El Ayuntamiento logra la declaración de Fiestas de Interés Turístico para las Cruces de Mayo de Burriana
La declaración de Fiesta de Interés Turístico para las Cruces ha sido inscrita ya en el Registro Especial de Fiestas, Itinerarios, Publicaciones y Obras Audiovisuales de Interés Turístico de la Comunitat Valenciana.
La concejal de Turismo, Gloria Fandos, se ha mostrado satisfecha por esta resolución, “que reconoce la especificidad de nuestras Cruces de Mayo y que da un gran respaldo y difusión a nuestra fiesta para que sean cada vez más quienes la conozcan y la disfruten”. Fandos explica que la promoción turística de las manifestaciones culturales y patrimoniales de Burriana, como las Cruces de Mayo, la Font del Vi de Sant Blai o la Semana Santa, son uno de los objetivos de su concejalía y, en este sentido, considera que el reconocimiento recibido es una recompensa al trabajo realizado.
Burriana es una de las ciudades con mayor tradición, especialización y lucimiento en cuanto a Cruces de Mayo, que se celebran el primer fin de semana de este mes, dedicado a la Virgen y también a las flores. Las primeras noticias de su existencia en Burriana se remontan a los años 20 del pasado siglo, según señala Julián Arribas en su obra Les Creus de Maig, impulsada por el Grup d’Estudis Històrics Fallers de Burriana.
El propio Arribas, después de una extensa y documentada investigación, afirma que es muy probable que ya existieran con anterioridad, aunque señala que no fue hasta los años 40 cuando vivieron su auge y eclosión. Según el autor, un profesor de los Carmelitas, José Solá Álvarez, oriundo de Caravaca de la Cruz (Murcia) –ciudad con tradición de Cruces de Mayo- fue quien promovió la consolidación de estas celebraciones, que más tarde asumirían las propias fallas como una actividad más de su calendario.
Burriana, con el devenir de los años y la pasión de los falleros por las Cruces de Mayo, se ha convertido en todo un referente en esta manifestación religiosa, cultural y festiva; no sólo a nivel provincial –en la que la fiesta burrianense es única-, sino también en la Comunitat Valenciana y a nivel nacional, compitiendo en belleza con las cruces de algunas de las ciudades con más tradición de Murcia y Andalucía.
Después de casi un siglo, en Burriana se plantan 34 cruces (17 grandes y otras tantas infantiles), el mismo número de monumentos falleros y en sus mismos emplazamientos.
Los falleros viven esta fiesta con gran intensidad y trabajan en equipo y en familia, muchas veces al terminar la jornada laboral, para diseñar, montar, preparar las flores y colocarlas en centenares de miles para dar forma a las Cruces de Mayo, que sólo permanecerán en la calle tres días y que están adornadas por vistosos jardines con agua, flores y otros motivos decorativos.
El concurso de las Cruces de Mayo es el primer reto que deben asumir los recién elegidos presidentes de las comisiones falleras en su estrenado ejercicio.