AGRICULTURA

El campo valenciano teme más sanciones al agravarse el conflicto Rusia – Ucrania

LAURA HERRERAS - 22/02/2022

Al veto de la naranja, caqui y algunas hortalizas podría sumarse ahora el vino y el aceite. AVA-Asaja pide que se trabaje por llegar a la paz

El conflicto abierto entre Rusia y Ucrania no tiene vistas a que termine pronto y amenaza con tener consecuencias humanitarias y económicas a nivel mundial. Los agricultores de la Comunitat Valenciana llevan siete años intentando recuperar el mercado ruso que les cerró las puertas en 2014 y la situación actual les deja en una situación de desamparo total.

Para situarnos en contexto, desde el 2014 que Rusia comenzó a vetar los productos agrícolas y ganaderos españoles, el campo valenciano ha perdido setenta millones de euros al año (datos del primer año de veto) ya que ha dejado de exportar a un país que tiene 170 millones de consumidores cultivos tan importantes como el caqui -el más afectado- pero también los cítricos y las hortalizas.

Además, el veto ruso a parte de Europa afectó también a que se acumulara la oferta del resto de mercados europeos, lo que mermó aun más las exportaciones valencianas. A esto se suma que, desde hace un mes, también existe el veto de Bielorrusia, que también ha sido muy perjudicial para el campo valenciano.

“Nos preocupa la inestabilidad actual porque nos está saliendo muy caro el enfrentamiento entre Europa y Rusia. Perdimos ese mercado hace más de siete años y países como Turquía, Marruecos y Egipto están quedándose con ese terreno”, lamenta Cristóbal Aguado, presidente de AVA-Asaja, en una entrevista con elperiodic.com.

Desde la organización agraria explican que el conflicto que se ha desatado retrasa la posibilidad de volver a ese mercado: “Llevamos siete años presentes en Europa y en España reivindicando siempre un punto de encuentro y la necesidad de que se nos compense económicamente por las pérdidas, algo que no ha sucedido”.

Lamenta Aguado que, en su momento, Europa se comprometió en compensarles dándoles mercados alternativos, pero se sienten estafados ya que esta promesa no se cumplió: “Desde el veto ruso el caqui no ha levantado cabeza y Rusia era el segundo mercado fuera de Europa que más naranja nos compraba”.

Ante esta situación, los agricultores solo piden una cosa: “paz”. Desde AVA-Asaja exigen a los políticos altura de miras para solventar el conflicto: “Europa necesita estar unida y en paz”. Temen que la lucha derive en sanciones también al vino y el aceite, dos productos muy importantes para el campo valenciano.