Así es vivir en Torre la Sal, un barrio de Cabanes a medio urbanizar
Escasez de iluminación, solares abandonados y falta de mantenimiento son algunas de las quejas
Oscuridad, falta de mantenimiento y suciedad. Esta es la situación que denuncia un vecino de la urbanización Torre la Sal, en el litoral de Cabanes. Una urbanización que, tras años de parálisis por litigios judiciales, comienza a desbloquearse poco a poco.
Mientras, los residentes y propietarios de los bloques construidos sufren las consecuencias de morar en una zona a medio urbanizar, en este paraje junto al poblado del mismo nombre y a medio camino del Prat de Cabanes-Torreblanca y el macro-complejo de Marina d’Or.
Así, Diego, uno de los propietarios de estas viviendas, denuncia cuestiones que considera “básicas” como la escasez de luz en las calles por la noche, la carencia de limpieza en los viales y en los solares colindantes o la falta de mantenimiento de señales, farolas y aceras.
Crisis y judicialización
El problema se inició hace unos años cuando el PAI quedó paralizado por la crisis económica y un contencioso judicial, un periodo en el cual el Ayuntamiento se amparó en la alegalidad de esta urbanización para no acometer las infraestructuras básicas y el mantenimiento, como recuerdan desde el actual consistorio.
Paralizado por la crisis de 2008, de los siete bloques de 200 apartamentos cada uno que habían planeados, solo se construyeron finalmente tres. Además, el TSJCV declaró la nulidad de la licencia a Construcciones Castellón 2000 (empresa constructora de Marina d’Or) para la edificación de varias de las viviendas, por haberse incumplido la Ley Urbanística Valenciana (LUV).
Finalmente, se llegó a un acuerdo y las zonas 0 y 1 de la urbanización pudieron ser recepcionadas por el Ayuntamiento, con lo que la situación comenzó a desbloquearse después de 14 años de parálisis.
De hecho, según asegura Diego, ya se están construyendo más bloques de apartamentos. “La zona se está reactivando y va a seguir creciendo”, por lo que no entiende por qué “pasan los años y los colores políticos en el Ayuntamiento y no se haga nada para adecentar la zona”.
Eso sí, admite que ha aumentado la interlocución periódica de los vecinos con Ayuntamiento, “pero sin dar solución a los problemas”.
La noche a oscuras
Diego lamenta especialmente la “sensación de inseguridad” generada por la falta de iluminación en toda la avenida central, ya que en ese vial todavía no hay farolas en funcionamiento, aunque en la acera donde se ubican los bloques de pisos sí cuentan con iluminación.
La alcaldesa de Cabanes, Virgina Martí, ha explicado a elperiodic.com que se ha hecho una modificación de crédito de 350.000 euros en el último pleno municipal para llevar a cabo la instalación de luz, que ya está rececpcionada.
“Lo sacaremos a licitación, pero el proceso durará unos meses, por lo que el inicio de las obras podría ser durante este año”, explica Martí, que recalca que “es una cantidad de dinero muy grande para un municipio como el nuestro, de 3.000 habitantes, por lo que queremos aprovechar las subvenciones que se vayan publicando para proyectos de mejora de la eficiencia energética”.
Diego, sin embargo, lamenta que se haya llegado al verano sin luz y considera que esta es “una promesa inclumplida” de Ayuntamiento, ya que asegura que se les prometió que en verano ya habría luz en la avenida central que hay frente a sus viviendas.
Aceras levantadas y falta de mantenimiento en jardinería
Este vecino, a su vez, denuncia la “dejadez” del consistorio en materia de mantenimiento de la vía pública. “Caen farolas por el viento y no se las llevan ni las reponen”, lamenta.
Una situación similar ha ocurrido con la base de cemento de una torre de luz levantada en mitad de una calle, que, según explica Diego, derribó hace unos meses carro de caballos al chocar contra el poste, sin que se haya reparado en todo este tiempo.
“Las cosas se van deteriorando con el tiempo y cada vez es más caro reponer los desperfectos y, además, hay de vez en cuando robos de cobre”, lamenta Diego, que cree que “es necesario un mantenimiento periódico para que luego el coste de los arreglos no se encarezca”.
La alcaldesa, por su parte, achaca este problema a “la dejadez de los anteriores equipos de gobierno” y a que “hubo dejación de funciones y la empresa constructora no ha llevado a cabo el mantenimiento necesario”.
Al respecto, Martí indica que tras la recepción tácita de jardinería, iluminación y señalización en las zonas 0 y 1, el Ayuntamiento se va a poder trabajar sobre estas zonas, pero recuerda que “aún quedan muchas cosas por recepcionar”.
