La historia de Burriana renace en el Círculo Frutero -Classic Gourmet-

La ciudad de Burriana está de suerte. Además de celebrar el centenario del edificio del Círculo Frutero, por fin los vecinos van a poder disfrutar del esplendor de esta obra arquitectónica que muchas veces pasa desapercibida en la conocida calle San Vicente de la localidad.

Este edificio guarda en su interior muchos recuerdos de la historia de Burriana. Empezó a construirse en 1914, hasta tomar forma dos años después y ser inaugurado oficialmente el 2 de febrero de 1916. Pronto se convirtió en uno de los referentes hosteleros de toda la Comunidad Valenciana. Además de hacer las dotes de casino, era la sede del antiguo Círculo Frutero, una sociedad de embarque fundada por más de 200 miembros comerciantes que transportaban sus mercancías a otros lugares por mar. El negocio que más beneficios movía en esta tierra era la naranja, convirtiéndonos en una de las capitales más importantes del mundo citrícola junto a Alzira y Carcaixent. Todos los negocios y movimientos de inversión más destacados en el mundo de la naranja se realizaban en este edificio.

El artífice de esta obra es anónimo, pero muchos otorgan su construcción a Demetrio Ribes, conocido por ser el creador de la Estación del Norte de Valencia. El estilo modernista, los adornos de sus frisos y el acabado de las columnas corresponden a la personalidad de este reputado arquitecto. Una “arquitectura parlante” ya que su fachada nos habla de lo que podíamos encontrar dentro, el Círculo Frutero.

La obra de Ribes fue restaurada en 1958 por un conocido Eustasio Flor, que trabajaba bajo el pseudónimo de Tasio. Este autor regaló a la entidad cuatro obras de arte que hablan sobre el mundo citrícola, sobre la recolección de los frutos y el transporte marítimo de estas mercancías. Estas obras de arte, de grandes dimensiones, han sido restauradas para la ocasión y ahora presiden la Sala Tasio en el ala norte del actual edificio, que hará las dotes de sala de exposiciones en esta nueva andadura histórica del Círculo Frutero. A lo largo del fin de semana guardará en su interior los fantásticos cuadros de Pepe Ripollés. Además la sala hipnotiza con las vistas, con el Templat de Burriana con si fuera una obra de arte más.

El esplendor de este monumento arquitectónico fue grandioso de 1916 a 1970, pero fue entonces cuando el mundo citrícola empezó a decaer, ya que la entidad tenía sentido cuando era sociedad de embarque. Las mercancías comenzaron a transportarse a través de otros medios más cómodos, rápidos y accesibles como el tren. Por eso, en 1971 el edificio acogió una nueva etapa histórica siendo la sede durante años de la Sociedad de Cazadores del municipio. Pero desde hace unos ocho años el casino por el que había pasado todo tipo de celebridades históricas como Primo de Rivera o Jaime Chicharro, cerró sus puertas hasta que Jorge Capella y Pascual Pesudo han querido dotar de nueva vida al edificio.

El Círculo Frutero se une a la moda del Classic Gourmet, abriendo las puertas a los vecinos de Burriana para disfrutar de un exclusivo restaurante. En la entrada nos recibirá una atractiva tasca para tomar nuestros vermuts y aperitivos antes de pasar al interior del local, donde podremos degustar los menús expuesto en su elaborada carta. La escalera de mármol, presidida por el dorado Hermés, nos llevará a la Sala Tasio que acogerá continuamente exposiciones. En la conocida Terraza de Verano que pasa a denominarse Sala San Vicente, podremos comer con unas bellas vistas a una de las vías más concurridas de la ciudad y hará la labor de salón de eventos. La tercera planta guarda en secreto todos los negocios que se realizaban en el edificio, ya que se conservan las oficinas de los socios de la organización. Unas dependencias que servirán como salones privados para tener reuniones más íntimas. En esa planta también se conserva el hogar de los conserjes que han pasado a lo largo de toda la historia por su umbral, ellos eran los encargados de mantener y acondicionar el edificio.

Los nuevos propietarios del Círculo Frutero han restaurado cada centímetro del monumento arquitectónico. Un trabajo tanto de documentación histórica como de construcción, que les ha llevado a trabajar durante más de dos años, para ser fieles a la historia del edificio.

El cronista Guillem Ríos nos ha narrado todos los detalles de esta vivienda, que junto al Mercado Municipal y la casa Bernabé Peris, son joyas del patrimonio histórico de la ciudad. Aunque confiesa que el Círculo Frutero debería haberse convertido en el hogar del Museo de la Naranja por la unión histórica de este edificio junto a la economía citrícola de la ciudad.

Este 28 de abril, el Círculo Frutero ha abierto sus puertas, para recibir a amigos y vecinos en un exquisito tentempié y un sonido ambiente muy enriquecedor que han hecho de esta inauguración una velada inigualable. Han querido formar parte de esta reapertura la Corporación Municipal del consistorio, encabezado por la alcaldesa Mª Josep Safont, acompañada de concejales de su equipo de gobierno y de miembros de la oposición como el portavoz de los populares, Juan Fuster, y la portavoz de Ciudadanos, Mª Jesús Sanchís.

Todos han querido disfrutar y conocer la belleza que encierra entre estas paredes el Círculo Frutero, que con un estilo vintage y rústico atraerá a muchos jóvenes y familias de la ciudad, ya sea para probar su menú, sus platos elaborados o degustar sus tapas y montaditos entre risas con amigos. Pero no solo de día vive el Círculo Frutero, disfruta en buena compañía de la amplia variedad de gintonics entre su carta de ginebras y tónicas.

No te lo pienses más, acude a la calle San Vicente, nº 18; descubre la historia de nuestra ciudad, disfruta del arte y encandílate de la amplia variedad gastronómica que oferce el renovado Círculo Frutero de Burriana.