El Centro Cívico de Bétera ejemplo en la Semana Verde de la Arquitectura
El Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia elige este nuevo edificio municipal ubicado en las urbanizaciones de Mas Camarena – Torre en Conill para realizar una visita dentro de la programación de su Semana Verde.
Los revestimientos del Centro Cívico respetuosos con el medio ambiente y realizados a través de un componente de KM 0 han permitido a este recientemente estrenado espacio municipal ser elegido por el Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia para una visita dentro de la Semana Verde de la Arquitectura.
El Centro Cívico ha abierto sus puertas a un numeroso grupo de arquitectos que han disfrutado de la última sesión de la jornada de cierre de la Semana Verde de la Arquitectura lo que ha sido valorado muy positivamente por la Alcaldesa de Bétera, Elia Verdevío, “que el Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia se haya fijado en nosotros para mostrar las bondades de este espacio municipal es un orgullo. Como administración local priorizamos atender las demandas y necesidades de nuestros vecinos y vecinas sin olvidar la parte medioambiental puesto que uno de nuestros objetivos es ser más sostenibles, cuidar el medio ambiente y fomentar un modo de vida más responsable con el entorno”.
En esa línea, el concejal de Urbanizaciones, Carlos Abad, ha afirmado que “contar con un espacio multifuncional de estas características, ejemplo de arquitectura para profesionales, es un orgullo para los vecinos que lo disfrutamos a diario”.
El evento ha comenzado con una ponencia en el salón de actos a cargo del arquitecto del edificio Enrique Romero, de AECO, estudio que ha puesto en valor las características arquitectónicas y ambientales de este complejo socio-administrativo compuesto por 4 edificios y amplias zonas ajardinadas para el disfrute de los beterenses.
Un momento en el que se ha puesto de manifiesto que tanto las lamas como el revestimiento del Centro Cívico están fabricados, por la empresa valenciana Tarimatec, con materiales que respetan el medioambiente y están compuestos por el reciclado del residuo de la cáscara de arroz, un componente de km 0. Este material, que se utiliza como alternativa a la madera, no requiere de mantenimiento.
“Bétera ha apostado por la sostenibilidad con la construcción de este Centro Cívico neutro en emisiones de carbono y que dispone de un cargador de coches eléctricos alimentado por paneles solares, lo que nos acerca a conseguir una Bétera más ecológica”, ha explicado Carlos Abad.
Al finalizar se ha realizado una visita por las instalaciones donde los asistentes han podido conocer en primera persona todos los detalles del espacio arquitectónico.
Regeneración urbana
El Centro Cívico está concebido como un edificio moderno con espacios abiertos y ajardinados que se han configurado bajo la perspectiva de una construcción que regenere el espacio relacional del conjunto urbano. Se trata de 4 edificios independientes que permiten su puesta en marcha de forma autónoma, uno a uno, evitando el consumo extra que supondría circulaciones y puesta en funcionamiento de una gran instalación para uso mínimo en horas de poca afluencia de usuarios.
La idea de generar unos espacios exteriores, como plazas o un ágora, con varios edificios conectados visualmente, permite organizar multitud de actividades en el interior y en el exterior multiplicando las oportunidades de uso para los beteranos y beteranas durante todas las horas del día.
Apuesta por la sostenibilidad
Partiendo de que el Centro es un enclave lleno de matices, cabe destacar que desde el amanecer hasta el anochecer el conjunto juega con la luz, las sombras en movimiento, la vegetación, el rumor del agua y los aromas para generar ambientes especiales y únicos donde sentirse bien.
En esa línea hay que subrayar que se trata de un conjunto de edificios y urbanización adaptados al cambio climático. Además de disponer de energía renovable mediante placas fotovoltaicas, se ha cuidado el diseño de la envolvente del edificio consiguiendo una edificación pasiva que apenas consume energía y está muy bien aislada.
Además se ha reducido la demanda de energía asociada a su uso gracias a la reducción de infiltraciones de aire no deseadas. El Centro dispone de un sistema de parasoles activos que, de forma programada, protege del soleamiento a las estancias en los meses de calor intenso y se retira de forma automática para permitir calentar lo espacios en los meses más fríos.
Los pavimentos claros y la frondosa vegetación, así como las láminas de agua y el estudio de vientos asociado a la posición de los edificios, contribuyen de forma efectiva a reducir el efecto de isla de calor y emisiones de CO2.
En definitiva, y tal y como ha destacado el concejal de Urbanizaciones, “es una actuación urbana adecuada, de gran impacto social y bajo impacto medioambiental”.