Pepe Palau Blasco "Fogasseta"
12/07/2008
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Aun recuerdo durante mi niñez cuando mi abuela nos hablaba sobre el trágico final de sus dos hermanos a causa de la guerra. Batiste, el mayor, fue fusilado al lado del cementerio por la ira y el rencor de uno de los vecinos del pueblo. El pequeño, Pepe, no tuvo mejor suerte y cayó en el frente de Córdoba a poco de empezar la contienda. De este último siempre apostillaba con orgullo en su voz que ‘era un gran futbolista’. Ahora, gracias al tesón de mi tía Lola Safont, sobrina de éste, por darlo a conocer queremos rendirle un pequeño tributo a un gran jugador de la S. D. Burriana y, sobre todo, a una gran persona.
Pepe nació el 14 de marzo de 1914 en el número 39 de la calle Sta. Filomena, lugar donde vivían sus padres, y convertida muchos años después en una pequeña finca de 3 alturas donde todavía viven los míos. Su padre, Batiste Palau, era auxiliar de cabo de la Comunidad de Regantes, y su madre, Antonia Blasco, trabajaba en la casa. Era una familia de clase media y bien vista en la ciudad. Sin embargo Pepe no quiso seguir los pasos de su padre y entró a trabajar muy joven en la recién fundada Papelera del Mijares, empresa nacida en 1931 gracias al tesón de diversos comerciantes naranjeros.
Quien lo conoció muy bien fue su primo Domingo Blasco. Vivian justo enfrente de ellos y aunque Pepe era 8 años mayor se querían como hermanos. Mi tío Domingo, aun vivo, lo idolatraba y parece que va a echarse a llorar cuando nos habla de él. Nos contó que Pepe, a pesar de no ser muy alto era ‘molt salao’ y siempre iba vestido con elegancia sobre todo cuando iba a pasear con su novia Amparito, de la cual estaba muy enamorado. Ya habían empezado a guardar dinero para casarse unos años antes de empezar la maldita guerra. Pepe, nos dijo, era una persona muy jovial y divertida. Cuando dejaba a su novia en casa siempre volvía a la suya cantando por la calle, como solían hacer los jóvenes de la época.
Una de sus mayores aficiones era la ‘pilota valenciana’. Asiduo al viejo trinquete, el de Navarro, que estaba situado en la calle de Entenza, cerca de la orilla del río, acogió con agrado la inauguración del actual, o también llamado Deportivo, en la calle Angel de la Guarda el dia 17 de mayo de 1929. Este estaba mejor acondicionado y disponía de un techado para que no se saliera la pelota del recinto. Tanto es así que cuando volvió de una partida espetó a su padre: ‘el trinquet de Navarro és un corral de vaques comparat en el nou’.
Pero lo que volvía loco a Pepe era el fútbol o ‘bolo’, como lo llamaba la gente mayor por aquel entonces. Empezó a jugar en el ‘Infantil’, que aunque no se correspondía con la categoría actual, era la cantera de la S. D. Burriana. Con 16 años ya era titular en la disputa del torneo local ‘Copa D. Manuel Peris Fuentes’ junto a otro gran jugador y amigo, Juan Ramos. A pesar de su gran valía, sus padres nunca aprobaron que su hijo jugara a fútbol. Para ellos, más que un deporte, era un pasatiempo que solo traía gastos y problemas, como cuando vino lesionado de un encuentro jugado en Ontinyent, por lo que estuvo algunos días sin poder ir a trabajar.
Cuando jugaban en Burriana lo hacían en el inolvidable campo de ‘Hortolans’, situado en la partida del mismo nombre. Inaugurado el 8 de septiembre de 1930 con un partido de fútbol entre la S. D. Burriana y el amateur del C. D. Castellón, el viejo Hortolans fue construido gracias al ilustre Don Manuel Peris Fuentes para el centro de los Salesianos, del que en aquella época solo estaba levantado el núcleo central del edificio, las plantas bajas de las dos alas laterales y, en bruto, las paredes y el techo de la iglesia. El terreno de juego no coincidía con el actual, pues se encontraba justo delante del edificio principal, nada más sobrepasar las arcadas, aunque la entrada al campo se hallaba en la actual calle José Polo de Bernabé. Destacaban las elegantes graderías de madera, colocadas años después de su inauguración, y que, lamentablemente, fueron devastadas después de la guerra por la carestía de combustible.
