‘Burriana Decidix’ se presenta como el “voto de castigo” este 28M
El partido se presenta sin promesas electorales
Burriana contará con hasta seis candidaturas para las elecciones municipales del 28 de marzo: PSOE, PP, Compromís, Podem-EU, Vox y Burriana Decidix.
Este último partido, el más desconocido, se presenta como el “voto de castigo” para los próximos comicios.
Su lista la encabeza Juan Luis Musoles (quien ya se presentó como número 2 de Coalició Valenciana en los comicions de 2011) y no plantean promesas electorales.
De hecho, en el comunicado que han difundido para presentarse defienden que es necesaria una gestión de las cuestiones del día a día y se alejan de los grandes proyectos.
“Si conseguimos representación, trazaremos objetivos reales y realizables juntos” explican desde el partido que afirma que es “una opción para los que están absolutamente asqueados de lo que están haciendo con nosotros los políticos, de cualquier color o signo”.
“¿Qué podemos ofrecerte, que no te hayan prometido ya otros políticos, y más ahora, cuando llega periodo electoral? Nada”, afirman en un comunicado, en el que explican que “no vamos a reunirnos con ninguna asociación cívica, centro social o club deportivo antes de elecciones, ni forzar encuentros para prometer lo que no se va a cumplir, ni se tiene intención de hacerlo”.
“¿Qué grandes megaproyectos prometemos realizar, que lograrán situar a Burriana en el top, y que será la envidia de las principales ciudades mundiales? Ninguno. Es un absurdo seguir tirando todos los recursos para hacer construcciones innecesarias, sin sentido, que endeudan la ciudad y no mejoran ni dan más calidad a la vida de los ciudadanos, mientras que las instalaciones y edificios municipales de uso diario están en una espiral de degradación por falta de mantenimiento”, continúan.
Así, desde Decidix Burriana explican que “si no conseguimos representación municipal, tampoco pasa absolutamente nada. Nuestra vida, nuestra fuente de ingresos, por suerte, no es la política. Nuestra principal intención es no pasar otras elecciones sin poder votar, o votar en blanco, sin poder tener la seguridad de que nuestro voto sirve para algo; eliminar la sensación de estar tirando nuestro voto otra vez, o de votar a opciones que solo buscan crear crispación para justificar su existencia, o que solo quieren nuestro voto por que han hecho de la política su medio de vida”.