La Semana Santa de Callosa de Segura es declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial
Según las crónicas, la fiesta data del siglo XV, pero vivió su etapa de mayor esplendor en la época de los 90 del siglo XX
En resolución del 19 de abril, la Conselleria de Turisme ha otorgado este galardón a la localidad, debido a su gran convocatoria de turistas de sus alrededores.
Los orígenes de esta fiesta no están suficientemente documentados, debido a que en el año 1936, los archivos parroquiales y municipales se perdieron prácticamente por completo y, al parecer, eran los más ricos del obispado.
Gracias a los trabajos de los cronistas, los expertos han podido conocer que la Semana Santa puede remontarse al siglo XV, cuando San Vicente Ferrer pasó por Callosa de Segura y se celebraron las primeras procesiones.
Algunos datos sitúan a la Cofradía de la Santa Cruz como una de las primeras, con los primeros componentes de las procesiones como la del Viernes Santo, a principios del XVI, en las que figuraban los pasos del Sepulcro y la Soledad. A principios del siglo XVII se unieron las cofradías de la Candelaria en 1632, el Santísimo Nombre de Jesús (1607) o la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario (1689).
Existe un documento de finales del siglo XVIII que describe la procesión por antonomasia de la Semana Santa Callosina de finales del siglo XVIII, que plasma prácticamente la procesión del Santo Entierro desde finales del siglo XVI hasta nuestros días, y que mantiene incluso el mismo orden.
Fue en el siglo XIX cuando la Semana Santa de Callosa de Segura fue ganado importancia y se crearon nuevas cofradías y pasos. Hasta el año 1930, se conservan documentos que demuestran la implicación del Ayuntamiento en la Semana Santa de la localidad, mediante subvenciones y ayudas, una relación que se rompió con la llegada de la República. De esta época hay testimonios que narran la dificultad para realizar las procesiones en las calles.
Tras la guerra civil, el patrimonio de las cofradías quedó prácticamente destruido, aunque las ropas y enseres de procesionar de mayor valor quedaron a salvo. Una vez finalizada la guerra, Callosa de Segura hizo todo lo posible por recuperar cuanto antes su Semana Santa, e iniciaron la construcción de nuevas imágenes y tronos.
La década de los años 50 del siglo XX fue la de mayor esplendor de la Semana Santa, por el espectacular aumento en el número de cofrades y del patrimonio de las cofradías. Algo que contrasta con la gran crisis que vivió la fiesta durante las décadas de los 60 y 70.
Fue en los años 80 cuando comenzó una nueva etapa de esplendor para la Semana Santa de Callosa de Segura para, en los años 90, vivir el mayor auge de toda su historia, con un destacable aumento del número de cofrades y nuevas cofradías, que en la actualidad se han estabilizado en 17.