Y es que, según indica, el responsable de llevar a cabo los arreglos en las zonas no recepcionadas no es el Ayuntamiento sino la constructora, que sigue siendo la propietaria, como en el caso de la torre de luz derribada, de algunas de las aceras con los pavimentos levantados o de los propios viales, que siguen siendo una parte no recepcionada que aún no ha pasado a manos municipales.
Sacar el PAI del limbo
“Ahora lo tenemos avanzado al 80%”, señala Martí, que recuerda que “hemos conseguido desbloquear la depuradora y que la entidad EPSAR se haga cargo ella, además de dar solución al tema del alcantarillado, de los emisarios y de la salida de aguas pluviales”, cuestiones necesarias para completar la urbanización y que cumpla con los mínimos legales.
Mientras se pone en marcha la depuradora, eso sí, explica que se funciona con una estación de bombeo, que envía el agua a la estación de Oropesa. “El proceso es lento y hay que seguir los plazos legales, sino estaríamos prevaricando”, señala Martí.
Además, se apunta el logro de conseguir desbloquear y sacar el PAI del limbo. “No habían ni avales de la urbanizadora” explica Martí, que destaca que “hemos conseguido desbloquear los certificados y sustituir los avales de la empresa”, con lo que ahora “ya está asegurado el proyecto y desde el Ayuntamiento tenemos una posición de más fuerza”.
“Estamos insistiendo a la empresa para que cumpla sus obligaciones y se están dando pasos, nos estamos dejando la piel y estamos avanzando muchísimo”, explica en respuesta a las quejas por la falta de avances en la urbanización del PAI.
Serpientes, ratas, mosquitos y jabalíes
Otra la de las cuestiones que denuncia Diego es la de las “parcelas selváticas” donde se avivan “las serpientes, las ratas, los mosquitos y hasta los jabalíes, que campan a sus anchas”.
Por ello, pide al ayuntamiento que haga cumplir las ordenanzas y que obligue a la constructora, propietaria de las parcelas, a limpiarlas. Sí reconoce que se ha limpiado la zona últimamente, pero solo “para que pase el santo por las fiestas de San Pedro”.
“Esta insalubridad es un riesgo para la salud, porque la zona se ha convertido en un vertedero donde se han tirado incluso uralitas de amianto”, lamenta este propietario, que asegura que el Ayuntamiento les prometió “dos personas para llevar a cabo la limpieza en verano, pero solo hay una con un aspirador que aparta las hojas hacia los solares”.
Desde el ayuntamiento, por su parte, recuerdan que si hay presencia de jabalís es porque “la zona se encuentra a pocos metros de un parque natural”, pero, conscientes de la cantidad de estos mamíferos, explican que “ se han pedido batidas para que los cazadores puedan frenar la población”.
En cuanto a las parcelas, señala que “se ha ordenado a los propietarios que limpien los solares”, yya que desde el consistorio no se pueden hacer cargo de una limpieza subsidiaria. “No tenemos músculo para ejecutarlo por nosotros mismos de forma periódica y continua”, explica.
Los vecinos quieren que sus impuestos se dediquen al PAI
Este propietario, además, reclama saber “cuánto ha recaudado el Ayuntamiento en estas 600 viviendas, algunas solo de temporada pero con cada vez más es gente que vive todo el año” ya que “estamos pagando impuestos pero no vemos servicios”.
Diego denuncia que ha solicitado esta información al Ayuntamiento pero que no ha obtenido respuesta, pero que ante el silencio administrativo ha reclamado al Consell de Transparencia, que ahora ha pedido al consistorio en una resolución que le facilite parte de la información pedida.
Los cálculos de los vecinos y los del Ayuntamiento coinciden, ya que a una media de 200 euros por vivienda serían unos 119.000 euros recaudados con el IBI.
Sin embargo, desde el Ayuntamiento explican que siguen en proceso de recopilar la cifra exacta ya que las competencias de recaudación las tienen delegadas en la Diputación, a quien le han remitido la petición.
Respecto a la cifra, la alcaldesa pide comparar estos 119.000 euros con los costes del PAI que “solo en asesorías e informes técnicos ha costado 100.000 euros”, al tiempo que ha recordado que en los últimos años se ha congelado el IBI a los vecinos.
Asimismo, Diego ha pedido información sobre la zonas que ya han sido recepcionadas. Una documentación que tampoco ha recibido. Sobre esta cuestión, el dictamen reconoce a Diego que tiene derecho a solicitar los datos sobre el PAI pero, eso sí, indica que es una “petición abusiva de información” al ser demasiado genérica, una cuestión que recalca Martí: “No podemos tener a varios funcionarios empleados en dedicar horas y horas a recabar expedientes de hace 15 años”. En cualquier caso, el dictamen indica al consistorio que tiene el deber de facilitar algunos datos concretos de la información que solicita.