Amparo Marco lleva al pleno municipal una nueva agenda de inversiones de la Generalitat para la ciudad de Castellón

El grupo socialista de Castellón ha presentado una declaración institucional para que el Ayuntamiento y la Generalitat renueven el compromiso de inversiones para la capital de la Plana. “La ciudad de Castellón ha sido marginada de las grandes inversiones en los gobiernos autonómicos, especialmente entre 1995 y 2011, y es necesario reivindicar esa deuda histórica ante el nuevo presidente de la Generalitat”, afirma la portavoz socialista, Amparo Marco.

“Alberto Fabra conoce de primera mano los compromisos de inversión que la Generalitat ha incumplido. Los socialistas queremos que el nuevo presidente del Consell demuestre una sensibilidad política especial con Castellón, la ciudad en la que ha sido concejal en los últimos 20 años, y fije un calendario de ejecución de los proyectos estratégicos que han de contribuir al desarrollo económico y social de la ciudad”, destaca.

Marco recuerda que los presupuestos del Consell han excluido de forma persistente los principales proyectos prometidos por el Partido Popular para la capital de la Plana durante las sucesivas campañas electorales, que han quedado sin consignación económica o con partidas presupuestarias nimias que han hecho inviable su ejecución en el transcurso de este periodo de tiempo.

“La marginación y en ninguneo han sido reconocidos por el PP, pero no se ha hecho nada para cambiar las cosas”, resalta. El 14 de enero de 2010 los entonces alcalde de Castellón y presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y Francisco Camps, respectivamente, mantuvieron una reunión de trabajo tras la que se anunció una inversión extrapresupuestaria en Castellón de 400 millones de euros. Sin embargo, el compromiso inversor no se ha llegado a concretar ni ejecutar en el transcurso de los 18 meses transcurridos desde aquella fecha.

El grupo socialista considera que los cambios en la presidencia de la Generalitat por la dimisión de Francisco Camps y su relevo, precisamente, por Alberto Fabra, obligan a exigir la renovación de los compromisos económicos de la Generalitat con Castellón, que conforman parte de la deuda histórica que arrastra la Administración autonómica durante los 16 años de gobiernos conservadores.

Los 400 millones de euros prometidos para 2010 incluían la construcción del nuevo colegio de Infantil y Primaria de Benadressa, el centro de salud en el Raval Universitari y la remodelación de otras infraestructuras sanitarias y educativas, así como la conclusión de la línea 1 del Tram, tanto en la conexión UJI-Grau como en el bucle de retorno y la definición de las líneas que unirá Castellón con Almassora, Vila-real y Burriana, y con Benicàssim.

También se incluían proyectos emblemáticos destinados a transformar la imagen de la ciudad, como el Centre de Convencions que debe diseñar el arquitecto Santiago Calatrava, un edificio para el rectorado de la VIU cuyo diseño fue encargado al arquitecto Frank Gerhy, la reforma de la Fábrica Dávalos tras ser adquirida por el Ayuntamiento, y la Ciudad de las Lenguas.

En el pacto se excluyeron otras infraestructuras comprometidas en los últimos años, pero que tampoco han avanzado en su desarrollo. Es el caso de la rehabilitación de la antigua Audiencia Provincial, la construcción de la biblioteca multimedia o Megaespai, un Plan de Rehabilitación del Centro, planes de vivienda protegida del IVVSA, las infraestructuras para el desarrollo del Plan Especial de la Marjaleria y para la prevención de inundaciones (Patricova), entre otros. El volumen de las inversiones podría acercarse hoy en día a los 500 millones de euros.