En la temporada 32-33 ingresa ya en el primer equipo con solo 18 años, con el que sería su valedor, un entrenador de origen alemán, aunque residía aquí, llamado José Kauffer, y con Don Antonio Navarro Fillol como presidente. Durante este primer año alternará el primer equipo con el de suplentes, pues hay que recordar que en aquella época no se permitía hacer cambios, por lo que aquellos que no estaban en el equipo titular ni siquiera se vestían. Además la S. D. Burriana empezaba ya a contar con grandes jugadores que han pasado a la historia del club como Martí, Soler, Veral o Tomás. La temporada empieza con el triunfo en el Campeonato regional grupo B con 8 victorias, 1 empate y 1 derrota; y con 4 puntos más que el Burjasot. Destaca la victoria por 5 -1 sobre uno de los máximos rivales de la época, el Almazora. A principios de año comienza el Campeonato amateur donde la S. D. Burriana está encuadrada en el grupo Norte, proclamándose campeón en el penúltimo partido en el Madrigal con un 3 – 4 ante el Villarreal. Gracias a este triunfo el día 12 de febrero se disputa en Mestalla la final entre los campeones del grupo norte y el grupo sur. En un excelente partido la S. D. Burriana vence con un aplastante 4 – 0 al Onteniente y se convierte en el mejor equipo amateur de la región. Sin embargo, debido a problemas de liquidez, renuncia a disputar la primera eliminatoria del IV Campeonato de España Amateur contra el Eldense el 14 de Mayo de 1933. Pepe Palau parece haberse afianzado en el equipo titular como lo demuestra el Heraldo de Castellón el 24 de Abril comentando el primer partido de promoción al grupo A contra el Onteniente: ‘Incansable línea medular de la que es alma y nervio Palau, secundado por Ramos y Martí …’. Pepe destacaba por su fuerza y coraje. Como nos dijo Guillermo Forner, portero y único jugador que queda vivo de aquel equipo de principios de los años 30, Palau tenía mucha sangre. Jugaba en el centro del campo como medio-centro o medio-volante, como se denominaba en aquella época, junto a su amigo Ramos. Pepe le decía a éste, mientras señalaba un punto en el centro del terreno de juego: ‘d’ahí cap allà, tu. D’ahí cap ací, jo’. La temporada no pudo acabar mejor y la S. D. Burriana se clasificó para disputar el Campeonato Regional de la siguiente temporada en el grupo A.
La temporada 33 – 34 marcará un hito importante en la historia del club, pues debido a unos graves incidentes en el encuentro entre el C. D. Castellón y el Oviedo el 29 de enero de 1933, el club de la capital será sancionado con el cierre del campo y castigado económicamente. Esto traerá consigo la desaparición del club y la marcha de sus mejores jugadores a otros equipos, entre ellos la S. D. Burriana. Con los fichajes de Santolaria y Bergés, ambos del Castellón, completará una de sus mejores plantillas de la historia, aunque los resultados no acompañarán al club. En el Campeonato Regional, y ante equipos profesionales como el Valencia o Levante, el equipo no da la talla y acaba último. Aunque pierde ambos partidos contra el Valencia, 7 – 1 en Mestalla y 1 – 3 en Hortolans, ahí queda la gesta de haber competido ante grandes clubs en una competición oficial. A partir de esta competición Pepe Palau ya no volverá a salir del once titular si no es por lesión, quedando formado el equipo base con Roca en la portería; Alba y Tomás en la defensa; Palau, Bergés y Ramos en la línea media; y Octavio, Santolaria, Samper, Soler y Veral en la delantera. En el campeonato amateur la S. D. Burriana no pasa el menor apuro, pues vence todos los partidos con 33 goles a favor y solo 2 en contra, a pesar de batirse en el grupo Norte con el recién instituido Sport Club La Plana. Sin embargo no correrá la misma suerte en la final pues pierde en el partido de desempate contra el Olimpic por 2 – 1. Finalmente, en el campeonato regional para subir de categoría solo pierde un partido, contra el S. C. La Plana, y con resultados tan escandalosos como el 13 – 1 ante el Torrente.
