Burriana se rinde a los pies de la Virgen de los Desamparados
Ha sido una tarde de fervor y pasión por la patrona de todos los valencianos, la Virgen de los Desamparados. A las puertas de su parroquia se ha congregado gran cantidad de feligreses y las diferentes cofradías entre las que ha destacado la de la propia Virgen. En todos los actos se ha contado con la presencia de las Reinas Falleras, Alejandra Guardino y Carmen Doménech, y de las autoridades, entre las que destacaba el alcalde, José Ramón Calpe.
La tarde comenzó con una eucarístia que, como es tradicional, se celebró fuera de la parroquia, en la calle donde todos siguieron con silencio y fervor el oficio religioso, pese a que este año no se contó con la presencia del obispo de la diócesis. En su homilía, el sacerdote señaló los principales males que a pensamiento del papa Francisco padece la sociedad actual, la corrupción, el ansia de poder, la avaricia...
Una vez finalizada la misa, en la que hasta tres sacerdotes debieron repartir las formas consagradas ante la gran afluencia de gente, se comenzó a preparar la procesión, que es una de las más multitudinarias de las que se celebran en la ciudad. Uno a uno todos los colectivos participantes se fueron acomodando, una a una, operación que costó aproximadamente 45 minutos. En el desfile estaban representadas las comisiones de fiestas de la Virgen de los Desamparados, diferentes fallas, las reinas y las componentes de la cofradía.
Tras ellas, los costaleros comenzaron el recorrido con la imagen sobre sus hombros entre los vítores y gritos de todos aquellos frente a los que pasaba toda la comitiva. El recorrido se prolongó durante más de una hora por las calles habituales por las que transcurre un día tan especial. Una vez llegados nuevamente frente a su parroquia la Virgen recibió la ofrenda floral de todos y todas las participantes, hasta concluir la jornada con un castillo de fuegos artificiales.