Los restos mortales de Mosén Jeremías Melchor han sido trasladados hoy a la cripta del convento que él fundó
Con gran solemnidad, se han trasladado hoy los restos mortales de Mosén Jeremías Melchor Esteve hasta la cripta del Convento de clausura de las Madres Carmelitas Descalzas del Sagrado Corazón de Jesús, que él mismo fundo en 1957, junto a una residencia para sacerdotes jubilados y seminaristas, “Mosén Sol”, en el camí la Ratlla, que es el que separa los términos de Burriana y Alqueries.
El pasado 22 de octubre fueron exhumados del cementerio de Burriana los restos de Mosén Jeremías Melchor, que falleció el 15 de agosto de 1993, a los 78 años, así como los de sus padres Jeremías Melchor Peris (12/02/1944) y Josefa Esteve Patuel (6/08/1968), para ser trasladados a la cripta según su propio deseo. Los restos de los tres compartían el arca que ha sido conducida hasta el hipogeo donde ya moran junto a otras religiosas.
Antes de efectuarse el traslado diez sacerdotes han concelebrado una misa solemne en la iglesia del Monasterio, presidida por Monseñor Ignacio Pérez de Heredia, Prelado de Honor de su Santidad el Papa y Catedrático emérito de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia Lateranense de Roma. Han compartido la celebración Monseñor Manuel Giner Mercé, Delegado Diocesano para la causa de los Santos de Tortosa, Mosén Joaquín Barberán archivero de la Diócesis de Tortosa y secretario de Jeremías Melchor cuando fue Superior del Seminario de Tortosa, Mosén Antonio Conill capellán del Hospital de Jesús de Tortosa y alumno de Mosén Jeremías, don Antonio Losas párroco del Puerto de Burriana, don Pedro Cid de la iglesia del Salvador, don Pascual Lluch de María Auxiliadora, don José Navarro, párroco de les Alqueries, y organizador de este traslado, Mosén José Manuel Portalés y el cura de Xilxes, don Antonio Sanfélix, que hizo de maestro de ceremonias.
Mosén Jeremías Melchor, hombre de extremada cultura y sólida formación en leyes, filosofía y teología, consagró su vida a dos fines: la formación sacerdotal, pues fue Superior de los seminarios de Tortosa y Zaragoza, y la creación de un Monasterio de Madres Carmelitas Descalzas para que viviesen una vida de contemplación y clausura orando por los sacerdotes y pastores de la iglesia. A este empeño dedicó todo su esfuerzo y patrimonio logrando levantar el convento y la residencia de Mosén Sol (actualmente vacía y en propiedad de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos) en un huerto familiar del término de Alqueries, sobre el que construyó 2.269 metros de edificaciones que consagró el 14 de junio de 1957 el entonces Obispo de Solsona, y más tarde Cardenal, don Vicente Enrique y Tarancón.
Las primeras moradoras fueron seis religiosas procedentes del Convento de Santa Teresa de Zaragoza y una novicia de Castellón, siendo la Superiora fundadora la Madre María Isabel, natural de Santander. Actualmente conviven once religiosas Carmelitas.
Muchos fieles de Burriana asistieron al traslado de los restos mortales de Mosén Jeremías, persona muy querida en la ciudad por su labor pastoral.