Carnicería Castillo y Motos Maynero, dos comercios de Burjassot de toda la vida, reciben el homenaje del Ayuntamiento
No hay longaniza de Pascua como la de Castillo. Mi primera vespino, de Maynero. El delantal de Lola, inolvidable…Estas y otras muchas frases se desprendían de las conversaciones que se dejaban oír en la tarde de ayer, 25 de octubre, Día del Comercio Local, en el marco del homenaje que el Ayuntamiento ha querido rendir a dos establecimientos comerciales históricos de Burjassot: Carnicería Castillo y Motos Maynero.
La concejalía de Comercio y Mercados, dirigida por Rosa Coca, impulsa esta iniciativa que en 2023 celebra su segunda edición (Sedería Miralles y Restaurante Casa Quitín protagonizaron la primera), con la que el Consistorio reconoce y pone en valor a establecimientos de Burjassot de los de toda la vida que, sin duda, son historia viva de Burjassot, que son casi centenarios y que, a día de hoy, una tercera generación abre cada día el negocio con la misma ilusión que lo hicieron, antaño, sus abuelos. Ambas familias recibieron, como recuerdo, un socarrat del artista local, V. Espinosa, además de las cariñosas palabras de reconocimiento del alcalde de Burjassot, Rafa García.
Ubicada en el número 51 de Mariana Pineda, allá por 1944 abría sus puertas Carnicería Castillo. Fundada por Miguel Castillo e Irene Cabrelles, se especializó desde sus inicios en la carne de lechal y en el embutido casero y, a lo largo de las décadas, hasta hoy día, ha sabido crear y mantener una clientela a prueba de bomba. 79 años después, Loles Castillo, nieta mayor de los fundadores, y ante la atenta mirada de su padre, Miguel Castillo, dedicaba unas palabras de profundo cariño y orgullo al clan familiar, trabajadores, carniceros y amantes de su oficio. El oficio precisamente de su hermano Miguel, tercera generación de esta mítica carnicería que, desde el corazón del casco histórico de Burjassot, sigue proveyendo a su fiel clientela de un producto de calidad más que demostrada.
Burjassot. Año 34 del siglo pasado. En el número 105 de la de Blasco Ibáñez, Vicente Maynero, natural de Burjassot, abre la persiana de su recién estrenado negocio: una tienda y taller de ciclos y motociclos, que combina con su pasión por el ciclismo. El año que viene, el clan Maynero, cumplirá un siglo. De tercera generación también, gracias a Óscar, nieto del Vicente fundador e hijo de Vicente (segunda generación) y propietario actual del negocio, Maynero cumplirá cien años dedicados a hacer felices a muchas personas cuyas aficiones y pasiones han circulado y siguen circulando hoy sobre ruedas.
Las personas que quieran saber más sobre estos dos comercios históricos de Burjassot pueden acercarse, hasta el 6 de noviembre, a la segunda planta de la Casa de Cultura, Allí encontrarán una exposición con fotografías y otros elementos y recuerdos que logran mostrar y recrear la esencia de dos negocios de Burjassot…de los de toda la vida.
