El incierto futuro para los chiringuitos: algunos en Burriana no van a abrir

La escena que muestra estos días la playa de Burriana es una clara metáfora de la realidad a la que se enfrentan quienes viven de ella, de los vecinos que la visitan y de la temporada de verano que, todavía hoy, no sabemos cuándo empezará. La alerta sanitaria que estamos viviendo hace que la incertidumbre sea máxima en un momento en el que los primeros Chiringuitos y locales que hay en la playa de Burriana estarían ya en marcha ya que normalmente a finales de mayo abren los primeros.

Pero este año no es así y los hosteleros todavía no saben cuándo podrán abrir. Es Costas quien tiene la última palabra sobre la viabilidad, tiempos y condiciones en las que van a poder hacerlo y, según han explicado fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Castellón a elperiodic.com, están estudiando caso por caso su situación. De momento, el Ayuntamiento de Burriana está tramitando las solicitudes -pues no es el consistorio quién lo autoriza ya que depende de Costas- pero todavía no hay respuesta. Desde el área de Actividades, su máximo responsable, Bruno Arnandis, declara a este digital que están trabajando por buscar la mejor solución y el menor impacto económico en los negocios de la playa.

Y mientras, los minutos, las horas y los días pasan, sin que los dueños de los chiringuitos sepan lo que va a pasarles. Algunos ya han reconocido que no se plantean abrir: “Hay que invertir para montar, tenemos que establecer un tercio del aforo, contratar personal, sin saber cuándo vamos a abrir y si hay un rebrote los primeros en cerrar somos nosotros. Desmontar sería inviable y no salen los números”, reconoce el dueño de uno de estos negocios a elperiodic.com.

El dueño de otro chiringuito coincide en que los tiempos no van a su favor, que teniendo en cuenta que el negocio se concentra principalmente durante los fines de semana, que las lluvias siempre obligan a cerrar dos de ellos cada verano y que todavía no saben cuándo abrirán, los beneficios podrían ser insuficientes. Además, a esto hay que sumar que la probabilidad de que se celebre el Arenal Sound es mínima (no es oficial su suspensión pero sí oficiosa), lo que hace que esa semana de visitantes que suele beneficiar a los chiringuitos no se produzca.

Los chiringuitos piden apoyo a las administraciones

Ante esta grave situación para la temporada estival, los chiringuitos de Burriana se han unido para lanzar una serie de propuestas al Ayuntamiento. Entre ellas, solicitan que se amplíe en un año la concesión otorgada a estos espacios y que esté vigente hasta el 2022, también piden ampliar horarios para compensar la limitación del aforo y retrasar la finalización de la temporada: “Si finalmente no se hacen las fiestas en Burriana y Vila-real así como localidades cercanas, mucha gente se quedará en la playa hasta el final, lo que para nosotros sería lógicamente positivo”.

Otra de las propuestas que lanzan es reactivar el conocido como “autobús de la marcha” que acercaba hace años a los vecinos del pueblo y de alrededores hasta la zona marítima: “Esto sería un apoyo no solo a los chiringuitos sino a todo el ocio de la zona”, explica Pedro Sancerni, portavoz de la Asociación de Hosteleros.

Como Burriana, son varias las localidades costeras afectadas por este tema y muchos los empresarios que solicitan a las administraciones más información y celeridad para poder llevar a tiempo a una temporada estival que, en pocas semanas, será muy difícil de arrancar.