El nuevo instituto de Burriana comienza a ver luz al final del túnel tras más de tres años en barracones
ELPERIODIC.COM - 21/04/2025
Los alumnos piden que las obras se reanuden cuanto antes: "la situación cada vez es peor"
El nuevo instituto de Burriana comienza a ver la luz al final del túnel tras su particular travesía del desierto, que pronto cumplirá tres años y medio con los alumnos en barracones tras el parón de las obras por el incumplimiento de la empresa adjudicataria.
Esta Pascua, mientras un grupo de alumnos ha comenzado a movilizarse para pedir rapidez para desatascar el problema en el Jaume I, el centro con más alumnado en barracones de toda la Comunitat Valenciana, la penitencia comienza a llegar a su fin, con el anuncio del Ayuntamiento de que la Conselleria ha dado ya el ‘ok’ al proyecto y puesto en marcha la necesaria consignación presupuestaria para retomarlo, con las mejoras y los sobrecostes por el paso de los años.
9 millones más para el centro
Así, Conselleria ya ha remitido el documento de modificación de delegación de competencias en materia de infraestructuras educativas al Ayuntamiento de Burriana que da luz verde a la futura reanudación de las obras. El centro educativo cuyas obras llevan paralizadas desde el 2022 y que requerían una inversión adicional de casi 9 millones de euros, debido al sobrecoste provocado por el incremento de precios de los módulos de construcción y de los materiales desde que redactaron el plan inicial en 2019, conllevará una inversión por parte del gobierno autonómico de más de 22 millones de euros, concretamente, 22.175.765,52 euros.
El nuevo instituto Jaume I será un centro puntero en materia de eficiencia energética y de sostenibilidad, ya que la nueva distribución de los aularios aprovechará mucho la luz solar, contará con un alumbrado led y la climatización será eléctrica y no con combustibles fósiles, para conseguir ser más respetuosos con el medio ambiente. Como novedad en esta propuesta arquitectónica, cabe destacar la incorporación de placas fotovoltaicas para mejorar la eficiencia energética del futuro centro educativo junto a un sistema de recogidas de aguas pluviales.
La construcción del IES Jaume I ha estado casi 4 años paralizada, y tras varias reuniones entre el consistorio de la capital de la Plana Baixa, Conselleria y la empresa adjudicataria, en noviembre de 2023, se aprobó en sesión plenaria la resolución definitiva del contrato. Una solución que consiguió desbloquear la situación de parálisis en la que se encontraba el centro educativo, sin renunciar a ninguna de las exigencias que los técnicos municipales sostenían, pero dando una solución sin arriesgar al Consistorio a acudir a los procesos contencioso-administrativos que la empresa concesionaria había impuesto contra la resolución del ayuntamiento.
Tras la ejecución parcial, suspensión y resolución del contrato de obras con la empresa adjudicataria y la visita del conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, el pasado mes de octubre a la localidad para conocer de primera mano el estado de las obras paralizadas, ha llegado la nueva propuesta remitida al consistorio, que requerirá de la celebración de un pleno extraordinario para que el ejecutivo municipal la acepte y pueda asumir las competencias así como la nueva licitación de las obras que finalicen el instituto.
Respecto a la delegación de competencias que permitirá reanudar las obras, el Alcalde de Burriana, Jorge Monferrer, la ha calificado de “la noticia de la legislatura”, ya que alrededor de 1200 alumnos de este centro educativo y sus familias, “merecen abandonar las aulas prefabricadas en el menor tiempo posible”. Por su parte, el primer edil ha valorado que “el Gobierno de Carlos Mazón demuestra una gran sensibilidad con nuestra ciudad, ya que, con la depuradora, el proyecto del antiguo varadero de Llombart y el Instituto, serán alrededor de 60 millones de euros en inversiones para los próximos años en Burriana”.
Asimismo, el concejal de Educación, Alejandro Clausell, ha explicado que “pese a las dificultades que nos encontramos al llegar al gobierno municipal con la situación de parálisis total y falta de entendimiento entre todas las partes, estamos sacando adelante un proyecto indispensable para los alumnos y sus familias”. Además, Clausell ha añadido que espera “recuperar el consenso” de todos los grupos políticos en los próximos plenos y pasos que tendrá que dar el consistorio, en “un asunto tan importante como el IES Jaume I".
Los alumnos piden volver cuanto antes a su centro
Era Navidad de 2021 cuando los alumnos del Jaume I se mudaban a su nuevo instituto, un centro de barracones en el camí Llombai con la expectativa de volver cuanto antes a su nuevo centro. Sin embargo, los problemas con la constructora han alargado el proceso y los barracones siguen en pie años después.
“La situación cada vez va a peor, cuando llueve hay goteras y en las últimas lluvias se inundó todo y tuvieron que cerrarse las clases”, explica Aitana, una alumna que lamenta el estado de este complejo de casetas prefabricadas y que con otro grupo de alumnos y parte de la comunidad educativa anuncian movilizaciones para reclamar rapidez a la administración para solventar el problema.
Entre otras cuestiones, han iniciado una recogida de firmas en la plataforma ‘Change’ para hacer notar su cansancio y con la esperanza de que los nuevos alumnos que entren sí puedan entrenar el centro.
“La educación de calidad es un derecho que reclamamos y sentimos que no estamos aprovechándolo al 100%”, añade esta alumna, que describe un centro con muchas deficiencias y que, eso sí, se ha mejorado el espacio “con la ayuda de los grados de FP y los proyectos del instituto”.
Así, explica la falta de medios que supone acudir a un centro sin auditorio, ni salón de actos, ni cafetería, gimnasio o vestuarios o con una mala conexión de wifi, que comenta que “no llega a todas las aulas por el tipo de construcción prefabricada, lo que dificulta trabajar bien en el centro”.
Ahora, la situación parece que se desatasca pero la tramitación continúa, por el proceso administrativo y constructivo necesario para licitar el instituto, adjudicarlo, acabar de construirlo y amueblarlo, antes de que estos alumnos puedan volver a él, aunque los más mayores ya no lo podrán disfrutar.