Los rederos del puerto sufren penosidad por la falta de un almacén para las artes de pesca

Los rederos del puerto pesquero de Burriana continúan soportando unas condiciones laborales penosas desde hace más de cuatro años; concretamente desde que se quemó el antiguo tinglado en la primavera de 2004. Desde entonces no tienen donde extender las redes a cubierto para su reparación, lo que les obliga a soportar todo el sol en verano, así como la lluvia y el frío durante el invierno.

El 4 de mayo de 2004 tuvo lugar una reunión con el entonces  Director General de Obras Públicas, Pedro Marco, en la que la Consellería se comprometió a construir un almacén de 2.000 metros cuadrados frente a la lonja. Pero es que en los presupuestos de la Generalitat del año 1999, ya se consignaron 204.344 euros para un almacén de artes de pesca, como el que existe en la totalidad de puertos de la Comunidad Valenciana, que hasta la fecha no se han invertido.

Antes del incendio que devastó el tinglado, los rederos se protegían en este antiguo almacén construido para estibar y desestimar naranjas. El incendio provocó que se quemaran cerca de quince redes de arrastre, con un valor económico próximo a los 300.000 euros.

Las grandes redes de las embarcaciones de arrastre no caben en las casetas que hay enfrente de la Cofradía. En este sentido, además de los inconvenientes para los rederos, que sufren el frío y el calor directo a lo largo del año, durante largas jornadas cosiendo y reparando sin apenas moverse, existe otro problema no menos importante, y es que las redes, por el material del que están hechas, no duran lo mismo si están resguardadas o a la intemperie.

La última vez que se habló de la necesidad de construir el almacén para las artes de pesca se justificó su retraso en que antes de construirlo era conveniente redactar el plan de usos del puerto que está elaborando la empresa encargada de diseñar el parque litoral del Arenal, para el cual no hay ninguna consignación en los presupuestos de la Generalitat del año que viene, al igual que tampoco aparece el almacén para las artes de pesca que hace diez años, en 1999, la propia Generalitat ya estimo necesario al incluirlo en sus presupuestos, incluso antes de quemarse el tinglado.

Esta semana, concretamente, ha sido una odisea para los rederos, que han tenido que soportar frío, viento y lluvia durante muchas horas, salvo cuando llovía mucho, momento en el que no han tenido más remedio que parar de trabajar, cosa que no sucedería si dispusieran de unas instalaciones a cubierto. Cabe recordar que el puerto de Burriana es propiedad de la Generalitat, y todos sus usuarios se encuentran en régimen de concesión administrativa.