Burriana muestra la restauración de la crátera griega en el Congreso Internacional de Arqueología de Castellón
La intervención en la crátera, una vasija cerámica que servía para mezclar el vino con agua antes de servirlo, ha permitido establecer una metodología de actuación en el resto del conjunto cerámico encontrado en l’Orleyl. La restauración, financiada íntegramente por la Fundació Caixa Castelló Bancaixa, la supervisó el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales.
Tanto la crátera como el resto de piezas procedentes de l’Orleyl tendrán un espacio expositivo diferenciado en el Museu Arqueològic de Burriana, que abrirá sus puertas a finales del próximo mes de diciembre tras las obras realizadas en su interior para modernizar las instalaciones. Así, todos estos hallazgos se mostrarán en una misma vitrina, ya que anteriormente se encontraban en diferentes lugares del museo.
El vaso griego de la necrópolis de l’Orleyl es una crátera con forma de campana, decorada con figuras rojas. Este tipo de piezas se dieron en el último período de la producción, entre los siglos IV y III a. C.
La decoración permite distinguir claramente dos escenas: En la imagen principal aparece un grifo rampante (animal fantástico con medio cuerpo de león y medio de águila), que ataca a un soldado. Éste, protegido por un escudo, intenta alcanzarle con un arma indeterminada, mientras en el suelo yace otro combatiente al que el monstruo ya ha vencido y sobre el que mantiene una de sus patas. Justo por detrás de este animal mitológico se aprecia a otro atacante, ataviado de la misma forma que sus compañeros que, tras la protección del escudo intenta atacar o someter al grifo empuñando una lanza. En el reverso se observa a tres figuras con un traje ceremonial que estarían cantando las gestas que se narran en la escena frontal. Este tipo de vasos, que originalmente servían para contener vino mezclado con agua, eran objeto de lujo para un íbero y el enterramiento con una pieza de este calibre daba prestigio tanto al finado como a su familia.
En es el caso del conjunto de materiales del enterramiento de Orley, compuesto por la crátera, cuatro piezas de de barniz negro también griegas, plomos escritos, un plato de balanza y ponderales de metal, las antiguas actuaciones fueron realizadas con productos poco estables y que afectaban no sólo a la estética, sino a la propia conservación de las obras. Una vez realizado su estudio y el diagnóstico de su estado de conservación se eliminaron estas intervenciones, adaptándolas a los actuales criterios de actuación.