En la siguiente temporada, 34 – 35, se fusionan algunos campeonatos regionales entre si para formar los superregionales. La S. D. Burriana queda enclavada en el subgrupo Valencia – Murcia con el Cartagena, Alicante, Elche, Gimnástico y S. C. La Plana. Los 2 primeros pasarán directamente a la 2ª división de liga. La oportunidad es única pero la desaprovecharán lastimosamente. A pesar de empezar ganando 4 – 1 al Alicante y empatar 0 – 0 ante el S. C. La Plana pronto empiezan los problemas para el club. Debido al movimiento huelguístico y revolucionario que se produjo en España entre los días 5 y 19 de octubre el Elche decide no desplazarse por motivos de seguridad por lo que el partido es aplazado para un día entre semana, con la consiguiente perdida de taquillaje. En la segunda vuelta el club se niega a viajar a la capital ilicitana si antes no lo hacen ellos, pero la federación dictamina que el partido debe jugarse. La junta de la S. D. Burriana decide no presentarse al encuentro, lo cual conlleva la perdida de los dos puntos. Además de todo esto, se suma la suspensión del partido contra el Gimnástico por las fuertes lluvias, jugándose el miércoles 07 de noviembre. Las pérdidas estimadas en este último encuentro se cifran en más de 1500 ptas. El partido aplazado contra el Elche del jueves 22 de ese mismo mes se convierte en uno de los más polémicos del club. La S. D. Burriana no se juega nada, pero el S. C. La Plana depende prácticamente del choque para subir a la 2ª División, y hay que decir que las relaciones entre ambos clubes no son muy buenas. El partido finaliza con la victoria del Elche por 1 – 2 y desde Castellón denuncian al club pues 5 de los titulares habituales no han sido alineados. A raíz del incidente Roca, Alba, Gil, Octavio y Soler, los implicados, son llamados a declarar ante la federación. A pesar de esa derrota el S. C. La Plana acabaría promocionado de categoría mientras que para la S. D. Burriana sería el principio del fin. Acuciado por las deudas y tras el escándalo del encuentro contra el Elche algunos de los mejores jugadores, como Roca, Santolaria, Alba y Veral se marchan del club. El declive del fútbol en Burriana está cerca.
El relativo fracaso de la anterior campaña y la supresión de los campeonatos regionales hace que decaiga el ánimo en los aficionados y desde el inicio de la siguiente temporada ,35 – 36, hasta enero de 1936 la S. D. Burriana solo disputa partidos amistosos. Pepe Palau juega algunos de éstos hasta que en Diciembre de 1935 ficha por el S. C. La Plana con el que disputa la Copa Amateur. Titular en todos los encuentros, no olvidará la fecha del 2 de febrero cuando se enfrenta a sus antiguos compañeros de la S. D. Burriana aunque son derrotados por 2 – 1. Sin embargo todo esto es anecdótico pues el fútbol amateur está muriendo irremediablemente y el país se acerca a su cruel destino.
Gracias a su carrera futbolística Pepe Palau pudo cumplir el servicio militar en Castellón. Fue llamado a filas poco antes de que empezara la guerra y por este motivo fue de los primeros enviados al frente, en su caso a un pueblo de Córdoba llamado El Carpio, ocupando el cargo de camillero. No pudo ni despedirse personalmente de sus familiares, por lo que su hermano Batiste y su cuñado Hilario, esposo de su hermana Josefina, no tuvieron otro remedio que correr en mitad de la noche por el Camí d’Onda hacia la estación para, al menos, ver pasar su tren. Tal era la tensión que se respiraba en esos días que dos guardia civiles los confundieron con delincuentes o prófugos, aunque, gracias a la intervención de su cuñado, reputado comprador de naranjas, se libraron de pasar la noche en los calabozos.
