Poco seso – 2. (La saga continúa).

A veces, cuando mis obligaciones de prejubilado me lo permiten, tengo la costumbre de asistir a una sesión plenaria del Ayuntamiento, porqué el tema me afecta o interesa, o por simple curiosidad de ciudadano.

En uno de ellos, el pasado año, en el apartado de ruegos y preguntas, se formuló la preocupación existente por el deterioro en los cultivos de nuestro término municipal. La incrementada carestía de los gastos de manutención, unida con la brutal bajada de los precios de la fruta en el campo, han hecho que pasear por el patrimonio rústico de Burriana, haya pasado de ser una gozada a convertirse en profundo lamento de dolor, sin visos de cura posible.

El entonces Concejal de Agricultura, manifestó la preocupación del equipo de gobierno ante esta lamentable situación y apuntilló los esfuerzos que se estaban haciendo desde la Concejalía y la Cámara Agraria, para que los propietarios de los huertos abandonados, al menos, mantuvieran sus cultivos en unas condiciones “sanitarias” que no perjudicaran al entorno y sobre todo a los vecinos, siempre regulados por la ordenanza publicada en su día.

Me pareció una postura magníficamente acertada y coherente, acorde con la importancia de la ciudad, respetando a los agricultores que no se resisten a abandonar sus huertos, con la esperanza de que esta situación pueda cambiar algún día, no muy lejano.

Mi esposa, es propietaria de una pequeña parcela rústica, en la partida Ecce-Homo. Como que la parcela colindante hacía años se encontraba en estado de abandono, se me ocurrió aconsejarle que debíamos presentar una instancia al Magnífico Ayuntamiento, para que se adaptara a la ordenanza en vigor. Y así se hizo, el 9 de diciembre de 2008, según consta en el registro de entrada, manifestando en el apartado de hechos y razones, el estado en que se encontraba la parcela colindante desde hacía unos años, lo que ya había supuesto un considerable aumento de roedores y diversas alimañas, así como malas hierbas y basuras de toda índole, invadiendo la ruina el espacio de nuestra propiedad.

En dicha instancia, se solicitaba que se dirigiera el Ayuntamiento a los propietarios de la parcela colindante, para según la ordenanza procedieran a su adecuación y limpieza.

Pasaron las semanas y también los meses y la parcela vecina continuaba aumentando su deterioro. Me dirigí en el mes de marzo a la Cámara Agraria y pregunté al Cabo si ya habían hecho la inspección ocular. Me sorprendí cuando me dijo no haber recibido ninguna notificación municipal, respecto al huerto del que yo le estaba hablando.

Una vez por semana iba interesándome por mi solicitud y la respuesta siempre era la misma: “Santiago, a mi no me han comunicado nada”. ¿Qué funcionario habrá paralizada mi instancia?. Espero que no se encuentre en la 3ª planta.

Voy a hacerles un pequeño inciso. Las ratas y ratones de campo que viven en libertad, pueden reproducirse a lo largo de todo el año. Las hembras entran en celo cada 4 ó 5 días. La gestación dura entre 20 y 24 días. Tras el parto, la hembra vuelve a estar receptiva a partir de las 18 horas. Teniendo en cuenta que las hembras alcanzan la madurez sexual a las 6-8 semanas; que pueden tener un número de crías por camada que varía entre 2 a 22, dejando el nido entorno a los 22-30 días y que pueden tener de 1 a 12 camadas por año, ya pueden hacerse ustedes una idea de cómo se encuentra la cabaña ratonil en la zona. En este momento no tengo ninguna calculadora cerca, pero..., saquen cuentas y no se alarmen.

Los conejos y liebres, también pueden reproducirse todo el año. La época de gestación dura de 30 a 32 días, con un número de crías por camada de 8 a 10. Aquí tenemos a nuestro favor que la madurez sexual de las hembras no aparece hasta los 3 meses de su nacimiento. De todos modos el aumento de la población en 6 meses es más que considerable. Ahora me explico porqué todos los años me toca replantar los plantones, ya que sus hojas y brotes tiernos desaparecen por la ansiedad devoradora, de tan lindos y hermosos animalitos, dejando una bella rama blanca, desprovista de su verde corteza exterior.

No crean que ya hemos terminado con la fauna “autóctona” de la parcela en cuestión. La culebra lisa meridional que es como me han dicho que se llama, la que habita por estos lares, tiene su celo primaveral con cópulas a finales de mayo y principios de junio, lo que origina una magnífica puesta entre 2 y 10 huevos en el mes de agosto. Estos eclosionan en octubre, después de 60 días de incubación.

Si repasamos todo lo descrito, vemos que tendrían que ser las culebras más prolíficas o las ratas menos “cachondas” para conseguir un equilibrio ecológico, ya que las primeras parece ser que han sido introducidas para regular a las segundas. (Con huertos como el lindante no les veo futuro, a no ser que revienten de un empacho gastronómico).

El mismo diciembre, hablando con otro de los vecinos del supuesto problema que nos había tocado en suerte, me comunicó haber visto como de entre la alta maleza, salía una supuesta persona, con 4 supuestas matas de gran tamaño, de un espécimen vegetal que él supuestamente identificó como marihuana. Esto, como pueden comprender, ya son palabras mayores y yo, como supuestamente no lo vi, no debo contarles supuestamente nada.

Estas exóticas plantitas, cuya temperatura ideal para su buen cultivo no debe superar los 18º C, se cosecha por estas latitudes, durante los meses de noviembre y diciembre, 6 ó 7 meses después de su plantación, en marzo o abril. ¿Alguien puede decirme si hay más huertos abandonados en Burriana, donde se realicen este tipo de cultivos?.

Volvamos a lo anterior. La última semana de mayo, en mi rutinaria visita a la Cámara Agraria, me comunicaron que el amable funcionario ya les había dirigido un escrito, para iniciar el proceso en cuestión. El Cabo me indicó que él ya había emitido el informe y que todo quedaba pendiente de la remisión al departamento municipal correspondiente, para su resolución al efecto.

El pasado domingo día 7, hice una serie de fotografías que les adjunto, en las que se aprecia el estado en que se encuentra la colindante “explotación agraria” y alguna de las madrigueras de roedores. También aparece un nido o estancia de grandes dimensiones que no sé a que animal corresponde. Debo confesarles que no encontré ni rastro de la marihuana, la maraña de vegetación no me dejo hacer un recorrido detallado y en realidad no es un tema que directamente sea de mi responsabilidad, sino más bien del Ayuntamiento que debería informar a la Guardia Civil de estos cultivos no autorizados.


Parece ser que en estos momentos, ya solo depende de algún funcionario que me den una solución satisfactoria, aunque después de la experiencia que he tenido por querer poner un contador de agua potable, igual me dicen que: “realizada visita de inspección a la parcela indicada y según se observa en las fotografías que se adjuntan, el huerto está en la actualidad siendo usado como estancia, ya de forma permanente o esporádica por variada fauna terrenal, pero estando amueblada y complementada como se observa por una importante cobertura vegetal, no puede decirse que sea un huerto “sin uso específico”.

Ya llevo más de seis meses y la fauna, la flora y las basuras siguen su evolución natural, pero aquí el grave problema lo estamos sufriendo los vecinos, tanto de este como de otros huertos abandonados. Quizás la solución estaría en que el Ayuntamiento tomara las urgentes y reales medidas necesarias, para evitar que hubiera tanto follaje.

Prometo informarles del desenlace final.