Cuatro gabinetes de arquitectos optan a la redacción del plan especial del casco histórico
Cuatro han sido las empresas que se han presentado al concurso para la redacción del Plan Especial y Catálogo de la Ciutat Vella y Sant Blai que deberá estar terminado, a partir de su adjudicación, en el plazo máximo de seis meses.
Por una parte están el grupo de arquitectos que encabeza Jaume Prior, que ya trabajó en el Plan Especial redactado por el colegio de arquitectos entre 1997 y 1999. También se ha presentado la empresa Arquitectura y Urbanismo, S.L. del arquitecto Francisco Taberner, que ha intervenido en las diferentes fases de restauración de la Iglesia de El Salvador desde 1997. Hay una tercera empresa integrada por arquitectos y arqueólogos: Arxivistica y Arqueología. Y por último otro grupo de arquitectos en el que están David Muñoz, Mª Dolores Aparici y Manuel Cortes. Esta previsto que durante esta semana dispongan de unos días para subsanar errores u omisiones, antes pasar la documentación al área técnica para que se haga una propuesta de adjudicación que irá a la Junta de Gobierno durante los primeros días del próximo mes de junio.
Tanto el plan como el catálogo, para cuya redacción se ha previsto un presupuesto base de licitación de 45.000 euros, abarcarán el ámbito correspondiente a la zona 1 del Conjunto Histórico Artístico, incoado por resolución del 23 de febrero de 1978, que supone la zona urbanística del Casco Histórico Protegido del vigente Plan General de Ordenación Urbana, así como la manzana delimitada por la calle y el Pla de Sant Blai, la avenida Juan Bautista Sanmartín y el entorno inmediato al templo dedicado al patrón de la ciudad.
El Plan Especial de Protección y Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de la Ciutat Vella y entorno de Sant Blai tiene como principal objetivo contribuir a potenciar y posibilitar el disfrute del Centro Histórico de Burriana y conseguir la protección efectiva de su estructura urbana y arquitectónica, las características generales de su ambiente y su silueta paisajística, consideradas de valor suficiente para alcanzar el reconocimiento patrimonial de Conjunto Histórico.
El 6 de febrero de 1997 se firmó un convenio entre el Ayuntamiento y el Colegio de Arquitectos de Castellón, que dio lugar a una primera propuesta. Así, existe un avance del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos, así como una memoria del Plan Especial, documentación gráfica de espacios, entornos y edificios catalogados. Todos estos trabajos deberán ser ahora revisados.
Como criterios de adjudicación, se valorará en un 80 % el plan de realización de los trabajos, que incluirán un estudio y análisis, instrumentos y medidas de carácter general a incluir en el plan especial, objetivos a alcanzar, programa de trabajo, metodología y plazo de ejecución. El 20 % restante de la valoración corresponderá al precio ofertado.
El Plan Especial redactado por el Colegio de Arquitectos de Castellón llegó a someterse a información pública en 1999 bajo el nombre de Plan Especial “Ciutat Vella”. Los límites periféricos de esta zona de influencia eran la calle Barranquet, el Pla de Sant Blai, la Ronda Músico Ibáñez, la calle Sant Pasqual, Sant Xuxim, Sant Vicent y el Pla. Toda la zona que más o menos coincide con la antigua ciudad amurallada, se proponía someterla unas reglas especiales de ordenación que incluían la creación de nuevos espacios abiertos y, un itinerario peatonal.
También incluía una carta de colores para determinar cómo y de que manera debían pintarse las casas del Casco Histórico.
Las novedades más relevantes que introducía aquel Plan eran la peatonalización de todas las calles del centro, a excepción de los ejes de la calle Mayor y las calles la Purísima y San Agustín. El aspecto más polémico era la previsión de expropiaciones para crear zonas abiertas donde hoy existen edificios. Así, estaba previsto que el Campanar quedara totalmente exento, al igual que el abside de la Iglesia del Salvador. La calle Zaragoza (hoy sin salida) se prolongaba hasta la calle Mayor. Con el derribo de varios edificios también se lograba conectar la calle Sant Pasqual y la Placeta de Sant Pere. La plaza Mayor se transformaba en peatonal.
El callejón que separa la Caja Rural del Jardín era mucho más ancho, convirtiéndose en un gran paseo. La fisonomía del Pla recuperaba su imagen de antaño, cuando se tapó la acequia del Ull de la Vila en 1913, con una gran acera en un lateral, y un único carril para vehículos.
Espero que se escoja la mejor opción para Burriana, y que las aceras sean adaptadas.