El Ayuntamiento tendrá que adecuar el parking de Calaix ante la falta de una empresa que lo haga a través de la concesión del servicio de la grúa
El Ayuntamiento de Burriana se verá obligado a adecuar el aparcamiento del almacén de Calaix tras ser desestimadas las dos ofertas que optaban a la concesión de la gestión indirecta del servicio de retirada de vehículos de la vía pública. La empresa que había obtenido mayor puntuación proponía cobrar 110 euros por servicio a pagar por los sujetos pasivos y 60 euros por servicio exigible al Ayuntamiento; una cifra que se ha valorado como excesiva.
Y, ¿qué tendrá que ver la concesión del servicio de la grúa con el almacén de Calaix?, se preguntarán nuestros lectores. Pues bien, en las bases, el Ayuntamiento cedía una parte de este inmueble de 5.000 m², alquilado en 2005, para que el nuevo concesionario lo empleara como depósito de vehículos, a cambio de que acondicionara la parte que desde entonces se viene empleando como parking público, y que se encuentra en una situación más que precaria. Sin duda, las 150 plazas de este almacén han ido muy bien para descongestionar el estacionamiento en el camí d’Onda y sus alrededores, después de descartar la construcción de un parking subterráneo en la plaza 9 d’Octubre; pero este aparcamiento, cuyo contrato de alquiler se firmó para quince años, lo cual significa que aún queda una década por delante, se encuentra con la misma interinidad que desde el primer día, de lo cual es consciente el equipo de Gobierno, pues por eso introdujo esa cláusula en las bases de la concesión de la grúa, y también porque desde el inicio de la legislatura la oposición, y sobre todo el concejal socialista Roberto Jorge, se lo viene recordando en los plenos, pidiendo también aclaraciones respecto a una puerta que comunica una planta baja privada con este parking.
Actualmente, no es más que un almacén cuyas puertas permanecen las 24 horas abiertas. Durante una temporada incluso estuvo sin luz porque la cortaron. Ahora hay dos focos conectados al alumbrado público, pero claro, no es lo mismo un recinto cerrado que la calle, y la penumbra llega mucho antes al interior del inmueble, hasta que se encienden las farolas. Tampoco hay red contraincendios. La que hay está obsoleta e inutilizada ya que pertenecía a la actividad que había en este almacén antes de que lo arrendara el Ayuntamiento.
Otros inconvenientes de este parking de la calle Industria es que carece del alumbrado de emergencia, falta un acceso independiente para peatones, carece de iluminación de señales de seguridad y de sistema de detección de incendios. En definitiva, una cantidad de carencias, imposible de admitir en otro titular que no fuera la propia administración.
Otro tanto ocurre con el aparcamiento que ocupa el solar de la antigua Terraza Payá que requiere de un reforma para garantizar la seguridad de los usuarios, pues no tiene accesos diferenciados para vehículos y peatones, y especialmente la salida no cumple con las dimensiones que marca la normativa pese a que recientemente se biselaron los pilares de este acceso para que vehículos de una determinada amplitud no se vieran obligados a replegar los retrovisores para poder salir.
Toda esta situación podría entenderse desde el punto de vista de la provisionalidad con que nacieron estos aparcamientos, que son una alternativa aceptable, ante la falta de aparcamientos subterráneos, que de momento siguen sin materializarse en la ciudad. Sin embargo, estos parkings provisionales llevan funcionando hace más de un lustro, por lo que resulta ineludible dotarlos de las medidas que exige la ley.
pero com lloguen un local en eixes condicions ?,per la nit deixar el cotxe a les fosques ,quina por. ale que llogen a gen del poble que esta parada i a treballar, que feina s'en estan preparant molta,llastima que jo ja soc massa major per a treballar ,perque si no m'apunte al paro .