Su primer permiso sí lo disfrutó en casa aunque menos días de los que le habían concedido, pues le cedió algunos días a uno de sus compañeros para que éste pudiera estar con su familia. Cuando volvió al frente nada más se supo de él. No hubo ni comunicados, ni mensajes a la familia. Simplemente cuando acabó la guerra y viendo que no volvía lo dieron por fallecido. Su familia, y más aun en aquellos tiempos, no tenía medios para ir a buscarlo, ni tan siquiera para averiguar dónde está enterrado.
La guerra fue desastrosa para la familia Palau pues, como ya he comentado, dos de sus hijos murieron trágicamente. Su madre Antonia no dejaba de llorar por ellos mientras el padre, con la cabeza agachada y resignado a su suerte, repetía: ‘Antonia, me matarás’. Y así fue, pocos años después, en 1941 moría Bautista Palau, según todos los que le conocieron, de pena.
Siempre quedará esta pregunta en el aire: ¿Hasta dónde hubiera llegado Pepe Palau como futbolista? Muchos aficionados de aquella época afirmaban que muy lejos, pero, lamentablemente, nunca lo sabremos. Con estas palabras simplemente hemos querido ofrecer un homenaje póstumo a la memoria de una gran persona que, aunque no pasará a los anales de esta ciudad como personaje ilustre, sí fue muy querido y respetado por todos, y a pesar de que su vida fue muy corta también contribuyó a la grandeza de Burriana.
Desgraciadamente Guillermo Forner, que me ayudó y con su vitalidad me imbuyó la pasión en este proyecto, nunca podrá leerlo. Desde aquí mi más profundo pésame y sincero recuerdo a él y a todos aquellos jugadores que lo dieron todo por la S. D. Burriana.
Pepe nació el 14 de marzo de 1914 en el número 39 de la calle Sta. Filomena, lugar donde vivían sus padres, y convertida muchos años después en una pequeña finca de 3 alturas donde todavía viven los míos. Su padre, Batiste Palau, era auxiliar de cabo de la Comunidad de Regantes, y su madre, Antonia Blasco, trabajaba en la casa. Era una familia de clase media y bien vista en la ciudad. Sin embargo Pepe no quiso seguir los pasos de su padre y entró a trabajar muy joven en la recién fundada Papelera del Mijares, empresa nacida en 1931 gracias al tesón de diversos comerciantes naranjeros.
Quien lo conoció muy bien fue su primo Domingo Blasco. Vivian justo enfrente de ellos y aunque Pepe era 8 años mayor se querían como hermanos. Mi tío Domingo, aun vivo, lo idolatraba y parece que va a echarse a llorar cuando nos habla de él. Nos contó que Pepe, a pesar de no ser muy alto era ‘molt salao’ y siempre iba vestido con elegancia sobre todo cuando iba a pasear con su novia Amparito, de la cual estaba muy enamorado. Ya habían empezado a guardar dinero para casarse unos años antes de empezar la maldita guerra. Pepe, nos dijo, era una persona muy jovial y divertida. Cuando dejaba a su novia en casa siempre volvía a la suya cantando por la calle, como solían hacer los jóvenes de la época.
Una de sus mayores aficiones era la ‘pilota valenciana’. Asiduo al viejo trinquete, el de Navarro, que estaba situado en la calle de Entenza, cerca de la orilla del río, acogió con agrado la inauguración del actual, o también llamado Deportivo, en la calle Angel de la Guarda el dia 17 de mayo de 1929. Este estaba mejor acondicionado y disponía de un techado para que no se saliera la pelota del recinto. Tanto es así que cuando volvió de una partida espetó a su padre: ‘el trinquet de Navarro és un corral de vaques comparat en el nou’.
