La hostelería de Burriana sale, de nuevo a la calle, para protestar por el cierre de sus negocios
En el último año han tenido que cerrar sus negocios durante tres meses, para reducirles después los aforos del 50 al 30% y ahora ha venido el cierre total
La hostelería de Burriana vuelve a protestar por el cierre de sus negocios. Como ya hicieron la semana pasada, cacerola en mano, propietarios y trabajadores de este sector han salido a la calle para mostrar su disconformidad con la decisión del Consell de cerrar durante quince días sus establecimientos para intentar frenar la pandemia.
La Asociación de Hostelería de Burriana se ha concentrado en la plaza Quarts de Calatrava y su intención es encontrarse cada semana en un punto de la ciudad para protestar por la falta de apoyo de los gobiernos autonómico y central.
De hecho, la hostelería está siendo uno de los sectores más castigados por la pandemia. En la primera ola, con el Estado de Alarma se decretó el cierre total de toda la actividad no esencial. Tras esos tres mes del cese de la actividad abrieron sus negocios con restricciones del 50% y posteriormente del 30%. Ahora, otra vez, los políticos les han obligado a cerrar durante quince días.
Pedro Sancerni, portavoz de la Asociación de Hostelería de Burriana, señala que “no sabemos porqué nos culpan” y considera que “esta situación termina por apretar el collar para terminarnos de ahogar”.
Para el representante de los hosteleros, “el Gobierno tiene la solución y es cerrarlo todo como en el confinamiento o poner un toque de queda más corto”.
Cabe recordar que ayer la hostelería de Burriana participó, con 17 vehículos, en la caravana de protesta organizada por la Asociación Hostelera de Castellón (Ashocas) que con más de 700 vehículos y 3.000 participantes colapsó el centro de la capital de la Plana en una protesta sin precedentes.