa de la inacción del Consell”. Según Calles, “desde que estalló el escándalo de los trajes, el presidente Camps está desaparecido, se ha escondido de la realidad y ha dejado la Comunitat en el desgobierno”.
“La Generalitat Valenciana tiene competencias plenas en políticas activas de empleo, pero Camps sólo piensa en cómo salir del laberinto en el que le han metido sus amiguitos del alma de Orange Market”, afirma. “Castellón sigue sin planes de empleo, no hemos recibido aún ni un céntimo del Plan Confianza, seguimos sin Centre de Convencions, sin Ciudad de las Lenguas, sin Megaespai, sin sede de la VIU, sin completar la red metropolitana del Tram, sin Fábrica Dávalos, sin la prometida pero nunca explicada Ciudad de la Euforia, sin colegios, sin institutos y sin centros de salud”, apunta.