Pero lo que volvía loco a Pepe era el fútbol o ‘bolo’, como lo llamaba la gente mayor por aquel entonces. Empezó a jugar en el ‘Infantil’, que aunque no se correspondía con la categoría actual, era la cantera de la S. D. Burriana. Con 16 años ya era titular en la disputa del torneo local ‘Copa D. Manuel Peris Fuentes’ junto a otro gran jugador y amigo, Juan Ramos. A pesar de su gran valía, sus padres nunca aprobaron que su hijo jugara a fútbol. Para ellos, más que un deporte, era un pasatiempo que solo traía gastos y problemas, como cuando vino lesionado de un encuentro jugado en Ontinyent, por lo que estuvo algunos días sin poder ir a trabajar.
Cuando jugaban en Burriana lo hacían en el inolvidable campo de ‘Hortolans’, situado en la partida del mismo nombre. Inaugurado el 8 de septiembre de 1930 con un partido de fútbol entre la S. D. Burriana y el amateur del C. D. Castellón, el viejo Hortolans fue construido gracias al ilustre Don Manuel Peris Fuentes para el centro de los Salesianos, del que en aquella época solo estaba levantado el núcleo central del edificio, las plantas bajas de las dos alas laterales y, en bruto, las paredes y el techo de la iglesia. El terreno de juego no coincidía con el actual, pues se encontraba justo delante del edificio principal, nada más sobrepasar las arcadas, aunque la entrada al campo se hallaba en la actual calle José Polo de Bernabé. Destacaban las elegantes graderías de madera, colocadas años después de su inauguración, y que, lamentablemente, fueron devastadas después de la guerra por la carestía de combustible.
En la temporada 32-33 ingresa ya en el primer equipo con solo 18 años, con el que sería su valedor, un entrenador de origen alemán, aunque residía aquí, llamado José Kauffer, y con Don Antonio Navarro Fillol como presidente. Durante este primer año alternará el primer equipo con el de suplentes, pues hay que recordar que en aquella época no se permitía hacer cambios, por lo que aquellos que no estaban en el equipo titular ni siquiera se vestían. Además la S. D. Burriana empezaba ya a contar con grandes jugadores que han pasado a la historia del club como Martí, Soler, Veral o Tomás. La temporada empieza con el triunfo en el Campeonato regional grupo B con 8 victorias, 1 empate y 1 derrota; y con 4 puntos más que el Burjasot. Destaca la victoria por 5 -1 sobre uno de los máximos rivales de la época, el Almazora. A principios de año comienza el Campeonato amateur donde la S. D. Burriana está encuadrada en el grupo Norte, proclamándose campeón en el penúltimo partido en el Madrigal con un 3 – 4 ante el Villarreal. Gracias a este triunfo el día 12 de febrero se disputa en Mestalla la final entre los campeones del grupo norte y el grupo sur. En un excelente partido la S. D. Burriana vence con un aplastante 4 – 0 al Onteniente y se convierte en el mejor equipo amateur de la región. Sin embargo, debido a problemas de liquidez, renuncia a disputar la primera eliminatoria del IV Campeonato de España Amateur contra el Eldense el 14 de Mayo de 1933. Pepe Palau parece haberse afianzado en el equipo titular como lo demuestra el Heraldo de Castellón el 24 de Abril comentando el primer partido de promoción al grupo A contra el Onteniente: ‘Incansable línea medular de la que es alma y nervio Palau, secundado por Ramos y Martí …’. Pepe destacaba por su fuerza y coraje. Como nos dijo Guillermo Forner, portero y único jugador que queda vivo de aquel equipo de principios de los años 30, Palau tenía mucha sangre. Jugaba en el centro del campo como medio-centro o medio-volante, como se denominaba en aquella época, junto a su amigo Ramos. Pepe le decía a éste, mientras señalaba un punto en el centro del terreno de juego: ‘d’ahí cap allà, tu. D’ahí cap ací, jo’. La temporada no pudo acabar mejor y la S. D. Burriana se clasificó para disputar el Campeonato Regional de la siguiente temporada en el grupo A.
