Un legado denominado “Artesanía Manolo”
En los últimos 50 años, la ciudad de Burriana ha visto crecer numerosos edificios, ampliar sus calles y plazas, así como doblar, incluso triplicar, su población. Las necesidades de los ciudadanos han ido cambiando del mismo modo que lo han hecho algunos de los lugares más emblemáticos como el Ayuntamiento o algunas iglesias como la del Salvador. Sin embargo y pese a la evolución de la ciudad, hay en la calle Pintor Ribalta, un comercio que perdura pese al paso de los años. Se trata del comercio que fundó,en 1960 un vecino de Burriana llamado Manolo Lengua.
Metros y metros de lazos, cintas, hilos de colores, botones e infinidad de pasadores y tejidos, se podían encontrar en la mercería que por aquel entonces regentaba el señor Lengua. Un comercio que se ganó el cariño de los vecinos y que vio crecer a dos hermanas que aprendieron el arte del oficio desde muy pequeñas.
Cincuenta y cuatro años más tarde, esas dos niñas que se encontraban detrás del mostrador son ahora las encargadas de continuar con el legado que les dejó su padre. Carmen y Rosana Lengua no solo han ampliado la tienda y la han reorganizado, sino que la han adaptado a los nuevos tiempos, ofreciendo gran diversidad de productos relacionados con el apartado textil. Además, disponen de las últimas novedades en todo lo respectivo a indumentaria valenciana.
Sedas, brocados, damascos, rayones, tules, aderezos, medias y postizos, mantellinas y pañolones seguidos de pintas, enaguas y cruces o carambas, se encuentran a buen recaudo en una habitación colmada de listones de tela de valenciana que invita a sentirse como una verdadera fallera desde el primer minuto. Ambas hermanas no ocultan su pasión y afición por el mundo de la indumentaria valenciana y a este sector del mercado han querido dedicar un espacio que tiene muy buena aceptación entre los vecinos de la ciudad. “Hace alrededor de 25 años fuimos introduciendo el tema de la indumentaria, con unas cuantas telas. Después fuimos poniendo más cosas hasta que al final tenemos hasta zapatos y peinado. Se puede encontrar todo en nuestra tienda”. Así pues, la tienda de Manolo cuenta con piezas que son adquiridas de los principales fabricantes de tejidos de valenciana. “La fabricación de la tela de fallera es un mundo reducido y aquí todos nos conocemos, con lo que casi todos compramos en el mismo sitio, Vives i Marí, Catalá…” Por lo que, una persona que acuda a Manolo podrá encontrar todo aquello que precise para vestirse de fallera. “Podemos encontrar desde zapatos, el vestido, enaguas, ayudamos a la gente a hacer las enaguas. Desde los pies a la cabeza sale una persona vestida de fallera”.
No obstante, Artesanía Manolo no solo es un comercio dedicado a la indumentaria valenciana. Tal y como señalaban las dos hermanas, cuentan con una clientela muy fiel que no duda en recurrir a ellos para todo lo relacionado en confección, punto, complementos o corsetería. Además, las hermanas señalaban que, por la difícil coyuntura económica, decidieron adaptarse a los tiempos, manteniendo la calidad de sus productos y ofreciendo precios más accesibles. Por esta razón, aseguraban que han notado la crisis, pero levemente. “Nos adaptamos a la situación de crisis para seguir adelante. Lo notamos, pero no podemos quejarnos porque tenemos una buena clientela”.
Han pasado los años para aquel establecimiento que regentaba Manolo Lengua, sin embargo sus hijas han alzado y consolidado un comercio, que se ha ganado un lugar en la ciudad.