Burriana llora la pérdida de Cecilia Vilar

Perdía en la tarde de ayer nuestra ciudad a una de sus ciudadanas más entregadas. Burrianense de adopción, Cecilia Vilar había dedicado su vida al cuidado del prójimo y así se lo supo agradecer la comunidad salesiana, la ciudad de Burriana y la de Alfondenguilla –su ciudad natal-, en la tarde de hoy en el oficio por su muerte que ha tenido lugar en la Parroquia de Maria Auxiliadora.

A pesar de la gran capacidad del centro eclesiástico, se quedaba pequeña la Iglesia para albergar las muestras de cariño anónimas que se le han querido brindar, destacando entre todas ellas la notoria presencia de la corporación municipal –que ha expresado sus condolencias a la familia-, una representación de la Alfondenguilla y una nutrida participación de la comunidad Salesiana a la que Cecilia dedicó gran parte de su vida.

Cecilia Vilar Font nació en Alfondeguilla un 4 de marzo de 1944. Allí, por su contacto con los salesianos, en especial con don Joaquín Ventura, tomó la decisión de hacerse misionera seglar salesiana y marcharse a Ecuador. Al cumplir la edad de lis 21 años, donde estuvo cinco años de misionera en la selva ecuatoriana con los indios jíbaros. Fue allí donde conoció a César Morales, maestro de profesión, con quien se casó estando aún en las misiones, y con quien tuvo ocho hijos. Al regresar a España, y tras cinco años de misión salesiana, la pareja se estableció en Burriana por ser este el lugar escogido para que el marido ejerciera de profesor en el Colegio Salesiano. Aunque su colaboración con la congregación Salesiana no cesó y sus cargas familiares cada vez eran mayores dada la expansión de la familia, la pasión de Cecilia por los niños la llevó a comenzar a trabajar en la guardería de Los Ángeles, en el camí d’Onda, guardería de la que actualmente era la propietaria. Entre tanto, esta mujer encontraba tiempo para visitar su ciudad natal y participar en los campamentos de verano del Agrupament Escolta Borriana y el Centro Juvenil Porta Porta Oberta como cocinera, durante cinco años en el primer caso y trece en el segundo.

Esta impresionante trayectoria vital, digna de reconocimiento recibió público homenaje el pasado 2008 en el día internacional de la mujer, a través de un acto que tuvo lugar en el Teatro Payá de Burriana con motivo de la realización de la Pleitesía a la Reina Fallera. Por ello, no podía hoy faltar una representación de la corporación en su ceremonia de sepultura, trasladando en persona las condolencias del pueblo burrianense a sus familiares y amigos.

Sin duda, su recuerdo seguirá haciéndose presente en el proyecto que ella inició a través de la guardería y sus hijos y nietos, así como en la historia de la ciudad de la que ella ya forma parte. DEP.