La temporada 33 – 34 marcará un hito importante en la historia del club, pues debido a unos graves incidentes en el encuentro entre el C. D. Castellón y el Oviedo el 29 de enero de 1933, el club de la capital será sancionado con el cierre del campo y castigado económicamente. Esto traerá consigo la desaparición del club y la marcha de sus mejores jugadores a otros equipos, entre ellos la S. D. Burriana. Con los fichajes de Santolaria y Bergés, ambos del Castellón, completará una de sus mejores plantillas de la historia, aunque los resultados no acompañarán al club. En el Campeonato Regional, y ante equipos profesionales como el Valencia o Levante, el equipo no da la talla y acaba último. Aunque pierde ambos partidos contra el Valencia, 7 – 1 en Mestalla y 1 – 3 en Hortolans, ahí queda la gesta de haber competido ante grandes clubs en una competición oficial. A partir de esta competición Pepe Palau ya no volverá a salir del once titular si no es por lesión, quedando formado el equipo base con Roca en la portería; Alba y Tomás en la defensa; Palau, Bergés y Ramos en la línea media; y Octavio, Santolaria, Samper, Soler y Veral en la delantera. En el campeonato amateur la S. D. Burriana no pasa el menor apuro, pues vence todos los partidos con 33 goles a favor y solo 2 en contra, a pesar de batirse en el grupo Norte con el recién instituido Sport Club La Plana. Sin embargo no correrá la misma suerte en la final pues pierde en el partido de desempate contra el Olimpic por 2 – 1. Finalmente, en el campeonato regional para subir de categoría solo pierde un partido, contra el S. C. La Plana, y con resultados tan escandalosos como el 13 – 1 ante el Torrente.
En la siguiente temporada, 34 – 35, se fusionan algunos campeonatos regionales entre si para formar los superregionales. La S. D. Burriana queda enclavada en el subgrupo Valencia – Murcia con el Cartagena, Alicante, Elche, Gimnástico y S. C. La Plana. Los 2 primeros pasarán directamente a la 2ª división de liga. La oportunidad es única pero la desaprovecharán lastimosamente. A pesar de empezar ganando 4 – 1 al Alicante y empatar 0 – 0 ante el S. C. La Plana pronto empiezan los problemas para el club. Debido al movimiento huelguístico y revolucionario que se produjo en España entre los días 5 y 19 de octubre el Elche decide no desplazarse por motivos de seguridad por lo que el partido es aplazado para un día entre semana, con la consiguiente perdida de taquillaje. En la segunda vuelta el club se niega a viajar a la capital ilicitana si antes no lo hacen ellos, pero la federación dictamina que el partido debe jugarse. La junta de la S. D. Burriana decide no presentarse al encuentro, lo cual conlleva la perdida de los dos puntos. Además de todo esto, se suma la suspensión del partido contra el Gimnástico por las fuertes lluvias, jugándose el miércoles 07 de noviembre. Las pérdidas estimadas en este último encuentro se cifran en más de 1500 ptas. El partido aplazado contra el Elche del jueves 22 de ese mismo mes se convierte en uno de los más polémicos del club. La S. D. Burriana no se juega nada, pero el S. C. La Plana depende prácticamente del choque para subir a la 2ª División, y hay que decir que las relaciones entre ambos clubes no son muy buenas. El partido finaliza con la victoria del Elche por 1 – 2 y desde Castellón denuncian al club pues 5 de los titulares habituales no han sido alineados. A raíz del incidente Roca, Alba, Gil, Octavio y Soler, los implicados, son llamados a declarar ante la federación. A pesar de esa derrota el S. C. La Plana acabaría promocionado de categoría mientras que para la S. D. Burriana sería el principio del fin. Acuciado por las deudas y tras el escándalo del encuentro contra el Elche algunos de los mejores jugadores, como Roca, Santolaria, Alba y Veral se marchan del club. El declive del fútbol en Burriana está cerca.
