La Federación Taurina de Burriana celebra la 10ª Gala de Trofeos Taurinos

Ayer por la noche, a las 21h, el Club Náutico de Burriana se volvió taurino por unas horas, y es que la Federación Taurina de la ciudad celebró allí la 10ª Gala de Trofeos Taurinos 2015. El acto consistió en galardonar a los mejores toros de las fiestas de la Misericordia. Los candidatos eran 11 astados que optaban a los premios a la mejor salida, al toro mejor presentado y al mejor juego. En la competición participaron 9 asociaciones. Al acto asistieron por parte del ayuntamiento Lluïsa Monferrer, Vicent Aparici y Juan Fuster.

Una cita muy especial para todos los amantes de 'els bous al carrer' en la que se reivindicó, una vez más, el amor por esta fiesta. La entrega de premios fue la parte más importante de la celebración. El trofeo a la mejor salida fue para el toro de Peñas Blancas, patrocinado por la peña Les Bourrianeres, que lo entregó Germán Barrio. Óscar García fue el encargado de otorgar el trofeo a la mejor presentación para el toro de la ganadería Núñez Benjumea, patrocinado por la peña Jovens del Bou. Y por último, el trofeo para el mejor juego fue para el toro de Juan Albarrán patrocinado por la peña l'Alternativa. También obtuvo premio la mejor 'rodà' de las fiestas que fue para Mario Arigas.

La velada, que fue muy emotiva para todos los allí presentes, dio también paso a un homenaje muy especial. La Federación Taurina de Burriana rindió tributo a Juan Carlos Paricio Paula, según la asociación “uno de los pilares más importantes del mundo de Bous al Carrer”. Desde la federación se le rindió homenaje “por su incondicional defensa de esta fiesta de manera desinteresada, por su vinculación y apoyo a las distintas asociaciones taurinas de Burriana”, han señalado los componentes de ésta. Juan Carlos Paricio también recibió un trofeo de la mano de la edil de fiestas, Lluïsa Monferrer.

Los premios fueron esculturas fundidas con resina de uretano y patinadas en oro, bronce y plata realizadas por el artista local, Juan Poré. Estos trabajos simulaban las cabezas del animal protagonista de este acto, el toro.

Todos los asistentes disfrutaron de una cena llena de hermandad y posteriormente, tuvieron una discomóvil para todos aquellos que aguantaron la fiesta hasta el final.