En el X aniversario de su Coronación se celebra la homilía y la procesión de la Patrona de la ciudad

Esta mañana tenía lugar la misa en honor a la Virgen que se ha realizado en la Iglesia de San Blas debido a que la Iglesia del Salvador todavía no se encuentra a punto tras la exposición Espais de Llum, dato que facilitó el párroco en su parlamento. La celebración de la misa fue a cargo del párroco de la iglesia del Salvador, Don Pedro Cid, y contó con la presencia de las autoridades y las Reinas Falleras de Burriana. Acudieron también al oficio los diferentes párrocos de la ciudad así como los vicarios de las mismas. Una misa llena de orgullo y devoción a la patrona burrianense donde la pequeña iglesia se llenó hasta los topes.

A las 19:45h salían del Ayuntamiento las Reinas Falleras, los custodios del Ayuntamiento o masers y la Corporación acompañados de la Banda Filarmónica Burrianense para dirigirse a la Iglesia de San Blas portando con ellos la bandera de la ciudad como es protocolario en la procesión de los patrones locales. A su llegada, la imagen de la patrona de la ciudad estaba esperando en la calle para ser llevada a hombros por un itinerario diferente al habitual puesto que el comienzo y final de la procesión había cambiado de ubicación. Así pues la procesión, después del himno nacional que entonó la Banda Filharmónica Burrianense recorrió las calles de Sant Blai, Pla de Sant Blai, Calle Mayor, La Purísima, Sant Xuxim, Sant Vicent, El Pla, El Barranquet, Pla de Sant Blai y regreso de nuevo a la Iglesia de Sant Blai.  

Además de numerosos fieles que quisieron acompañar en procesión a la Virgen, un número mayor del habitual, muchas peñas desfilaron agrupadas portando flores, otros fieles declaraban públicamente sus promesas, las Fallas también demostraron su devoción por la patrona a la que ofrendan en San José y las Reinas Falleras fueron arropadas por sus cortes respectivas. Tras las Reinas Falleras desfilaban los presidentes de seis de las cofradías de pasos de Semana Santa que hay en Burriana. Les seguían las Clavariesas de la Virgen, de riguroso negro y tocadas con teja y mantilla, las cuales custodiaban la peana con la imagen de la patrona, seguida por los miembros del gobierno municipal y su presidente, el Alcalde José Ramón Calpe, a quien acompañaba Enrique Safont, Juan Granell –ambos tenientes alcalde- y el vicepresidente de la Diputación, Vicent Aparici. Cerraban el desfile los principales representantes de las autoridades locales de Policía y Guardia Civil. Como sucede en este tipo de celebraciones religiosas, la banda de música municipal, la Filarmónica Burrianense remataba el cortejo.

Una vez llegaba toda la procesión a la Iglesia de San Blas de nuevo, se esperó la Virgen en la puerta mientras los feligreses iban entrando y se disparó un modesto castillo de fuegos. Al terminarse algunas peñas le lanzaron flores a su entrada en la Iglesia que se quedó pequeña para todos los asistentes a la procesión.  Mientras entraba la Madre de los burrianenses, se oía como todos los presentes estaban entonando la salve. Al terminar el párroco realizó un parlamento sobre la importancia de celebrar la alegría de estar vivo, actuaciones que la Virgen nos impulsa a hacer. Por último se oyeron los ensordecedores “Visca!” y se brindó a la patrona con un aplauso.

Para terminar con el acto, toda la corporación, Reinas Falleras y Cortes, volvieron con la bandera hasta el Ayuntamiento seguidos de la Banda para devolver a la misma a su lugar oportuno. Al llegar a la Plaza del Ayuntamiento y mientras se estaba colocando la Banda para hacer sonar el himno municipal Sara Bodí, Reina Fallera, sorprendió a todos los presentes entregándoles una chuleta en la que estaba la letra del himno la cual ella y sus hermanas al igual que Ana Tejedo, saben de memoria a la perfección. Fue grato para todos los presentes poder poner por una vez letra a aquella melodía que tantas veces hemos escuchado.

El paréntesis taurino se retomará mañana miércoles con las últimas exhibiciones y el embolado de la noche. Por lo tanto, la arena que se esparció por el recinto del toro, y que previamente a los actos religiosos fue apartada por varias máquinas en varios montones, deberá volver a esparcirse antes de la tarde para continuar adelante con la programación.