Casi un 30% de los valencianos estaría dispuesto a recibir su sueldo en B
Los jóvenes de entre 16 y 24 años son los más predispuestos, con un 63,2% de las menciones
La pasada semana, el Ministerio de Trabajo actualizó la estadística de convenios colectivos, mostrando que los salarios subieron un 3,26% hasta junio, por encima de la tasa de inflación adelantada para ese mes que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), fue de un 1,9%. Esto significa que, de media, los trabajadores cubiertos por las negociaciones colectivas han comenzado a recuperar parte del poder adquisitivo perdido en los últimos meses y que se aprecia una contención de la inflación por la bajada del precio de los alimentos, los carburantes y la electricidad, aunque la subyacente (5,9%) sigue por encima del IPC general.
Más allá de este dato, la recuperación de los ingresos también tiene que ver con otra cuestión que merece un análisis: la economía sumergida. En un mercado de trabajo con una tasa de paro del 13,8% en la Comunidad Valenciana, los últimos datos sobre Salarios en B de InfoJobs, plataforma de empleo líder en España, indican que un 29,7% de los trabajadores valencianos estaría dispuesto a recibir su sueldo en B, 7 puntos porcentuales más respecto a 2021 ( 22%).
Llama la atención que un 63% de los jóvenes de entre 16 y 24 años estaría dispuesto a aceptarlo, frente al 25% de los mayores de 54 años. Por nivel de ingresos, un 41% de los que ganan menos de 1.000 euros estaría dispuesto, frente al 29% de los que cobran más de 2.000 euros.
Esta predisposición está además alineada con la realidad, ya que del informe se desprende que el 13% de los valencianos declara haber recibido su salario en B en los últimos dos años, ya sea de forma total o parcial, un resultado superior en 2 puntos porcentuales al nacional: el 11% de la población activa española afirma haber recibido este tipo de ingresos en el mismo periodo de tiempo. Además, el rango de edad que ha llevado a cabo esta práctica en mayor medida ha sido el más joven (16 a 24 años), con el 60% de las menciones.
Teniendo en cuenta la ilegalidad que supone esta práctica, otras consecuencias importantes para los trabajadores y trabajadoras que cobran parte de su sueldo en B es que al no cotizar, pierden las prestaciones de la Seguridad Social e, incluso, pueden ver perjudicada su jubilación. En este sentido, según recoge la encuesta, existen dos condicionantes claves para el cobro en B: los salarios bajos, que obligan a los empleados a buscar alternativas en la economía sumergida (38% de menciones en 2023 frente al 29% en 2021, un incremento en el que tienen mucho que ver las dificultades económicas, la subida de tipos de interés y el encarecimiento de las hipotecas); y que las empresas no dan otra opción, aunque se reduce respecto a 2021: 37% de menciones, frente al 50% de hace dos años. Otro resultado que llama la atención respecto a 2021 es que el tercer motivo por el que reciben ingresos en B (no pagar impuestos por considerarlos desproporcionados), sube 8 puntos porcentuales: del 12% al 20%.
En palabras de Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs: “Es muy probable que la situación económica del último año, caracterizado por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, haya acentuado esta práctica. En este sentido, la calidad del empleo, la formación y el desarrollo de políticas públicas que beneficien a los colectivos con mayor precariedad son claves para acabar con los salarios en B y consolidar nuestra economía”.
En España, la predisposición a cobrar en B también aumenta
A nivel nacional, resulta significativo que, tal y como señala el análisis de la encuesta, la predisposición a cobrar en B ha aumentado entre los trabajadores españoles. En concreto, este incremento es de 5 puntos porcentuales respecto a 2021, alcanzando un porcentaje de hasta el 28%. De este 28%, entre aquellos más dispuestos destacan los hombres (30%) y los que trabajan en el sector primario o secundario (33%).
Además de ello, cabe destacar que hay un 19% de trabajadores que prefieren cobrarlo de manera parcial (2 puntos porcentuales más respecto a 2021). Y, por otro lado, hay un 9% que estaría conforme con cobrar todo su sueldo ‘en negro’. De estos, lo aceptarían un 11% de hombres frente al 7% de mujeres.
Por otra parte, las diferencias por edad son relevantes: a mayor edad, menor disposición a cobrar el sueldo en B, probablemente debido a una mayor proximidad a la edad de jubilación y, por consiguiente, a la revisión de los años cotizados. De esta manera, los encuestados más jóvenes, de entre 16 y 24 años, constituyen el colectivo con mayor voluntad a cobrar en B (51%). En cambio, sólo un 20% de los mayores de entre 44 y 65 años aceptaría esta práctica. Respecto a los resultados de 2021, los jóvenes también son los que más han aumentado la disposición, seguramente porque son los más afectados por el contexto económico y las situaciones laborales más precarias.
En cuanto al nivel de ingresos, ocurre algo parecido: a mayores ingresos, menor es la disposición a cobrar ‘en negro’. De tal forma, el 41% de aquellos que ganan hasta 1.000 euros mensuales aceptaría dicho pago y, de entre ellos, el 27% lo preferiría de manera parcial. Asimismo, y a nivel de estudios, el 47% de aquellos que no tienen estudios sí lo aceptarían, un porcentaje mucho menor que quienes sí tienen estudios (24%).
Quiénes cobran más en B: jóvenes de entre 16 y 24 años, con un salario bajo
Del informe se puede extraer que 1 de cada 3 jóvenes (32%) de entre 16 y 24 años ha recibido ingresos en B en los últimos dos años. Este porcentaje disminuye con la edad, situándose en un 5% entre los mayores de 54 años. Dentro del rango de los jóvenes, el 8% recibe dichos ingresos debido a las horas extra, y otro 8% viene por parte de trabajos secundarios.
Por nivel de ingresos, en los últimos dos años, los trabajadores que ganan hasta 1.000 euros son aquellos que han recibido ingresos en B en mayor medida, con un 19% de las menciones. A estos les siguen con un 13% quienes reciben entre 1.001 euros y 1.500 euros mensuales. A partir de aquí, aproximadamente 9 de cada 10 no ha recibido ingresos en B en los años analizados.