Burriana vive un San Juan inédito
La noche ha transcurrido sin incidentes y con todas sus playas desérticas
¿Quién imaginaría que una noche de San Juan las playas estarían cerradas y no veríamos a ningún bañista saltando las olas? La alerta sanitaria decretada por el coronavirus nos ha hecho vivir una noche inédita en todas las playas valencianas, también en las de Burriana. Sin embargo, la gente asumió su parte de la responsabilidad y la noche ha transcurrido sin incidentes, según ha confirmado el concejal de Seguridad, Javier Gual, en declaraciones a elperiodic.com.
“No hubo ningún incidente, la gente respetó la normas y la Policía Local no tuvo que intervenir”, ha declarado el concejal. Los chiringuitos y restaurantes sí que estaban abiertos y, como curiosidad, para disfrutar de una cena o una copa en la zona marítima, se tenía que acceder con reserva previa.
El concejal de Seguridad ha querido agradecer el civismo de los vecinos de Burriana y de otras localidades que han cumplido las normas en la noche más atípica de San Juan: “Quiero agradecer el civismo y buen comportamiento de todos, también el de los Policías que se emplearon a fondo para que la noche transcurriera sin incidentes”.
Tal y como les adelantó elperiodic.com, mediante un decreto de alcaldía, se prohibió el acceso a las playas o la permanencia en ellas, a partir de las ocho de la tarde y hasta las nueve de la mañana de este miércoles. También se prohibió la ocupación del Paseo Marítimo con mesas, sillas o cualquier tipo de enseres en ese mismo horario.
El operativo policial comenzó pasadas las siete de la tarde y se cerraron los accesos de vehículos a la zona de playas en el paseo Marítimo, a través del primer y segundo entrador (la Roca y Aloha), desde las 20h y también del recinto del Mercat de la Mar y de su parking contiguo.
Durante toda la noche de San Juan se ha puesto en marcha un servicio operativo de agentes motoristas de la Unidad de Prevención (Prevenpol), del Grupo de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, de la Unidad de Policía de Playas, y de la Unidad de Vigilancia y Prevención Aérea (UVIPA), que ha prestado apoyo con drones policiales.
Como anécdota, todavía quedó algún despistado que no se había dado cuenta de la prohibición y alguna familia se acercó con sus sillas a la playa aunque, tras recibir el aviso policial, volvió a sus casas sin mayor incidente.