El pleno aprueba una modificación de 150.000 euros para la adquisición y derribo de la casa que hay en la esquina del camí d'Onda y La Vieta

El pleno del Ayuntamiento de Burriana ha aprobado esta tarde por unanimidad un expediente de modificación de créditos por valor de 150.000 euros que tiene por objeto la adquisición y derribo de una vieja casa situada en la esquina entre el camí d’Onda y la Vieta para dar mayor fluidez al tráfico en este punto de entrada al anillo de circunvalación de la ciudad. La procedencia de los fondos son una baja de 100.000 euros en una reciente adjudicación para la construcción de nuevos nichos en el cementerio, y 50.000 euros de una partida de mantenimiento de la vía pública.

Desde que se inaugurara la variante de Burriana en enero de 2002, el tráfico que entra a la ciudad por el camí d’Onda se ha intensificado de manera notable. Casi simultáneamente a la apertura de esta ronda, el 20 de enero de 2002, se puso en marcha la primera fase del estudio de movilidad elaborado por la Universidad Politécnica de Valencia que implicó que calles que hasta entonces eran de doble sentido se convirtieran de una sola dirección, en orientación inversa a las agujas del reloj, como las antiguas rondas del casco urbano: Ronda Panderola, Pere IV, Corts Valencianes, Juan Bautista San Martín, Poeta Calzada, Músico Ibáñez y San Juan Bosco.

Todo el tráfico que entra por el camí d’Onda y que pretende incorporarse a ese anillo de circunvalación de la ciudad, a partir de la plaza de la Estacioneta, accede, desde que se remodeló la circulación, por la calle La Vieta, después de tomar una curva de noventa grados. Una maniobra dificultosa, sobre todo para vehículos de gran tamaño, como los autobuses, en un auténtico cuello de botella.

La solución más inmediata ha sido acordar la compra del inmueble sito en el nº 55 del Camí d’Onda para allanar en lo que se pueda la canalización del tráfico en este punto, que también constituye la entrada a toda la nueva urbanización de la PRR-1, que incluye viales como la calle Andén, que transita por detrás del Llar Fallero.

Pese a dar respaldo a la modificación de crédito, para el principal partido de la oposición esta solución es tardía y poco ambiciosa , y pone de manifiesto los errores de planificación urbanística del propio Partido Popular.

Deuda de la Generalitat
Con el voto en contra del PP y CIBUR ha sido rechazada una moción del grupo socialista para exigir a la Generalitat que cree un Fondo de carácter municipal, como el del Estado, incondicionado y no finalista, y que proceda a transferir la deuda histórica, desde que se adquirió el compromiso de creación de esos fondos, que en el caso de Burriana rondaría los 29 millones de euros. Todo ello en cumplimiento de los acuerdos con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias y el propio Estatuto de Autonomía Valenciano. El alcalde, José Ramón Calpe, ha subrayado que la Generalitat no debe nada, ni ha incumplido ninguna ley, pues de lo contrario habría cientos de recursos contenciosos administrativos. “Lo que existe es una previsión legal, que todavía no se ha cumplido, como por ejemplo a nivel estatal también ocurre con la Ley de huelga”.

Ceremonia laica para los recién nacidos
Con el voto en contra del PP y CV, y el respaldo del PSPV y CIBUR, ha sido rechazada otra moción del grupo municipal socialista para facilitar las ceremonias civiles con otorgamiento de carta de ciudadanía a los recién nacidos. El portavoz socialista, Ramon Monferrer, ha defendido la idea de proporcionar a aquellos padres que lo deseen una opción laica de celebración de bienvenida que para nada pretende hacerle la competencia a la iglesia, o convertirse en un bautismo civil, sino abrir puertas a los ciudadanos que desean optar por esta fórmula. La portavoz de CIBUR, Mariola Aguilera, ha votado a favor y ha expresado la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos y a la libertad de elección de los ciudadanos.

Mercedes Giménez, de CV, ha censurado que se tenga que buscar parangón civil a toda ceremonia religiosa, cuando oficialmente ya existe una inscripción en el Registro Civil. Enrique Safont, en nombre del PP, ha criticado esta fórmula por burocrática e innecesaria.