El relativo fracaso de la anterior campaña y la supresión de los campeonatos regionales hace que decaiga el ánimo en los aficionados y desde el inicio de la siguiente temporada ,35 – 36, hasta enero de 1936 la S. D. Burriana solo disputa partidos amistosos. Pepe Palau juega algunos de éstos hasta que en Diciembre de 1935 ficha por el S. C. La Plana con el que disputa la Copa Amateur. Titular en todos los encuentros, no olvidará la fecha del 2 de febrero cuando se enfrenta a sus antiguos compañeros de la S. D. Burriana aunque son derrotados por 2 – 1. Sin embargo todo esto es anecdótico pues el fútbol amateur está muriendo irremediablemente y el país se acerca a su cruel destino.
Gracias a su carrera futbolística Pepe Palau pudo cumplir el servicio militar en Castellón. Fue llamado a filas poco antes de que empezara la guerra y por este motivo fue de los primeros enviados al frente, en su caso a un pueblo de Córdoba llamado El Carpio, ocupando el cargo de camillero. No pudo ni despedirse personalmente de sus familiares, por lo que su hermano Batiste y su cuñado Hilario, esposo de su hermana Josefina, no tuvieron otro remedio que correr en mitad de la noche por el Camí d’Onda hacia la estación para, al menos, ver pasar su tren. Tal era la tensión que se respiraba en esos días que dos guardia civiles los confundieron con delincuentes o prófugos, aunque, gracias a la intervención de su cuñado, reputado comprador de naranjas, se libraron de pasar la noche en los calabozos.
Su primer permiso sí lo disfrutó en casa aunque menos días de los que le habían concedido, pues le cedió algunos días a uno de sus compañeros para que éste pudiera estar con su familia. Cuando volvió al frente nada más se supo de él. No hubo ni comunicados, ni mensajes a la familia. Simplemente cuando acabó la guerra y viendo que no volvía lo dieron por fallecido. Su familia, y más aun en aquellos tiempos, no tenía medios para ir a buscarlo, ni tan siquiera para averiguar dónde está enterrado.
La guerra fue desastrosa para la familia Palau pues, como ya he comentado, dos de sus hijos murieron trágicamente. Su madre Antonia no dejaba de llorar por ellos mientras el padre, con la cabeza agachada y resignado a su suerte, repetía: ‘Antonia, me matarás’. Y así fue, pocos años después, en 1941 moría Bautista Palau, según todos los que le conocieron, de pena.
Siempre quedará esta pregunta en el aire: ¿Hasta dónde hubiera llegado Pepe Palau como futbolista? Muchos aficionados de aquella época afirmaban que muy lejos, pero, lamentablemente, nunca lo sabremos. Con estas palabras simplemente hemos querido ofrecer un homenaje póstumo a la memoria de una gran persona que, aunque no pasará a los anales de esta ciudad como personaje ilustre, sí fue muy querido y respetado por todos, y a pesar de que su vida fue muy corta también contribuyó a la grandeza de Burriana.
Desgraciadamente Guillermo Forner, que me ayudó y con su vitalidad me imbuyó la pasión en este proyecto, nunca podrá leerlo. Desde aquí mi más profundo pésame y sincero recuerdo a él y a todos aquellos jugadores que lo dieron todo por la S. D. Burriana.
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Gracias a todos por los comentarios. En cuanto a lo de la memoria, pues hay solo un poco de memoria y mucho de investigacion. Aunque no lo parezca hay muchas horas consultando periodicos de la epoca, pues sobre el Burriana de antes de la guerra, creo, que no hay nada escrito. Aprovecho para decir que si alguien tiene fotos o conoce anecdotas sobre esta epoca que se ponga en contacto con elperiodic. Gracias